La frase del titular no la ha dicho nadie en especial, no hay una sola voz detrás de la pretensión de que el secretario general de Podemos desaparezca del mapa político, pero los padres y madres son muchos. Da igual donde se mire, allí habrá alguien que culpabilice a Pablo Iglesias por sus propias desgracias o unas inventadas como veremos. Esto no quiere decir que no se hayan cometido errores dentro de Podemos por culpa de su jefe, desde una formación excesivamente rígida hasta peleas consentidas por desavenencias o complacencias de origen afectivo-sexual. De todo ha habido dentro de Podemos en estos cuatro años y algunas cuestiones son culpa de Iglesias y otras no. Pero alentados por el establishment se está dando voz a todas aquellas voces que quieren linchar al amanecer al secretario general morado.

Vayamos por partes. Primero están las críticas por los malos resultados regionales. En este caso parece que la existencia de Iglesias ha impedido a la gente de Castilla y León o de Castilla-La Mancha tener mejores resultados. La casa de Galapagar según parece ha sido el detonante para que García Molina, por ejemplo, no haya conseguido sacar ni un diputado. Igual si hubiese ejercido menos de barón con mando en plaza y más de coordinador regional las cosas hubiesen ido algo mejor. Sólo hay que escuchar a inscritos manchegos lo que dicen de su hasta hace unos días jefe. Eso no vale en los sesudos análisis porque la culpa es de Iglesias que “obligo” a estar en el Gobierno con Page o dice cosas raras en campaña electoral. Lo mismo se escucha hasta donde Podemos ni se ha presentado.

Segundo, las críticas de la militancia o los simpatizantes del PSOE que le acusan de haber entregado a la derecha Madrid. Y, además, es malvado al pedir entrar en el gobierno del “divino” Sánchez. Resulta que deja hacer la candidatura al candidato Íñigo Errejón, coloca a sus amigos, se enfada porque hay que pactar con IU a los que considera un lastre, se reúne con Carmena y a pocos meses de las elecciones dejan sin candidatura a Podemos y la culpa no es de los traidores sino de Iglesias. Bastante tibio ha estado el secretario general porque lo suyo habría sido echar fuego por la boca contra los traidores. Pero claro la suma de Madrid en Pie y de Más Madrid tampoco habría servido para ganar, especialmente porque Pepu Hernández se ha dado un batacazo d época, hundiendo al PSOE como nunca se había conocido. Da igual, hay que ajusticiar a Iglesias que la culpa es suya, tampoco de Ángel Gabilondo que es incapaz de ganar un voto al menos.

monedero Sabe de sobra que el poder mediático ya ha encontrado su izquierda a la izquierda del PSOE perfecta para mantener el sistema

Tercero, las críticas recibidas por los “traidores” que han salido en tromba a rendir cuentas al secretario general de la formación que abandonaron con nocturnidad y alevosía. Que si no es transversal, que si no ha sabido sumar, que si ha creado una IU 2.0., que si son los “Ceaucescu”, que si han arruinado el proyecto de Podemos. Pueden tener razón en algunas críticas, sólo hay que meterse en los foros de Podemos para ver que los inscritos hablan de cosas parecidas para ver que hay que cambiar cosas, pero esos y esas inscritas siguen y esperan poder alzar la voz cara a cara con Iglesias. Los otros aupados por el progresismo mediático, que no deja de ser el atonta-ciudadanía de la clase dominante, abandonaron el barco teniendo que lanzar a Isabel Serra, una prácticamente desconocida, en tres meses con acuerdos complicados con IU y Anticapitalistas. Suerte que hayan llegado al 5% con ese punto de partida. Pero no, la culpa es de Iglesias que es malo malísimo y poco transversal, justo cuando esa transversalidad ha sido la que ha provocado la mayor cantidad de portadas en Ok Diario.

Que Juan Carlos Monedero haya salido a atacar con dureza a Errejón, porque conoce como conocemos otros ciertos intríngulis de lo acontecido, es comprensible. Sabe de sobra que el poder mediático ya ha encontrado su izquierda a la izquierda del PSOE perfecta para mantener el sistema. Para el gatopardismo. Se equivoca Monedero al decir que han sido las cloacas porque ha sido directamente el establishment, la clase dominante, a través de sus brazos mediáticos. Desde lo mediático, por muy progre que se disfracen, han alentado el victimismo de Errejón durante toda la campaña, victimismo contra Iglesias. Desde los medio se ha alentado ese caminar de Errejón hacia el PSOE; critican el caudillismo de Iglesias y ocultan que el errejonismo es más dictatorial y caudillista; han criticado que Iglesias ataque a los poderosos y han alabado que Errejón se entregue a la clase dominante; nadie ha dicho, porque no interesa, que seguramente Errejón haya hecho más daño al PSOE en votos que a Podemos en sí (habrá que esperar a los post-electorales); y, como hemos denunciado aquí, todo esto no es más que parte de una campaña para acabar con Iglesias y Podemos. No creada en las cloacas sino impulsada desde los medios del establishment y alentada por el PSOE y el errejonismo.

Se han hecho muchas cosas mal, y serán los inscritos quienes decidan qué hacer (más adelante publicaremos un artículo con algunos pensamientos al respecto), pero ahora hay que acabar como sea con Iglesias. ¿Por qué? Porque no se quiere que siga habiendo un partido que, bien que mal, ha estado denunciando las trapacerías de los poderosos (públicos y privados). No se puede olvidar la labor de las senadoras Sara Vilà, Maribel Mora (ahora en el parlamento andaluz bregando con los neofascistas), Joan Comorera (destripando el poder judicial o las prerrogativas monárquicas), María Freixanet, Vanessa Angustia (de IU), Oscar Guardingo; o Rafa Mayoral con los derechos de los trabajadores. Han sido muchos cargos, desconocidos en muchos casos, que han hecho de la denuncia de las perversiones del sistema un eje de lucha. Eso no lo quieren en el sistema.

No es un santo Iglesias, pero si hay que linchar a gente, mejor empezar por traidores, fascistas y melifluos

Tampoco quieren que Podemos esté en el Gobierno. A lo que se suma que no lo quiere el propio PSOE que aspira a gobernar con sus 123 diputados y pactar con los ojos de Marty Feldman. Especialmente con el ojo liberal, sólo hay que leer lo dicho por la ministra Calviño sobre los derechos de la clase trabajadora. No quiere nadie a Iglesias en el gobierno y lo lógico desde la posición de Podemos es estar. No por no fiarse de Pedro Sánchez, que no lo hace nadie en España, sino por algo tan fundamental como ser copartícipe de lo bueno que se pueda generar. Ha aprendido Iglesias que si dejas sólo a Sánchez se apunta todas las medallas y te deja lo malo a ti. Por eso insiste en estar en el Gobierno, no por egolatría, sino para mirar a los ojitos al presidente. Y, desde una visión de clase si se nos permite, impedir que se la pase jugando con Rivera a los decretos y las leyes en favor del establishment.

Ahora todo el mundo señala a Iglesias como culpable de todos los males de España, pero bien que saltaron de alegría cuando volvió con mala leche, metiendo miedo a los poderosos y logró sacar 44 escaños (que no están mal). Cuando peor pintaba todo para Podemos salvó los muebles para el partido-movimiento. Y esa sí que es su responsabilidad, no lo que haya pasado en Euskadi o en otros lugares infectados de personalismos, de quieros y no puedos, de peleas de barrio. Esto no empece para no hacer un análisis de lo que se ha hecho mal, sin pasarse que en la izquierda la autoflagelación a veces es excesiva, y cambiar. Abrir Podemos, probar nuevas fórmulas organizativas y hablar más, por ejemplo. Pero hoy lo que debe hacer Iglesias no es dimitir sino aguantar y seguir pidiendo la entrada en el Gobierno. Y si hay elecciones las culpas se las echarán igual a él, pero lo que no vale es ser acomodaticio y venderse al poder de la casta. Es más, hasta el CIS dice que sube en intención de voto. No es un santo Iglesias, pero si hay que linchar a gente, mejor empezar por traidores, fascistas y melifluos. Y para todo lo demás recordar esta frase de Iglesias: “Nosotros estamos en política porque tenemos un acuerdo con la gente y sabemos que solo gobernando podemos cambiar las cosas, y en estos días y semanas nos van a decir de todo, pero la gente no es idiota”.

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