No se asusten, el presidente de Ciudadanos no filtró el vídeo donde aparecía Cristina Cifuentes hurtando un par de botes de crema. Los mismos que le apoyan a él y que le hacen el cerco mediático parece ser que sí lo filtraron, pero él no. De normal al pasante no se le suele dar información delicada de las altas reuniones. Y menos cuando están en juego situaciones donde están implicadas las cloacas de la política. Pero el título viene determinado por las propias palabras de Albert Rivera en la rueda de prensa que ofreció ayer: “Gracias a Ciudadanos hemos conseguido que se vaya”. Una vez más se adjudican un mérito que no es suyo sino de las cloacas y la podredumbre que está instalada en el PP. Ciudadanos no ha hecho nada, Rivera no ha hecho nada. Han sido los propios los que se han llevado por delante a Cifuentes en la cacería que la han montado. Incluso con amenazas de sacar vídeo de alto contenido erótico.

En Ciudadanos, el cuñadismo (que es la versión populista hispánica del populismo sistémico) es tan sumamente profundo que cualquier día nos contaran la historia del mundo actual gracias a las hazañas de Rivera. Porque en el PP de Madrid, y por eso sacaron el vídeo, estaban dispuestos a aguantar el tirón y obligar a Ciudadanos a retratarse en la moción de censura del PSOE. Al menos, un amplio grupo que estaba dispuesto a eso, otro grupo no. Como les pasó en Alcorcón cuando la oposición pidió la dimisión de David Pérez y Ciudadanos se negó, además pidiendo para llevarla a cabo, que apoyasen a su candidato y que les dejasen gobernar con ¡¡cuatro concejales!! Evidentemente una táctica para no dejar de apoyar a la derecha y ellos no salir dañados. En este caso no ha sucedido lo mismo. Lo que en Murcia funcionó en Madrid no iba camino de funcionar, por eso salió el vídeo. Porque en Ciudadanos, lo que podría costarle la candidatura a Ignacio Aguado, no han sabido manejar la presión de igual forma.

Eso sí, para que no parezca que los demás han tenido el mérito, sale Rivera a decir que apoyarán a Ángel Garrido porque “que se sepa, no está imputado en ningún proceso penal, ni está inmerso en una trama de corrupción”. Y no lo está. Como no lo está Cifuentes, lo que crea una paradoja curiosa cuando menos porque se han cargado, según dicen, a la presidenta que ni está en una trama corrupta, ni imputada, para poner a un señor que tampoco lo está. Carece completamente de lógica o sentido común. Una contradicción más del partido naranja. Pero ahí no finaliza lo paradójico, pues se eleva al cuadrado con la siguiente frase: “Tengo que valorar positivamente que hemos conseguido que la trama corrupta no esté en la Comunidad. Porque, si fuera por Rajoy, aún seguiría ahí. Hemos conseguido que tengan que nombrar un presidente limpio”.

¿A qué trama corrupta se refiere Rivera? Que se sepa en Madrid hay varias tramas corruptas y por ninguna está imputada Cifuentes. Ha caído por un máster que fue obtenido mediante enchufismo y amiguismo derivado de su condición pública y por un vídeo de un hurto de cremas. Nada de tramas corruptas. Pero queda mejor decir que caen en el PP por corrupción que por carencia de ética. No vaya a ser que se fijen que de ética andan escasos en Ciudadanos. Ahora bien, si había una trama corrupta con Cifuentes en el gobierno de la Comunidad, si siguen aquellos y aquellas que estaban con ella dirigiendo el cotarro ¿no seguirá entonces esa trama en el poder? Y si así fuese lo lógico sería no apoyarla como van a hacer. Como se observa contradicción tras contradicción. Pero le viene bien en esta sociedad irreflexiva porque las personas al final no dedican mucho tiempo a pararse y pensar lo que dice, en especial, Rivera.

Más amigos latinos.

Porque a Rivera le gusta disfrazar todo, o mentir que es casi lo mismo. En su viaje a Chile, tras no comentar nada en sus redes sociales, ni en su cuenta de Twitter de un encuentro con grupos vinculados al Imperio del dinero y del poder militar (EEUU), se reunió con diversas personas, un grupo de ellas son del partido Evópoli (Evolución Política) que Rivera vende como “amigos del reformismo, la lucha por la libertad y la construcción de un mundo sin barreras” (ver tuit arriba). Y allí se autodefinen como la nueva derecha liberal, aunque en cierto sentido son mucho más sociales que Rivera. Postulan, como ha dicho hace poco Felipe Kast, un seguro social (sanitario) universal y gratuito, algo que es un pecado en oídos de Sebastián Piñera o las personas con las que se reunió el día 4 en secreto (a voces). Apuestan por el matrimonio homosexual (con adopción), el autocultivo de marihuana y entienden que debe haber una Justicia Social porque existe una desigualdad muy grande de base, como ha dicho el recién elegido presidente Hernán Larraín Matte. Curiosamente son hijos, muchos de ellos de ministros y políticos de la dictadura de Pinochet, por  lo que parece una especie de parricidio político lo que pretenden. Nada que ver con la apertura turboliberal que desean quienes le han invitado a ir a Chile.

Evópoli son una especie de UPYD más que Ciudadanos. Pero Rivera no dice estas cosas, sólo reformismo (lo cual no es cierto en sí), libertad (que eso lo quiere cualquier partido político salvo los muy extremistas) y mundo sin fronteras, algo que en Evópoli sí quieren pero no en el sentido que afirma Rivera, pues ellos apoyan a las empresas chilenas para que no todo quede en manos de los capitalistas extranjeros. Y eso de que lleguen las empresas del viejo continente, apoyadas por la Unión Europea, a arrasar con el mercado chileno no hace gracia. Ese neocolonialismo lo han sufrido en Chile desde hace muchos años y se ha logrado que se enriquezcan cuatro nada más. Y con el Estado perdiendo el control sobre minerales y demás materias primas (commodities, que dicen ahora los economistas).

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