“A día de hoy habrá que escuchar primero al director del CNI, pero no procede ninguna medida excepcional o extraordinaria” ha dicho el ministro de Fomento, y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en rueda de prensa respecto a las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein. O lo que es lo mismo, no piensan investigar a Juan Carlos de Borbón por su inmensa fortuna. Porque Félix Sanz Roldán lo único que hará es negar la mayor en su persona, esto es, negar que se haya utilizado el CNI para hacer un favor al emérito. Así pues, se podría decir que “a día de hoy” la ejecutiva federal del PSOE no es más que una “cueva de cortesanos”. Un grupo de personas que vitorean la República en mítines, actos y memorias históricas, pero que en cuanto tocan poder se olvidan de sus principios.

Principios, en efecto. Lo que se trata es de principios y por lo que se ve los del PSOE en este sentido son laxos, débiles, líquidos y pura cuestión de marketing para atontar a las masas enfervorecidas. Porque cuando hay que dar el paso adelante los principios se van por la ventana y se apoya de forma cortesana la monarquía. Piensan en ella como clave de bóveda del sistema político, cuando no es más que una rémora del pasado franquista. Ya el Borbón decía que los socialistas eran un peligro marxista en la Transición. Luego se hizo el gracioso y amable para lo que su ex-amante Corinna ha comentado en esas grabaciones, presuntamente llenarse los bolsillos participando del saqueo de España.

Mienten además desde la ejecutiva del PSOE pues ha sido el propio Sanz Roldán quien a pedido comparecer motu propio en el Congreso de los Diputados para contar lo que le afecta a él en esas grabaciones. Ábalos miente al decir que apoyan la petición del gobierno, cuando se sabe desde antes de la reunión del Consejo de Ministros que el jefe del CNI quería presentarse a hablar. Eso sí, blindado ante la opinión pública. El Gobierno, con el apoyo de la extrema derecha y la derecha extrema (Cs y PP), utilizará la comisión de Control de los Créditos Destinados a Gastos Reservados, más conocida como secretos oficiales aunque no está destinada a ello en sí. No quieren desde el PSOE que se sepa nada que pueda perjudicar a la monarquía en sí. Cortesanos al rescate de una institución que día a día está deteriorándose.

No merecen los cientos de miles de militantes del PSOE una afrenta a los principios de esta forma. Ya Pedro Sánchez paralizó durante la celebración del último congreso una modificación de la Ponencia Marco respecto a la República que habían presentado las Juventudes Socialistas. Por tanto, vuelve a mostrar que él y su ejecutiva apuestan por la Monarquía como forma de gobierno destruyendo los principios socialistas. Es complicado entender que Sánchez hable de igualdad cuando defiende que el hijo o hija de un señor será jefe de Estado por una cuestión biológica, no democrática.

Vuelve el PSOE a hacer gala de una errónea “razón de Estado” (si es que saben lo que es eso), de protección de una institución incrustada en el Estado por la acción de una dictador fascista y que, según parece, ha utilizado su situación de poder para hacer una fortuna que oculta, o para usar su cargo a fin de beneficiar a empresarios a cambio de comisiones, como insinúa su ex-amante. ¿Cómo defender la plurinacionalidad de España mediante una articulación federal si a la cabeza hay un monarca sospechoso y de parte? Los principios que dijo representar Pedro Sánchez en primarias y durante sus meses de oposición estaban impregnados de republicanismo. “A día de hoy” esos principios han desaparecido. Sánchez sitúa al PSOE de “Somos la izquierda” en la puerta de salida de lo poco que podía quedar de socialismo en el partido. “A día de hoy” el PSOE no es ni socialdemócrata, sino un partido del sistema liberal que tiene cierta conciencia social. Una democracia cristiana en sí.

¿Alguien cree que Sanz Roldán dirá algo sobre el anterior jefe de Estado o sobre el actual? No hay que ser ilusos para creer que sí. Se defenderá él, y a Ábalos, Lastra y demás ex-rojos de boquilla les parecerá bien. No será una garganta profunda o un whistleblower, como general defenderá a su anterior jefe al mando. Por tanto, la comisión de investigación de las presuntas trapacerías de la monarquía española son independientes de lo que diga el jefe del CNI. Con lo afirmado ayer ya se sabe que el PSOE se une al coro de cortesanos que defienden la monarquía, frente a lo que opinan sus propias bases del partido. Pero como dijo en su momento el ex-secretario de Organización las bases sólo sirven para pegar carteles y llenar mítines. Les hicieron creer que importaban algo, desde ayer ya saben que no, que los principios del PSOE se mueven (como la raya de Alfonso Guerra).

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