La verdad es que la “malvada casta”, el establishment, la clase dominante o el bloque en el poder (como ustedes prefieran llamarlo) para odiar y no querer a Podemos tiene a su dirigente máximo todos los días en televisión. No es cuestión de control por parte de una fracción determinada, porque los intereses de toda la clase dominante están representados en los medios de comunicación, que Pablo Iglesias esté en televisión día sí, día también. No es cuestión de que el control de George Soros de una parte de los medios propicie que salga. Nada es lo que parece y todo sirve para el mismo fin, revitalizar al propio sistema, la autopoiesis sistémica gracias Iglesias, especialmente si puede dañar al actual inquilino de La Moncloa. Un dos por uno completo llevándose por delante a los partidos de izquierda.

Las quejas sobre la persecución de la clase dominante a la formación morada son constantes (y tienen razón en los movimientos del periodo Rajoy), no paran de decir que el Estado profundo les acosa y quiere verlos acabados porque levantan miedo a los poderosos. Ayer en televisión insistió sobre el tema Iglesias que, como sólo entiende el mundo desde la centralidad de su propia persona, desperdició una oportunidad de criticar la Ley Mordaza. No lo hizo porque la defensa de la clase trabajadora “vende” menos que la victimización (recuerden que los postmodernos han establecido que las víctimas siempre tienen la razón, aunque sean falsas víctimas), algo que ha debido comentar con Albert Rivera, otro que busca siempre aparecer como víctima. Afirmó que a los diputados del PSOE no les acusaban y que a ellos sí por ser una trama que persiste de persecución a Podemos. A los diputados socialistas no les acusan porque no van a las manifestaciones/protestas y no se encaran con los policías. Por culpa de la Ley Mordaza una jueza puede acusarlos, algo que es más grave que la supuesta persecución. La cual no parte de la clase dominante pues son necesarios para distribuir su propia carga ideológica.

Muchas quejas pero Iglesias ha podido hablar, como hacen todos los días a todas horas los pocos fieles que le quedan en Podemos, todo el tiempo que ha querido, de todos los temas y en un ambiente relajado. Con buena parte de la derecha mediática siendo amable con él para poder atizar al presidente del gobierno. Ha podido presentar su visión de lo que ha sido el proceso de negociación. Y eso que se le ha olvidado decir que para sentarse a negociar lo primero de todo fue asegurar la vicepresidencia de Irene Montero, la heredera del trono podemita. ¿Son ciertas las palabras de Iglesias sobre ese tiempo pasado? Son su forma de ver lo que ha pasado, como Pedro Sánchez ha contado la suya. Ni completamente falsas, ni completamente reales. Eso sí, lo de ministerios con poca chicha (Igualdad y Sanidad no lo parecen) no se sostiene, la verdad es que, como se ha filtrado, se han pasado de frenada pensando que no eran ciertas las palabras de Sánchez sobre que no habría nueva propuesta de ministerios.

También le han permitido desde los medios de la clase dominante decir que lo que le preocupa en estos momentos son las cosas que afectan a las personas. Algo que le han aplaudido a rabiar desde la derecha, aun sabiendo que es parte del cinismo de Iglesias. ¿Cinismo? ¿Hipocresía? Sí en tanto en cuanto durante las negociaciones de julio los problemas de las personas ni les importaron, ante una propuesta programática del PSOE respondieron que cargos. Ante una petición de Alberto Garzón para acordar un programa de Gobierno para empezar respondieron que cargos. Ante la insistencia de los Anticapitalistas de no entrar en el gobierno y pactar un duro acuerdo programático respondieron que cargos. Y justo ahora, cuando se camina hacia unas elecciones generales, Iglesias recupera lo programático ofreciendo una muestra más de la hipocresía que tiene por ideología. “Mi, me, conmigo” como lema hasta que hay que aparentar tener conciencia social. Normal que el profesor Jaime Pastor, que lleva décadas de lucha en las calles, vea con claridad que solo le interesa el poder y los cargos.

Eso sí, parece que Íñigo Errejón ha pasado a ser “esa persona de la que usted me habla” y que lo que haga le importa poco. Lo curioso es que para desviar la atención, y nadie de ese establishment mediático se lo ha negado, es que ha mentido sobre la historia del PSOE afirmando que también tuvo sus escisiones por la izquierda. Ha citado, como pueden ver en el vídeo, a Alonso Puerta y a Pablo Castellano. Ninguno de los dos se escindió para fundar el PASOC, partido que es la transformación del PSOE (histórico) de Rodolfo Llopis (el secretario general más longevo y que la Fundación Pablo Iglesias ignora en sus celebraciones, por cierto) tras el XI Congreso en el exilio de 1972. Alfonso Guerra peleó en los tribunales para que no llevase ese nombre en las elecciones y hubieron de cambiarlo por dos ocasiones. Puerta llega al PASOC tras denunciar un caso de corrupción y no haber permitido que Felipe González fuese el número uno de la lista de Madrid al Congreso Extraordinario. Se la juraron y le dieron, nunca mejor dicho, puerta. Lo mismo sucedió con Castellano al que expulsaron en 1986 del PSOE siendo uno de los portavoces de Izquierda Socialista. No hubo traición, sino patada en las posaderas a quienes molestaban por ser más de izquierdas. Que de haber sabido la historia, y eso que se jacta de variopintos conocimientos, incluso podría haber hecho más daño a Sánchez afirmando que en el PSOE suelen acabar con las posiciones más izquierdistas.

No se puede quejar de estar bajo la sospecha continua en los medios de comunicación que controla la clase dominante porque salen con bastante más asiduidad, hasta resultar cansinos algunas veces, que otros partidos. Son junto a Ciudadanos los más cansinos y habituales de los programas televisivos, el problema es que esa presencia no la sepan utilizar en beneficio propio. Al ser productos manufacturados por la propia clase dominante viven al día cuando la política requiere más visión a largo plazo y de conjunto. En Podemos todo se reduce realmente a tres o cuatro proclamas y a estar en diversas protestas, por más estrambóticas que sean, pero olvidando lo dicho a la mañana siguiente. Como mucho hacen una pregunta gubernamental y a otra cosa. Curioso que los que más han insistido en temas y acciones legislativas ya no estén como diputados o senadoras de Podemos. En muchas ocasiones incluso ocultando sus trabajos en favor de los elegidos por Iglesias. Pero no será que no aparecen en televisión y tienen a numerosos opinólogos (aunque sea más adecuado el termino doxósofo del pensador Pierre Bourdieu) y columnistas de su parte día tras día. Para ser unos desheredados de la clase dominante bastante aparecen, de hecho no han dejado de aparecer. Lo que les molesta es no aparecer y que todo el mundo se rinda a sus pies por llevar la verdad revelada en su seno. Les molestan las críticas y por eso vetan y mandan a sus grupos de trolls al ataque.

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