El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reprochado hoy duramente al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso que la regla de gasto que lleva imponiendo desde hace años a las administraciones es un “desastre”, además de “cuestionable y discutible a efectos metodológicos”. Garzón denunció que, además de que Montoro “no ha acertado todavía en sus predicciones” desde que se aplica esta regla, “no nos podrá usted engañar en los debates presupuestarios que tendremos sobre el gasto social. Están consolidando los recortes en los servicios públicos y lo tienen aprobado; todo lo demás es propaganda”.

El coordinador federal de IU hizo este análisis mientras respondía al titular de Hacienda durante el debate en el Pleno para convalidar el decreto ley que, tras años de imposición de recortes impresentables por parte del Ejecutivo de M. Rajoy, permite ahora a los ayuntamientos reinvertir hasta 5.000 millones de euros de su superávit pero sólo en determinadas infraestructuras sociales, educativas, deportivas o culturales. Echó en cara al ministro que esta medida llega “tarde y mal”, incluso en lo que se refiere a este 2018 porque “han pasado ya tres meses desde su inicio que podían haber utilizado muchos ayuntamientos para aplicar nuevas inversiones financieras sostenibles, que son más complicadas de gestionar en términos burocráticos”.

Mediante un lamento, que es el lamento de la ciudadanía española, espetó a Montoro que “ha venido usted aquí esta mañana con la bandera de la generosidad y nos da la impresión de que no lo ha hecho porque sea generoso, sino  forzado por las circunstancias y por la presión de muchos ayuntamientos y fuerzas políticas que llevamos tiempo diciendo que esto era insostenible, además de injusto”. Garzón se mostró convencido de que entre quienes han presionado “también hay ayuntamientos del Partido Popular, que ven elecciones muy temprano y que le han pedido a usted cierta flexibilidad”.

No obstante, el máximo responsable de IU reprochó al ministro que “lo más grave de todo es que esta mayor flexibilidad con respecto a los ayuntamientos es claramente insuficiente. Es como si usted nos hubiera robado o recortado 10, nos da un tiempo más tarde 1 y encima nos pide que le demos las gracias. No se trata de darle las gracias a usted, sino de reconocer todas las insuficiencias que hay y todo lo que ha dejado sin hacer”. Alberto Garzón defendió que haya una regla de gasto “basada en garantizar la suficiencia de financiación para los servicios públicos y no vinculada a un indicador de crecimiento económico esperado, que es volátil e incierto”.

Recordó al responsable de Hacienda del Gobierno de Rajoy que conoce perfectamente que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha reconocido que la aplicación de la regla de gasto en España difiere mucho de la aplicación que se hace en otros países de la Unión Europea. Es decir, metodológicamente es un desastre, pero es que ustedes no la han diseñado para que fuera un desastre o un acierto, sino porque está subordinada a una estrategia de política económica de reducción del gasto público”.

Garzón afeó a Montoro que en la distribución del esfuerzo entre las distintas administraciones “hay un agravio comparativo”. Le recordó que “usted sabe perfectamente que las corporaciones locales y su superávit es lo que les ha permitido a ustedes cumplir el déficit. Resulta que mientras que las corporaciones locales tienen superávit, las comunidades autónomas tienen un déficit del 0,3 %; la Seguridad Social, del 1,5 % y la Administración central  es decir, usted, del 1,9 %”

Denunció especialmente los ataques del Gobierno del PP a determinados ayuntamientos del cambio, como el de Madrid, que “tenía superávit de 1.000 millones de euros y, sin embargo, ustedes usaron sus medidas coercitivas, que no usaron con otros ayuntamientos que eran del Partido Popular ni con usted mismo, que no cumplía la regla de gasto”. También, cabe recordar que mientras el gobierno de Castilla-La Mancha estuvo sin pactar con Podemos, el ministerio le mantenía a raya pero sin intervenirle, algo que se produjo en cuanto Iglesias, Sánchez, García Molina y García-Page hicieron público el acuerdo por el que Podemos se incorporaba al gobierno castellano-manchego.

El Grupo de Unidos Podemos se abstuvo finalmente en la votación de este decreto-ley. Antes de terminar, Alberto Garzón pidió a Cristóbal Montoro que “se lea nuestra proposición de ley sobre la regla de gasto. Lo que proponemos es, sencillamente, cambiar su regulación para excluir de esa regla de gasto a aquellos ayuntamientos con las cuentas saneadas, lo que significa en última instancia que tengan superávit o equilibrio presupuestario, que tengan un nivel de deuda inferior al 110 % de los recursos corrientes o que tengan un plazo de pago a proveedores menor de 30 días”.

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