Advertencia: Este artículo contiene material que puede afectar a la sensibilidad de personas de izquierdas. Si prosigue la lectura tenga en cuenta que no son más que la bilis que viene soltando la carcunda.

Lo mejor del Gobierno de Coalición (pongámoslo en mayúsculas que molesta más) que han cerrado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es que toda la derecha mediática ha entrado en estado shock y está comenzando a soltar espumarajos por la boca. Una muestra de la rabia que llevan dentro desde tiempos inmemoriales y que se manifiesta de esa forma. Que en lo periodístico queda plasmado en artículos mendaces, en titulares estrambóticos y mentirosos, y que en general muestran que la carcunda mediática y política carece de ilustración alguna. Por mucho que se muestran dignos, al final se les ve el desconocimiento de la Historia, salvo la suya claro. Si en Francia los gaullistas (que gobernaron durante décadas) se llevaron las manos a la cabeza con el gobierno de François Mitterrand, con sus ministros comunistas (de los de verdad, entregados a la URSS pese a su eurocomunismo), y no pasó nada. Aquí con una dos partidos con postulados más radicales en las formas que en el fondo, seguramente vaya tan bien como en aquel entonces (recordemos que el neoliberalismo político estaba en auge con Reagan y Thatcher). Pero aceptar esto sería tener conocimientos y saber razonar, algo que en la derecha española llevan sin hacer años.

Entrando en materia de bilis y espumarajos, comenzaremos por el decano de la prensa de derechas, ABC. Desde su director Bieito Rubido que ha proclamado la llegada de la Hydra y dragones de siete cabezas por el acuerdo (él que estaba conjurado con la clase dominante para un gobierno de concentración) pasando por sus columnistas, no ha habido alguno que se haya escapado de echar espumarajos. Ramón Pérez Maura (que ha venido apoyando los asesinatos del uribismo en Colombia, como dato a tener en cuenta) se ha querido acordar del culo de Sánchez. Como está en un medio muy católico y lo leen señoronas del barrio de Salamanca ha titulado su artículo con un sinónimo: “El tafanario de Sánchez y el artículo 99” en el cual saca a colación que no haya esperado a las visitas institucionales con Felipe de Borbón para pactar cualquier cosa. Les ha dejado tan descolocados que recurren a cualquier memez. Ignacio Camacho ha sido más contundente y ha titulado: “Moncloa bien vale un ridículo”. O José María Carrascal que se preocupa por el sueño del presidente del Gobierno en “¿Hasta cuándo Pedro Sánchez?”.

En el medio monárquico y conservador han sido, comparado con los demás, hasta cuidadosos con las formas. En El Mundo han sido directos y vocingleros como sólo ellos saben ser. Sabiendo que Jorge Bustos es jefe de opinión ya marca que lo que allí se escribe. “El abrazo de la vergüenza” han titulado el editorial donde hablan de cinismo y podemización, siendo conscientes de que no saben el significado de esas palabras. ¿Recuerdan lo comentado sobre la historia de Francia? Pues en este medio (donde se permite a sus periodistas estrella inventarse entrevistas, como Javier Negre) dicen que no, que fue malo. Tergiversar la historia para acomodarla a sus propios deseos y que la realidad no les chafe su deseo de ver a Vox gobernando.

¿Habrá seguido esta línea Francisco Marhuenda?, ¿lo dudan? No lo hagan, en La Razón han seguido la línea marcada. El señor de las cloacas del PP,  Jorge Fernández Díaz, ex-ministro de Interior, ha recurrido a un tópico “Frente popular”. “Vuelta al NODO” escribe Sandra Golpe con algo relacionado con el Valle de los Caídos. Desde las caricaturas afirman que el acuerdo impedirá dormir a los españoles para acabar pidiendo, cayendo en lo estrambótico, al nuevo gobierno que ejecute el 155. Aunque lo mejor se lo ha guardado el propio director: “Todo el mundo sabe que la libertad de prensa es más firme en los regímenes totalitarios, es más sólida en Venezuela, en Cuba, es mucho mejor”. Como si le fuesen a quitar de su momio. Una estupidez pero que indica que esta derecha va a intentar por todos los medios dar la impresión de que se reducen las libertades (lo mismo que dijeron con González en Moncloa y no paraban de hablar libremente todos). Para justificarlo le dejan escribir a Julio Valdeón que los firmantes del pacto de las izquierdas son “Los enemigos de la democracia liberal”.

Aunque lo mejor ha sido el periódico más florentino de España, el de Eduardo Inda. Aquí han sacado parte de la rabia que llevan dentro (toda es imposible salvo que explotasen) y no sólo han sido los columnistas sino los titulares de las noticias. “Sánchez tendrá que arrodillarse ante Bildu” el editorial del señor de las patillas. “Sánchez e Iglesias hunden el Ibex”; “Sánchez ofrece al ERC entrar en el Poder Judicial a cambio de su respaldo a la investidura”;“Un acuerdo que destrozará la economía y reventará la unidad de España”; y así todas las salvajadas que ustedes puedan pensar. No hay una sola noticia donde el titular tenga que ver realmente con el desarrollo de la misma. Amarillismo financiado por la fracción constructora y con el claro objetivo de acabar con la izquierda en España. No con los dirigentes políticos sino con toda la izquierda.

Y esto es sólo el comienzo…

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