Cristina Cifuentes ha dimitido como presidenta de la Comunidad de Madrid en una rueda de prensa ante los medios de comunicación en la sede de la Puerta del Sol. Tras recordar la gestión, que ha calificado de “excelente”, de estos años. La ya ex-presidenta ha denunciado que la salida a la luz pública del vídeo, donde se la puede ver con un guardia de seguridad que la registra en busca de unas cremas antienvejecimiento, según ha informado Ok Diario, no es más que parte de una “campaña de acoso y derribo, una campaña que dejó de ser política para ser exclusivamente personal”.

En este sentido, y tras el caso Máster que desveló eldiario.es, no ha tenido más remedio que anunciar que lo deja, que presenta su dimisión porque “en la vida por encima de los intereses de uno, hay que pensar en los intereses generales”. Una dimisión que tiene un claro olor interno, un tufillo a caza de brujas en el seno del Partido Popular, como ha insinuado la propia presidenta en el momento del abandono. Ya la intentaron chantajear en el pasado con el vídeo, y ahora lo han filtrado para terminar de dañar su imagen y hacerla caer. No ha debido sentar bien el pulso que pensaba llevar a cabo a sus propios compañeros y compañeras de partido con la fiesta del 2 de mayo.

https://twitter.com/cifupresidenta/status/989081832435175425?s=19

Provocar la dimisión de hoy, haciéndola caer con una mancha más a su imagen, es una muestra más de cómo se las gastan dentro de la formación conservadora. En el entorno de Cifuentes se valoraba ceder el testigo el día tres de mayo, justo cuando Paloma Adrados hubiese anunciado que la fecha de la moción de censura sería el 7 de mayo finalmente. Siempre y cuando, M. Rajoy se lo hubiese pedido. Habrán pensado sus enemigos del PP que mejor no esperar a la petición presidencial y hacerla caer antes mediante la filtración del vídeo del hurto. El aroma sorayesco de la caída va a perdurar duramente un tiempo. Lo justificarán como una “razón de partido” para evitar una mayor fuga de votos hacia la otra derecha, Ciudadanos. Una dimisión que, en opinión de Rajoy, era “obligada” y que da paso a “una nueva etapa”.

Por su lado Cifuentes se ha querido despedir del cargo recordando que “esta decisión es lo mejor para la Comunidad, para mi partido, para los madrileños, para mi familia y para mí. Gracias a todos los madrileños, me voy orgullosa y satisfecha con todo el trabajo realizado”. Deja un gobierno en funciones según el artículo 24 del Estatuto de Autonomía, a la espera de que Paloma Adrados proponga al nuevo presidente o la nueva presidenta. Como ya anunciamos hace unos días el elegido, salvo sorpresa mayor, para llevar al PP hasta las siguientes elecciones será Ángel Garrido, consejero de Justicia. Un Pleno que tendrá lugar o bien el lunes 30 de abril, o posteriormente al 2 de mayo. Lo que dejaría una deslucida celebración de la fiesta madrileña. Un candidato al que desde Podemos ya le está sacando declaraciones explosivas de hace años, como cuando comentaba que COGAM y FELGTB estaban “a la altura de los que no hace tanto gaseaban a los judíos por haber crucificado a Jesús”.

Desde Ciudadanos, Ignacio Aguado se ha alegrado de la caída de la presidenta y dice que se mantienen a la espera para que “el PP presente un candidato limpio para la elecciones de 2019”, en una especie de lapsus mental porque aún falta un año y no es normal que él desee el bien a un partido competidor. Ha sido, en el entorno naranja, el presidente del partido, Albert Rivera, quien ha indicado que “con un presidente limpio” su formación ya no apoyaría a Gabilondo en Madrid.

Ramón Espinar ha dejado de lado la incidencia del vídeo para afirmar que Cifuentes cae “por el máster, por Púnica y por la corrupción del PP”. Igualmente pide que no sea otra persona de su partido la que reemplace a Cifuentes, sino “un gobierno que organice las elecciones de 2019 y una alternativa para Madrid”. Lo que quiere dar a entender que insistirán desde Podemos en que siga la moción de censura al gobierno conservador. Pablo Echenique no ha tenido pelos en la lengua al señalar que Cifuentes ha acabado por dimitir debido a un “ajuste de cuentas mafioso y bochornoso” según ha contado a Europa Press. También coincide Pablo Iglesias que “haya sectores del PP” que busquen destruir a Cristina Cifuentes, a lo que no “hay derecho” porque tendría que haber dimitido por todo lo anterior (corrupción y máster).

Desde el PSOE federal dan a entender que van a seguir con la moción de censura. Así el secretario de Cultura, Ibán García, ha manifestado que “la cloaca en la que han convertido la Comunidad de Madrid, no se limpiará con que pase el siguiente presidente y a otra cosa. Urge sacar al PP del gobierno y que una persona incontrovertible como Gabilondo desinfecte una institución contaminada”. Algo en lo que ha coincidido la vicesecretaria general Adriana Lastra al denunciar el “hedor insoportable”. Odón Elorza, por su parte, ha dicho que “es todo nauseabundo y ellos mismos han creado un escenario político que exige una regeneración democrática a fondo”. José Luis Ábalos ha señalado directamente a Ciudadanos por jugar electoralmente. Mientras, ya han lanzado en redes sociales una campaña para seguir en la senda de la moción y desprestigiar a los partidos de derechas.

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