El mismo día en que se conmemora la proclamación de la II República por el fervor popular, eso que en la Ejecutiva del PSOE parecen algunos dejar de lado, la Corriente de Opinión de Izquierda Socialista ha dado el paso para resurgir de sus cenizas. Tras unos años de verdadero hundimiento intelectual y partidista después de la espantada de José Antonio Pérez Tapias, parece que se recompone la unidad y el ánimo para apretar a la dirección del PSOE en un sentido claramente de izquierdas, de clase, de lucha contra el establishment, de lucha en la calle y de compromiso con el republicanismo, el laicismo y el pensamiento crítico.

Muchas caras conocidas han acudido a la Asamblea Federal de los esforzados militantes de izquierdas, que llevan más de un año intentando reactivar la corriente, como Michel Montaner, el padre del espíritu de Xirivella (quien, por cierto, el 23 de abril de 2018 presenta el libro que recoge ese espíritu en la propia Xirivella), Manuel Mata, Síndic del PSPV en Les Corts y vicesecretario general del mismo partido. O históricos del socialismo y de IS como Vicent Garcés, José Antonio Barrio, Koldo Mendez, Pepa Pellicer, Felipe Hurtado y tantos otros. Tantos como para abarrotar la sala del Comité Federal del PSOE en la calle Ferraz de Madrid. Cerca de 300 personas de los cuatro puntos cardinales de España han acudido a la recuperación de la corriente. Porque, como alguno de los asistentes afirman, la corriente ha estado secuestrada.

Imaginen los lectores que Pedro Sánchez, tras terminar su mandato, y con más de media ejecutiva dimitida, decidiese no convocar congreso federal para renovar los cargos. Y así durante más de un año. Cualquiera vería normal que lo sacasen por lo civil o por lo incivil de su despacho. Pues eso mismo ha sucedido en Izquierda Socialista, donde dos personas apoyados por dos o tres más (que por cierto han aparecido en los medios con cuestiones poco éticas) se arrogan la representación de la misma cancelado asambleas, inventando procesos que no pueden llevar a cabo, llamando cada dos por tres a Santos Cerdán para pedirle que expulse a cerca de 3.000 militantes del PSOE porque no quieren hacerles caso a ellos dos y sus 40 amigos. Frente a esto, las distintas federaciones se han unido, de acuerdo a las normas internas de funcionamiento, y han lanzado la corriente para hacer lo que siempre debería hacer, ser una fábrica de ideas de izquierdas, socialistas y pelear porque el PSOE no se escore a la derecha (lo que suele ser una tendencia cuando se huele moqueta).

En las Asamblea Federal se han puesto las primeras piedras para recuperar el espíritu que llevó a Luis Gómez Llorente, Antonio García Santesmases o Pablo Castellano, con otros muchos miles de militantes, a fundar IS frente al felipismo. Hoy es sencillo criticar a Felipe González, pero en los años 1980’s no lo era. La transformación de la sociedad capitalista,; acabar con la dictadura-de-clase y denunciar las tramas y chanchullos del establishment; luchar por la internacionalización de la lucha de los pueblos del mundo; por la visión del ser humano como eso mismo y no como una mercancía o un número; la defensa del republicanismo (con lo que implica en igualdad, justicia o libertad); la apuesta por el laicismo; el federalismo como forma más adecuada de gobierno en España (para solventar los problemas territoriales y nacionalistas de ambos lados); o aspirar a una democracia radical son algunas cuestiones que han sobrevolado la sala del Comité Federal del PSOE.

Un intenso debate sobre cómo afrontar la situación de España, del PSOE y de Izquierda Socialista en el siglo XXI que se abrió con un mensaje que dejó la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, donde remarcó la necesidad de “defender un proyecto socialista anclado en nuestros valores, pero capaz de enfrentar desafíos tecnológicos y sociales, que hace pocos años ni siquiera imaginábamos”. Desafíos como la defensa de lo que hacen en el Mediterráneo ONGs como Open Arms, los bomberos que acudieron a ayudar a Lesbos, o activistas como Helena Maleno, que han tenido su reconocimiento en la Asamblea. O retirar, de una vez por todas, la imposición del artículo 155 por parte del gobierno de M. Rajoy, que se levanten las prisiones provisionales, y se vuelva a la senda del diálogo y el entendimiento para solucionar el tema catalán. Porque, como se ha recordado, dentro de la tradición del PSOE está el reconocimiento del derecho de autodeterminación, por vías legales y dialogadas, sin duda, pero estar está.

Y, cómo no, en estos tiempos donde el PP ha desvelado su “rostro más reaccionario y de derechas”, al que hace seguidismo con toda la ilusión y conciencia del mundo Ciudadanos, la lucha por los derechos sociales de la ciudadanía, en especial, la lucha por las pensiones, remarcando su objetivación constitucional y en la legislación española. Algo que, PP y Ciudadanos obvian constantemente. Sólo usan la constitución contra otros, no en favor de la ciudadanía.

Con el canto de La Internacional terminó la Asamblea Federal de Izquierda Socialista, que en breves fechas presentará sus propuestas para un PSOE de izquierdas que pueda ganar las elecciones europeas, regionales y municipales de 2019, y las Generales cuando toque. Una corriente que no quiere ser vista como un trampolín para optar a puestos en cargos públicos, algo que se ha remarcado constantemente, y sí como una estructura partidista que no sólo proponga una fuerte y consistente propuesta ideológica de izquierdas, sino que sirva como mecanismo de vertebración de una alianza de la izquierda española. Y más en estos días oscuros en que la derecha gana en peso social y en la batalla del discurso a la izquierda. Ni está al servicio de la actual ejecutiva (aunque algunos así lo quisieran), ni al servicio de la destrucción del PSOE desde dentro, sino conscientes de ser socialistas, luchar por una política verdaderamente socialista.

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