El nuevo servicio de autobuses urbanos de Lorca, puesto en marcha la pasada semana no ha tardado en recibir las críticas frontales de la oposición en el Ayuntamiento lorquino.

El portavoz socialista David Romera ha hecho una valoración de la puesta en marcha el pasado uno de septiembre del nuevo sistema de transporte urbano tras la utilización in situ del mismo en hora punta del mediodía.

El balance de los socialistas es rotundo: un «fiasco» fruto de la «improvisación y la falta de interés por crear un modelo atractivo y competitivo propio de una ciudad moderna y sostenible», ha afirmado Romera. Los socialistas han comprobado que hay «una serie de autobuses de segunda mano por ahí dando vueltas que van absolutamente vacíos, aun en hora punta, porque la población no se ha enterado que se ha puesto en funcionamiento el nuevo servicio puesto que no se ha realizado ninguna campaña de información ni sensibilización por parte del Ayuntamiento». Muchos vecinos se han sorprendido de ver los nuevos vehículos «sin saber muy bien por qué estaban circulando, hacia dónde iban y qué servicio prestaban», aseguran .

Romera ha destacado que sigue sin haber información en las paradas pues ésta se limita a un cartel con colores especificando las líneas, horarios de salida y poco más, lo que resulta poco práctico para visitantes y personas mayores, habiendo muchas paradas donde tal cartel ni siquiera se ha colocado o permanecen los horarios de la concesión anterior.

Tampoco se han recolocado las marquesinas eliminadas por las obras de regeneración en La Viña o San Cristóbal ni se han colocado nuevas allí donde éstas no existen por lo que los usuarios tienen que permanecer de pie, bajo el sol o la lluvia; no se ha diseñado un plano general con el trazado de los itinerarios de las diferentes líneas y los edificios y servicios públicos que quedan próximos; tampoco en las paradas se han colocado indicadores de conexión entre las diferentes líneas ni hay información individual de cada una de las líneas como ocurre en toda ciudad de cierta categoría (itinerario, paradas, conexiones, horarios); no se informa de las incidencias que en los itinerarios oficiales están provocando las obras de regeneración urbana ni de los itinerarios alternativos. Igualmente no se han instalado los paneles electrónicos prometidos que informan a los usuarios del tiempo que resta para la llegada del próximo autobús y algunas marquesinas están sucias como la existente en la céntrica Plaza de Colón.

Respecto a los autobuses, Romera ha indicado que «todos son de segunda mano», que en su interior tampoco existe información alguna de las nuevas características del servicio que debía de ser análogo al existente en las paradas, y que no existe el servicio de megafonía que debía anunciar la llegada de la próxima parada con objeto de guiar a los usuarios, especialmente los que proceden de fuera de Lorca. Indicó también que para las líneas que conectan el centro de Lorca con el Castillo o el Casco Histórico, se está utilizando un vehículo monovolumen, con las limitaciones que esto supone.

Las deficiencias también tienen que ver con la frecuencia de los autobuses, puesto que para la línea principal que atraviesa toda la ciudad se ha puesto una frecuencia de 30 minutos cuando desde siempre ésta ha sido de 20, y que la línea del Casco Histórico debía tener una mayor frecuencia durante las mañanas puesto que es el centro administrativo y comercial de la ciudad. También lamentan desde el PSOE que todas las líneas partan del Óvalo de Santa Paula lo que va a obligar a los lorquinos a realizar continuos trasbordos, que núcleos tan importantes como La Hoya se hayan quedado fuera cuando existe una línea que va hasta el Polígono de Saprelorca, y que queden desconectados los Barrios Altos, la nueva zona de equipamientos de Sutullena y las estaciones de ferrocarril y autobús.

En lo que se refiere a los aspectos formales, a muchos lorquinos les ha llamado la atención que en los carteles de promoción del nuevo servicio se haya colocado una imagen de la Catedral de Murcia, que no tiene nada que ver con Lorca aun contando la ciudad con grandes edificios monumentales como la Colegiata de San Patricio que nada tiene que envidiar a la catedral murciana.

Para el Grupo Municipal Socialista el nuevo sistema de transporte público urbano de autobuses puesto en marcha siguiendo el modelo del Partido Popular en Lorca es «un fiasco, una decepción porque el PP no apuesta por los servicios públicos» después de las expectativas creadas. Lo que ha entrado en funcionamiento el pasado 1 de septiembre «no está a la altura de las necesidades ni dimensiones de una ciudad de la importancia de Lorca» puesto que «no mejora el sistema anterior, contraviniendo lo previsto en el Plan de Movilidad Urbana, por lo que sigue sin ser un servicio moderno, cómodo, funcional ni atractivo para que los lorquinos vuelvan a coger el autobús, dejen el coche en casa y se desarrolle un modelo de ciudad más equilibrado y sostenible». De ahí que el pasado viernes día 1 en plena hora punta los niveles de ocupación en paradas y autobuses sean llamativamente bajos cuando las calles de Lorca aparecen atestadas de vehículos privados.

Izquierda Unida va más lejos y ha acusado al PP de incumplir su programa electoral con los nuevos itinerarios de autobús. Gloria Martín ha desmentido que el Ayuntamiento haya creado ocho nuevas líneas de autobús urbano puesto que las de Campillo, Marchena, Río y Cazalla ya existían, tal y como puede comprobarse en la web del Ayuntamiento, aún sin actualizar. De ese modo, sólo la de Tercia es de nueva creación en lo que respecta al transporte público en pedanías.

Para Martín resulta “ridículo” que los itinerarios que conectan el casco urbano de Lorca con estas diputaciones sólo se realicen “dos días a la semana”. Además, los nuevos itinerarios del autobús urbano de Lorca vuelven a discriminar de manera clamorosa a los vecinos de las Tierras Altas, de las pedanías del sur y de la costa, que seguirán sin este servicio pese a las promesas electorales del PP.

El Partido Popular se comprometió a crear “líneas regulares que unan la ciudad con todos los ejes cardinales del municipio de Lorca, incluyendo pedanías y núcleos residenciales, por lo que incumplen de manera flagrante sus promesas y discriminan a miles de vecinos cuyas necesidades son sistemáticamente ignoradas por el equipo de Gobierno municipal”, afirmó Gloria Martín.

El programa electoral del PP para 2015 decía textualmente que se establecerían líneas regulares de autobuses “con todas las pedanías del municipio” y hacía una alusión específica a las Tierras Altas, al complejo residencial ‘Torre del Obispo’, a Almendricos, La Escucha y La Campana y a las pedanías del Sur, cuyo servicio sería reforzado “en época estival para incentivar a la población a visitar las Playas de Lorca”, según dijeron.

“Nada de eso se ha cumplido”, ha denuncia Gloria Martín, como tampoco la potenciación de los mercados tradicionales de diputaciones, ni la conexión entre la ciudad y los polígonos de Saprelorca y La Hoya para incentivar a los trabajadores a que utilicen el transporte público y alivien el tráfico que se genera al utilizar el vehículo privado en la Autovía A7.

Tampoco se han implantado “paradas inteligentes”, informando de los tiempos previstos de llegada, por lo que los ciudadanos seguirán “a ciegas” a la hora de utilizar este medio.

Gloria Martín ha exigido al PP que cumpla con sus propios compromisos electorales en materia de transporte público. También ha pedido que los vehículos que se incorporen a la flota sean ecológicos, es decir, que utilicen energías alternativas como hidrógeno o gas natural comprimido para disminuir la emisión de gases contaminantes, debido, entre otras cuestiones, a que Lorca “ostenta el triste récord de contaminación por Ozono de toda Europa”.

Por último, Gloria Martín ha censurado que el PP haya optado por una nueva privatización del transporte público y por un modelo que está muy lejos de ser “justo, equitativo, cómodo, ágil, barato, eficaz y sostenible”, y en cuyo diseño “no se ha dado voz a la oposición municipal”. En ese sentido, lamentó la “falta de valentía” del equipo de gobierno municipal del PP que ha preferido “perder la gestión directa de un importante servicio público mediante una concesión que conlleva riesgo de incumplimiento de las condiciones pactadas y de deterioro y precarización tanto del propio servicio como de las condiciones laborales de los trabajadores”.

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