Se hace harto complicado intentar explicar lo que ocurre en la izquierda madrileña y que no parezca un remedo de las divisiones y subdivisiones cada vez más puras de grupúsculos de finales de los años 1960s y primeros 1970s. Escisiones y más escisiones en busca de la pureza total o por un “quítame allá esas pajas”, aunque esto es más típico de lo patrio. La última decisión de Izquierda Unida Madrid y Anticapitalistas de seguir adelante con el proyecto de Madrid en Pie se suma a las posibles candidaturas de Podemos, Más Madrid y PSOE. En total cuatro candidaturas (había que ganar al trifachito según parece) para que la ciudadanía elija, más PACMA que también sobrevuela por ahí. Y pensando que el corte electoral se establece en el 5% parece que esa división del voto puede ser nefasta.

Comencemos por los que parecen más sólidos. En principio el PSOE es el partido que no tiene problemas internos, la mano de cobre de Franco ha hecho que haya una aparente tranquilidad bajo la candidatura del independiente Ángel Gabilondo. Una lista que ha salido de las entrañas de los cuadros pétreos de la socialdemocracia madrileña para contentar a todos. Las mejores encuestas les otorgan el 23, 5% que está muy por debajo del 25% obtenido en las últimas elecciones. Calma chicha en las filas del PSOE a la espera de los resultados electorales que se desean muy propicios aunque su candidatura no entusiasme ni a la propia militancia. Una candidatura donde la izquierda ha sido completamente laminada en favor de apparatchiks plagados de trienios políticos y cuya ideología bascula entre el liberalismo social y la socialdemocracia arcaica. Y que ha sido protestada por un grupo de militantes que piden ver los resultados reales y por José Quintana, que se queja del desprecio a una de las agrupaciones más activas y de izquierdas como es Fuenlabrada.

El errejonismo o Más Madrid no es que sea la panacea pero, salvo algún roce, es un grupo sólido de cuadros y caras conocidas que apuestan por una socialdemocracia menos edulcorada que el PSOE, con toques nacionalistas y populistas que intentará arañar todo el voto que pueda a Gabilondo. Tener a Íñigo Errejón como cabeza visible les puede venir bien para ganar el voto joven que la candidatura del PSOE aparta un tanto. Un 9% les asignaban en la última encuesta y podría ser mayor por su supuesta derecha y el partido con el que acabarán confluyendo, el PSOE. Ser visto como un traidor por parte de la izquierda madrileña es el hándicap del “pacto de las magdalenas”, pero tiene al establishment “progre” detrás así que el camino hacia el sanchismo queda expedito.

Podemos, pese a la candidatura de una mujer comprometida como Isabel Serra, no sabe dónde se haya en estos momentos. Esperaba que la unión con IU resultase pero a día de hoy parece desvanecerse esa posibilidad. Sufre al haberse quedado sin los cuadros más conocidos y hay hasta cierta confusión entre las personas menos al día entre si una hermana u otra siguen en Podemos. Un problema por el golpe recibido por el errejonismo con su traición por la espalda y la salida de pata de banco de IU-Anticapitalistas. Mantienen un 9% en las encuestas y es posible que suban tras las generales, pero en solitario no mucho más. El esfuerzo va a ser mayúsculo para poder recuperar terreno con los medios de comunicación cerrándoles las puertas y sin más presencia mediática o en las redes.

Y llegamos al último grupo, a los que en las redes sociales califican del Frente Judaico Popular, Madrid en Pie, o lo que es lo mismo Izquierda Unida, Anticapitalistas más algunos grupos sociales minoritarios. La decisión de Podemos de no presentar candidatura alternativa a Manuela Carmena en la capital ha sido uno de los motivos que han provocado que las bases hayan dicho que eso de juntarse con Podemos no. La militancia madrileña de IU, que no está contra el acuerdo con Podemos en términos generales porque saben es necesario para sobrevivir en términos económicos, sí ha dicho “¡basta!” en Madrid. No puede ser que por pactar con Podemos haya que renunciar a intentar tener concejales en la capital después del trato humillante de la alcaldesa. Realmente las encuestas les dan el 2,5% y no tienen posibilidad alguna de entrar en ninguna institución sin ir de la mano con Podemos. En algunos ayuntamientos ha habido acuerdo y en otro no, como ha pasado a nivel Comunidad. Han lanzado una última tentativa de unión con Podemos.

Ideológicamente Sol Sánchez y Raúl Camargo pueden tener razón. Un proceso de confluencia más abierto, más plural, más desde abajo sería lo ideal. Aquello que se intentó comenzar hace más de un año pero que el errejonismo se encargó de reventar, es lo que hoy están haciendo en Madrid en Pie. Como han explicado claramente sus portavoces, tampoco es que lo hagan en el corto plazo, saben que lo tienen difícil pero están convencidos de que hay que hacerlo así. Creen que la defensa de la clase trabajadora está por encima de ciertas cuestiones “diversas”, pero se equivocan por el contexto en el que se desarrolla. Ese 2,5% podría ser fundamental si se uniesen a Podemos. No sólo porque sería mucho más el voto sino porque, por un lado, podrían hacer más daño al errejonismo que es el culpable de todo esto y, por otro lado, afianzarían una alternativa necesaria en la Asamblea. La salida de Lorena Ruíz Huerta supuso un varapalo para Podemos del que no ha podido recuperarse porque entregó el grupo a los traidores futuros y eso se nota hoy.

En todo hay egos supinos amamantados desde el poder económico, peleas por una coma, miedo, centralismo democrático, para una izquierda de la que poco o nada se sabe de sus propuestas al final del camino. Entre uno que habla sobre la deliberación ad libitum, otro que si las cadenas de equivalencias, otra que de momento se está comiendo un gran marrón y dos o tres quisquillosos están dejando un campo precioso al trifachito. Habrá que esperar a que pasen las Elecciones Generales que alterarán los biorritmos en Madrid, pero igual ya es demasiado tarde. Los experimentos con gaseosa, pero parece que el establishment animando una traición ha dejado a la izquierda tiritando y devorándose solita. Sin unión sólo hay devastación. Un PSOE sin izquierda que sostenga la S del nombre; un errejonismo deseando ser el PSOE molón; Podemos palpándose para ver cómo es la herida; e IU-Anticapitalistas con razón pero sin cabeza. Si alguien lo entiende racionalmente, le agradeceríamos que lo explicase públicamente.

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