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Como ya habíamos aventurado hace unos días, el errejonismo copiaría a Podemos y al PSOE gran parte de su programa, en concreto las propuestas que puedan canalizar un mayor apoyo hacia su partido. Al leer que plagia a José Félix Tezanos o Podemos estamos utilizando esos nombres como símbolos de la capacidad del populismo de Íñigo Errejón. Respecto al presidente del CIS, el errejonismo toma cuestiones que vende como nuevas pero que son antiguas. Respecto a Podemos, toma prestado todo el armazón social. Lo dijimos hace tiempo en estas mismas páginas, tomaría prestado hasta de Ciudadanos porque realmente el programa electoral no le es necesario, incluso al movimiento errejonista le molesta tener un programa en sí.

Presentan como novedoso la reducción de las horas de trabajo semanales (hasta 32 horas por semana, que vendrían a ser cuatro días completos) cuando es algo que, cuando menos, lleva planteándose desde mediados de los años 1990s. Lo que presentan hoy ni es nuevo, ni es novedoso. Hemos utilizado a Tezanos porque, en su trabajo de sociólogo, lleva casi tres décadas investigando y analizando las consecuencias del capitalismo tecnológico y el reparto del trabajo. Podríamos haber dicho que plagian a Jeremy Rifkin, al PSOE y los sindicatos de clase de las 35 horas (total son tres más) porque también lo hacen.

La recuperación de la Nueva Izquierda (postestructuralista y no marxista) que no pudo vencer al neoliberalismo en esa lucha por la hegemonía, no es novedad, es cosa del pasado fracasado como advertimos. En el errejonismo todo es un juego de máscaras y artificios (ya lo advirtió Clara Serra respecto al feminismo), un continuo disfraz aprovechando la política espectáculo, que presenta como novedoso o bien cuestiones que llevan años trabajándose (como si se les hubiese ocurrido a ellas y ellos), o bien propuestas de otros partidos y personas a las que cambian el color del papel en el que se presentan. Errejón no es más que un peón del sistema, pero un peón que sabe disfrazarse y que no sólo piensa dejar atrás a Podemos sino devorar en cuanto pueda al PSOE. De ahí que plagie a los dos partidos.

Con respecto al plagio de las propuestas sociales de Podemos, era de esperar porque las tienen más frescas en su mente. Saben cuáles funcionan entre las personas, cuáles son  movilizadoras y cuáles no. Nada nuevo más si cabe cuando son conscientes de que el primer gran bocado lo pueden dar a esa formación. ¡Ojo! El gran bocado, no el único bocado. Ya se contó en estas mismas página que Errejón ha optado por ubicarse en el espectro izquierda porque es donde había hueco, si lo hubiese visto a la derecha no hubiese tenido ningún remilgo en hacerlo allí.

A Podemos le ha quitado parte de las propuestas sociales para dañarle por ese lado y al PSOE, más que al PSOE al pensamiento socialdemócrata, ideas muy antiguas que siguen vigentes. Ecologismo, reparto del trabajo, feminismo, defensa de la identidades subjetivas…, todo esto lleva años y años peleando por ser los principales temas a debate dentro del espectáculo alienante del sistema. ¿Qué aporta de nuevo Errejón? Nada porque sigue sin mirar a lo material. Se queda en el idealismo, en el Estado ético hegeliano, en el limbo de lo que no amenaza al sistema en sí. De ahí que su supuesto giro a la derecha, buscando incluso dañar a Ciudadanos, podría situarle en contra de la clase trabajadora.

Post Scriptum. Busquen cuestiones como la ley mordaza, la mejoras de las condiciones laborales de la clase trabajadora y demás propuestas de la izquierda… no las encontrarán. Hoy el mantra del sistema es el ecocapitalismo (que la alerta climática es importante sí), proteger la naturaleza pero sin tocar la base destructora del sistema que está destruyendo esa naturaleza, el capitalismo.

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