El informe pericial del Banco de España supuso una revolución en el Caso Popular-Santander. Según las conclusiones del mismo y los estados reales de las cuentas de la sexta entidad financiera, sumado a los beneficios que está obteniendo el Santander, auditores independientes han determinado que el valor actual del banco estaría en el orden de los 37.710 millones de euros, según se indica en un análisis contable independiente que fue entregado a la Fiscalía.

Un estudio de valoración del Banco Popular, al que ha tenido acceso Diario16, comienza con las conclusiones de los peritos del Banco de España que, claramente, indica que la sexta entidad financiera de España era viable, puesto que tenía capacidad de generar beneficios recurrentes por valor de 1.500 millones de euros, era capaz de pagar sus propias deudas y obligaciones a corto y largo plazo y que, además, disponía de un patrimonio neto de 9.389 millones de euros. El Popular, además, era solvente y sólo la crisis de liquidez provocada durante el segundo trimestre de 2017 fue la causa real de la resolución y venta al Santander por un euro.

El documento realiza, además, un análisis de la normativa y del cumplimiento de la misma por parte del Popular. «El Banco Popular va asimilando las pérdidas y provisionándolas. Por tanto, cumplió la normativa en cuanto a capitalizar las provisiones, ahora no con la velocidad y premura que se le exige». Además, se incide en el hecho de que, según los datos del informe de los peritos, no hubo falsedad contable.

La situación contable del Popular indicaba que, en referencia al patrimonio, disponía de 10.777 millones de euros a los que hay que sumar los 5.692 millones disponibles en créditos fiscales diferidos que, «legalmente podría haber monetizado, ante la situación en la que se encontraba o haberle servido como garantía para solicitar más liquidez», afirma el documento.

Además, los datos ofrecidos por Quasar, la sociedad conjunta creada por BlackStone con el Santander para la venta de los activos inmobiliarios del Popular, indican que la tendencia alcista del mercado habría permitido a la sexta entidad española obtener 5.115 millones de no haber sido resuelto y vendido al Santander por un euro.

Otro punto importante del análisis de las cuentas del Popular es el referente a la liberalización de provisiones. El Santander tenía contabilizadas un importe de 4.600 millones de euros, siendo a 31 de mayo de 2017 las que dispone contabilizadas el Banco Popular por un total de 16.967 millones de euros. Las estimaciones de pérdidas que se presentan en el plan de negocio de esa misma fecha incrementan en 2.090 millones de euros el capítulo de provisiones, más las necesidades de alcanzar el objetivo del 50%, por lo que serían necesarios 1.331 millones de euros más. Por tanto, se contabilizaron en el capítulo de provisiones la cantidad de 19.057 millones de euros. Hay que recordar que aquéllas se cubrieron con dos ampliaciones de capital por importe de 5.000 millones y por la reducción de los dividendos a los accionistas durante la generación de dichas provisiones, así como la reducción del patrimonio neto del banco o del valor del banco que corresponde a los accionistas. Por tanto, con las provisiones contempladas por el Banco Santander en dicho capitulo, se liberalizaron 15.246 millones de euros en provisiones.

Si hiciéramos un cálculo del valor de 37.710 millones de euros, el dinero que deberían recuperar los afectados estaría del orden de 6,67 euros la acción. ¿Quién se hará cargo de devolverlo? ¿El Santander, que se está beneficiando de la compra, o quien ejecutó la resolución de un banco solvente? Eso lo decidirán los tribunales, salvo que alguno de los implicados quiera terminar con la situación y alcance acuerdos extrajudiciales, como ya reclamó el Defensor del Pueblo.

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