Tocaba el turno de censurar al gobierno dentro de la moción de censura presentada por Podemos y desde luego Irene Montero ha utilizado sus casi dos horas en censurar toda la acción de gobierno de Mariano Rajoy. Utilizando un lenguaje contundente, de fina ironía y con concreción de los datos, Montero ha dejado pálida a la dirigencia del Partido Popular. Ha sido una censura en toda regla que no ha dejado nada al albur de las hemerotecas. Le ha sacado los colores a la bancada popular, la cual no acostumbrada a tener que escuchar, ha interrumpido en ocasiones a la dirigentes podemita.

Corrupción. Ha habido mucha corrupción porque, pese a lo que digan Hernando o Maíllo, parece que no son casos sueltos sino que cada día que pasa aparecen nuevos corruptos en el PP. Y eso se debe, como bien explicó Montero, al sentido patrimonial que hace el partido conservador de la política. Está inserto en los genes partidistas. Una corrupción que ha servido para dopar a un partido en las diferentes contiendas electorales como ha explicado Montero. Corrupción que ha servido para vaciar las arcas del Estado mientras los españoles estaban sufriendo terribles recortes en sus derechos.

Y todo ello, como afirmó la portavoz de Podemos, con un epicentro que se establece en Génova 13, la sede del Partido Popular. Bárcenas, Gürtel, Púnica, Lezo, Murcia, Amat, etcétera, etcétera no son hechos aislados. La Omertá, ha dicho Montero, es pieza clave en el lema marianista “Orden, Unidad y Aguantar”. Pese a su extensión la portavoz de Podemos no ha querido dejar fuera de la censura ninguno de los casos del partido conservador, incluso haciendo referencia a las nuevas informaciones que involucrarían al marido de Cospedal.

Pero no sólo de corrupción vive el Partido Popular. Bajo su mandato se ha ido produciendo el saqueo de las arcas públicas mediante la actuación de la Trama, de las empresas amigas que se han ido quedando con los contratos del Estado, inflándolos, obteniendo cláusulas de salvamento, o cualquier otra utilización de lo que es de todos para provecho de pocos. Ha expresado Montero con palabras sencillas lo que significa ser parte de la coalición dominante del bloque en el poder. A costa del esfuerzo de los españoles, ha venido a decir la portavoz, se han venido lucrando los de siempre, los amigos del dinero. Mientras tanto los españoles venían sufriendo recortes y precarización. Los datos económicos quedan diluidos por la realidad social y del día a día de los españoles.

También ha contado Montero cuáles han sido las estrategias del Partido Popular para acabar con la separación de poderes. Cómo con los distintos nombramientos que han realizado, colocando a sus amigos, el Poder Judicial se ha ido plegando a los deseos del Partido Popular. Deseos que, además, han servido para intentar tapar el saqueo que han cometido desde diversos lugares de las arcas públicas.

Una lucha contra la división de poderes que también ha llegado a Parlamento, como ha recordado Montero. Todas las iniciativas parlamentarias que están siendo aprobadas por los legisladores son denunciadas ante el Constitucional en virtud de una cláusula de aumento presupuestario. “Están retorciendo la Constitución” les ha espetado Montero. Un recurso que, como bien denunció la dirigente podemita, ha obviado incluso salvedades de leyes aprobadas en las que se hacía referencia explícita a la no utilización de partidas presupuestarias. No les gusta la democracia cuando no son ellos los que mandan.

Tampoco ha quedado sin denunciar y censurar la utilización del Ministerio de Interior, especialmente en tiempos de Fernández, para acosar y acabar con la oposición política. La creación de una brigada política en manos de Villarejo, como se ha demostrado, es una más de los intentos de controlar el Estado en favor de un partido como ha remarcado Montero. O una amnistía fiscal anticonstitucional por donde mucho dinero de la corrupción, como se ve en los expedientes judiciales, habría quedado “legalizado”. En estos años, manifestó la censuradora, todo el trabajo del PP ha sido para enriquecer a unos pocos y a miembros del partido conservador.

Ha habido tiempo para la crítica, también, al PSOE y a Ciudadanos. Al final votaron para que Rajoy siguiese en el poder cambiando lo que venían diciendo en la campaña electoral. Unos arrodillándose frente al PP (Ciudadanos) y otros mediante la abstención. Todo ello porque, ha recordado Montero, la oligarquía lo había mandado y establecido ya así. Merece la pena hacer un inciso para ver cómo funcionan las cabezas de algunos diputados, en este caso diputada. Marta Rivera, de Ciudadanos, ha colgado un tuit en el que criticaba a Montero por no hacer propuestas ¡en la parte de censura al gobierno! No se enteran de verdad.

Buen discurso de Montero y, en resumidas cuentas, una censura al gobierno contundente y realista. Puede haber resultado larga en sí por la duración pero son tantos los datos que había que poner en la mesa que no quedaba más remedio que extenderse. Algunos socialistas, en distintos foros, se quejan amargamente de no ser ellos los que estuviesen en el púlpito parlamentario hoy. Pedro Sánchez tuvo la oportunidad y la rechazó.

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