A medida que vamos teniendo acceso a documentos confidenciales relacionados con la operación que finalizó con la compra del Banco Popular por un euro por el Santander, documentación que mucha gente de importancia de este país pretendía mantener oculta para que no se descubrieran las entrañas de toda la estrategia de rescate del Santander. Sin embargo, el trabajo de todo el equipo de investigación está logrando a acceder a esos documentos que demuestran cómo la operación era algo diseñado con mucha anterioridad.

El día 3 de junio, sábado, un día después de las comunicaciones del despacho de abogados de referencia del Santander en las que se indicaba claramente cómo debía actuar el Popular en el momento de la resolución, se inicia el Proyecto Confidencial Hipócrates, el proceso por el que se comunica a Bankia, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Banco Santander que va a producirse la resolución de una entidad de crédito, un proceso por el que se les invita a realizar ofertas por dicha entidad. Repetimos: día 3 de junio.

Todo comienza en una reunión de la Comisión Rectora del FROB celebrada el día 3 junio y en la que se adoptan «las normas de procedimiento para la venta de negocio de la entidad como instrumento de resolución». Para no mencionar al Banco Popular, le denominan Hyppocrates. En el documento del Fondo de Reestructuración se indica que el proceso se inicia por la «decisión de la Sesión Ejecutiva de la JUR relativa a la venta de Hyppocrates dirigida al FROB […], en su artículo 1, aprueba el lanzamiento inmediato por el FROB del proceso de comercialización, recogiendo la posibilidad, para ello, de que el FROB reciba apoyo de asesores externos».

A continuación, en el documento del FROB se indican los requisitos para la selección del adjudicatario. En primer lugar, se incide en el hecho de que todo el proceso deberá «ser transparente, en la medida de lo posible, teniendo en cuenta las especiales circunstancias del caso y, en concreto, de preservar la estabilidad financiera».

En segundo lugar, se presenta como objetivo fundamental del Proyecto Hipócrates «deberá ser la maximización del precio» de venta de la entidad.

En tercer lugar, se afirma que el proceso no deberá «conferir ninguna ventaja injusta a ningún potencial interesado», algo que cada día que pasa se demuestra que no fue así.

Finalmente, se dictamina que el «FROB tomará las medidas necesarias para evitar conflictos de interés».

Para que el proceso de comercialización del Popular antes de la resolución que ya estaba determinada desde el día 3 de junio, tanto el FROB como la JUR colaboraron en la evaluación de las ofertas, las negociaciones con las partes y la selección de la «oferta preferida». El Fondo de Reestructuración tenía la autorización para:

Dentro de esta colaboración entre la JUR y el FROB aparece en este documento la sumisión jerárquica de la entidad española frente al organismo europeo puesto que la Junta Única tendría la última palabra en lo referente a los acuerdos de no confidencialidad, la carta del proceso, todos los documentos provistos a los interesados para que presentaran su oferta por el Popular y la carta de consentimiento que se entregaría al banco que realizara la mejor oferta.

El FROB inició el envío de las comunicaciones al día siguiente, día 4 de junio, domingo, a través de un asesor independiente, del que hablaremos en próximos artículos, pero que, casualidad o no, tiene sus oficinas en el mismo edificio que la sede del Banco Popular, es decir, en el Edificio Beatriz, en el mismo lugar donde Emilio Saracho acudía a su despacho, en el mismo lugar donde se celebraron las reuniones del Consejo de Administración del Popular.

La importancia de este documento estriba en la fecha y en las coincidencias temporales. Esa reunión de la Comisión Gestora del FROB se produce 24 horas después de que desde el despacho de referencia del Santander se enviaran al secretario del Consejo de Administración del Popular las instrucciones para declarar la inviabilidad del banco y los protocolos de actuación para el «Día R», es decir, el día de la resolución. Sin embargo, ese mismo día 3 de junio se recibió la oferta para ampliar capital por 4.000 millones de euros por parte de Barclays Bank. Aún no se habían producido las fugas masivas de capital por un valor de 14.000 millones que se hicieron efectivas a partir del lunes 5 de junio. Lo que sí había ocurrido había sido el anuncio de CaixaBank, a través de Criteria, de que Isidre Fainé había destinado 4.000 millones para entrar en la subasta del Popular y, según ha reconocido el protagonista, la oferta de ampliación de capital por parte de Antonio del Valle.

Este día 3 de junio la resolución del Popular ya estaba decidida. Sólo quedaba crear un escenario que diera una pátina de legalidad a la entrega de la sexta entidad financiera española al Santander por el menor precio posible.

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