En un correo electrónico recibido por Emilio Saracho el día 1 de junio de 2016 al que ha tenido acceso Diario16, se le remite al entonces presidente del Banco Popular un análisis de la evolución de la acción y de las posibles causas que estaban causando el descenso del valor de la sexta entidad financiera del país. Los acontecimientos posteriores demuestran que no hizo ni caso.

El email fue enviado por Carlos Berastain, director de Relaciones con Inversores y Agencias de Rating y comienza así: «En respuesta a la petición que nos acaba de hacer Miguel, os resumo de manera lo más ejecutiva posible, nuestra percepción y posible justificación (sobre la base de las preocupaciones que recibimos de inversores/analistas/agencias) entorno al comportamiento reciente (y de hoy) tanto de la acción como de ambas emisiones de AT1. La acción cae actualmente un 16% (0.514€/acc.) con 148 millones de volumen, y con los AT1 cotizando a 58% (11.5%) y a 52% (8.25%)».

A continuación, Berastain hace mención a una serie de puntos que estaban afectando negativamente en el valor de la acción del Banco Popular. Sorprende, principalmente, que se hace mención a soluciones para el banco que Saracho ocultaba al Consejo y a algunos de sus directivos:

Como podemos comprobar en este fragmento, Berastain indica que el hecho de que no se esté anunciando una ampliación de capital estaba dando una imagen al mercado de que ni siquiera con esa operación corporativa el Popular podría salvarse, lo que hacía mucho más vulnerable el valor al ataque de las posiciones bajistas, principalmente de BlackRock y de Marshal Wace.

Sin embargo, tal y como publicó Diario16 en exclusiva, Saracho en esas fechas ya tenía conocimiento de que había interés por parte de varios de los más importantes bancos de inversión del mundo en acometer la ampliación de capital para el Banco Popular, garantizando, en algunos casos, los 2.000 millones de euros. Hay que recordar los correos cruzados entre Saracho y el director financiero, Miguel Escrig, en los que éste la confirmaba que Deutsche Bank estaba «positivo» de cara a la ampliación. Esa valoración de una entidad como la alemana no se produce de un día para otro sino que lleva un tiempo de conversaciones previas y de análisis de los datos del banco.

Si Saracho hubiera lanzado un mensaje al mercado de que la ampliación se iba a acometer y que estaban barajando las ofertas de esos bancos de inversión, el valor en bolsa no se hubiera resentido del modo en que lo hizo ni, por supuesto, se hubiesen producido las salidas de depósitos masivas que provocaron la crisis de liquidez que fue la causa principal de la resolución.

Este correo electrónico da muchas más claves que veremos en próximos artículos.

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