El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha alertado de que los «injustos y desproporcionados» aranceles impuestos por Estados Unidos a la aceituna negra española, en su mayoría procedente de Andalucía, ponen en cuestión todo el sistema público de ayudas de la Unión Europea (UE). «La situación es muy grave y Bruselas, ante ello, no puede permanecer impasible». Con esta rotundidad se ha pronunciado tras la reunión mantenida en Sevilla con el presidente y el secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Carlos Camacho y Antonio de Mora.

Sánchez Haro ha aseverado, en este punto, que el régimen de subvenciones de la UE al que se acogen los agricultores y empresas andaluzas y de toda Europa se ajustan a la legalidad y cuentan con el aval de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La «radicalidad proteccionista» de la Administración de Donald Trump, a su juicio, más allá del daño a la aceituna negra española, supone, en consecuencia, una «amenaza en toda regla» para el conjunto de las relaciones comerciales a escala mundial. «Ningún producto está a salvo», ha apostillado.

El consejero, ante el peso de este argumento, espera que, en última instancia, «impere el sentido común» y se pueda revertir un escenario «complicado y más que preocupante». Para ello, ha reiterado, «necesitamos y pedimos, porque tiene mucho que decir, toda la implicación de la Comisión Europea (CE)». Ésta, ha continuado, «ha de volcarse y ejercer, al máximo nivel, toda la presión diplomática posible sobre Estados Unidos, desde ya hasta el 10 de julio». Este día se reunirá, como ha recordado, la Comisión de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés), un segundo órgano administrativo norteamericano que será el encargado de elevar a definitivas o de revocar estas tasas.

Unos aranceles del 34,75%

Rodrigo Sánchez ha sido tajante: «No damos el partido por perdido». De hecho, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevarán a cabo una acción conjunta para exigir en Bruselas que se defienda a la aceituna negra del mismo modo que a otras producciones como la del acero. Para el consejero es una «barbaridad» que la Administración estadounidense, lejos de retroceder, haya elevado ahora hasta el 34,75% (un 60% más) los «injustificados» aranceles (un 14,75% antisubvención y un 20% antidumping) aplicados a la exportación de este producto, que «no persiguen otra cosa que dotar a determinadas empresas californianas de una ventaja competitiva para acceder a ese 30% del mercado norteamericano que ocupa el sector andaluz».

Al margen de los perjuicios para Andalucía, Sánchez Haro considera que la política del Ejecutivo de Donald Trump acabará perjudicando a Estados Unidos. «La solución no es plantear un sistema proteccionista, que puede tener sus beneficios a muy corto plazo pero que a medio y largo plazo es un error garrafal ya que lleva a la ruina de la industria y el comercio», ha apostillado en este sentido.

Si los aranceles se confirman como una medida definitiva, el «varapalo», ha apostillado el titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, sería «enorme» para Andalucía, en la medida en que supondría la salida de las empresas de la aceituna de mesa de la comunidad autónoma del mercado norteamericano. El sector, compuesto por 8.000 trabajadores y 300 sociedades, genera dos millones de jornales y exporta a Estados Unidos por valor de unos 70 millones de euros anuales. El impacto sería de 350 millones, ya que la vigencia de estas medidas es de cinco años. El periodo se puede prorrogar, además, durante un lustro más, lo que podría duplicar las pérdidas, que alcanzarían en ese supuesto los 700 millones de euros.

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