No solemos escribir de los neofascistas por no darles publicidad pero alguna vez hay que poner en solfa las salvajadas que suelen proferir en los medios de comunicación de ese establishment que tanto les pondera y apoya. Porque esto hay que dejarlo claro desde ya, los medios de la Caverna mediática, ya saben ustedes cuáles son aunque se disfracen de progres, están apoyando a Vox por indicación de los poderes económicos. Así, una presentadora sin escrúpulos y en busca de la carroña como Susanna Griso encantada que está de llevarles a su programa a que lancen sus mensajes de odio y de incultura. Porque no es que sean neofascistas, neofranquistas o estúpidos, es que súmenle a eso la incapacidad mental que manifiestan continuamente, con unos discursos sacados del pasado cavernícola del que parecen haber surgido.

Iván Espinosa de los Monteros, secretario de Relaciones Internacionales de Vox ha tenido su momento de gloria en Antena 3 (cadena cavernaria donde las haya) pronunciando alguna frase antológica como “algún día tendríamos que estudiar si tienen derecho a estar en el juego político a los que no creen en la unidad de España o no renuncian del marxismo, que tantos muertos ha dejado en la historia”. Como les pasa a sus amigos del trifachito Casado y Rivera, los neofascistas quieren prohibir los partidos independentistas, nada nuevo, pero es que esta persona quiere prohibir los partidos marxistas. Lo primero, antes de entrar en más detalles, es que partidos que se consideren marxistas en España deben quedar dos, el PCE y PCPE, por lo que no se sabe bien a qué partidos se podría estar refiriendo. Si lo hacía por Podemos, cabe decir que son laclauianos o neogramscianos como mucho. Marxistas poco, es mucho más parafernalia que realidad. Podría ilegalizar Izquierda Socialista que es la corriente marxista del PSOE, lo cual sería hacerle un favor a la dirección actual. Pero partidos marxistas per ser no quedan. Es que no quedaban ni en 1986.

La estupidez del neofascista que suelta las frases según le vienen a la cabeza sin saber lo que dice, sino recurriendo a algún eslogan de años pretéritos de una época donde el totalitarismo campaba a sus anchas. “La conjura judeo-masónica”, “el peligro marxista” y así todas las cantinelas para personas de bajo coeficiente o no instruidas. Pero un señor que dice haber estudiado y trabajado en EEUU, sabe perfectamente que el marxismo es ¡un método de análisis! Un simple método de análisis (dividido en materialismo histórico y dialéctico) de la realidad que confronta el ocultamiento pernicioso del sistema capitalista y la explotación inherente al mismo. De ahí pueden surgir dos ideologías principales como son el socialismo y el comunismo. Esto por simplificar. Así que Espinosa de los Monteros no quiere que los marxistas participen en política y que sean expulsados de las universidades será la siguiente propuesta. Claro que no se sabe bien si se refiere a los marxistas, marxista-leninistas, maoístas, trotskistas, posmarxistas, neomarxistas, marxistas analíticos o marxistas estructuralistas. Debería especificar un poco Espinosa de los Monteros para que las personas que utilizan esa metodología sepan a qué se refiere.

Y si es por muertos, podríamos decir que el positivismo ha matado más que el marxismo. Incluso el racionalismo y el empirismo han generado muchísimas muertes. Y todos estos métodos los podríamos vincular al capitalismo y al liberalismo, pero no se nos ocurre decir que el positivismo mata. Algún cafre que se dice positivista puede matar. Pinochet era adorado por liberales y mato mucho y de forma sangrienta, pero era capitalista eso sí. Y así la mayoría de dictadores que aún quedan encima de la faz de la Tierra. Una estupidez como otra que demuestra que los neofascistas no son más que la cara autoritaria del establishment y que lo que desean es una España donde los poderosos campen a sus anchas y la mayoría esté dominada por el puño de tipejos como esta gente. Un odio a las personas que piensan diferente y que quieren una vida diferente como el que mostraban hace años unos señores que iban con una cruz gamada en el brazo.

El fascismo español, el antiguo, era antiliberal porque era tradicionalista, pero además sus dirigentes eran cultos. Unos cafres como lo eran los socialistas y comunistas de la época, pero tenían dos dedos de frente. José Antonio Primo de Rivera, Dionisio Ridruejo, Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma o Rafael Sánchez Mazas comparados con esta gente de hoy eran casi premios nobel. Lo curioso es que estos neofascistas son tan estúpidos que no se dan cuenta de que sus propuestas entrañan una gran contradicción, ese supuesto tradicionalismo es destruido por el neoliberalismo que defienden. España está perdiendo valores no por culpa de los relativistas de la izquierda, que salvo “algunos”, no es que esté poblada sino que tiene otros valores, sino por culpa del liberalismo. Es más el intento homogeneizador del Imperio para poder imponer su estilo de vida es lo que está destrozando las ciudades. Cuando la izquierda lucha contra la turistificación es justo para que no destruyan el alma propia de las urbes. Y justo en eso los neofascistas no dicen nada, creemos porque no saben ni de que se está hablando ya que las dos neuronas no conectan siempre, o porque son liberales. La tradición española la destruyen los neoliberales precisamente.

No es que defiendan la tradición, por ejemplo los toros no son rentables para los empresarios de plazas porque ya no va casi nadie y si no fuera por lo público ni existirían, eso no es más que apariencia. Como lo militar cuando no saben ni lo que es un “chopo”, ni un “chusco”. Ni que se hagan pasar por católicos, buena reprimenda les ha echado el arzobispo de Granada, les convierte en seres morales. Es todo mentira para poder llegar al poder. Una vez que se vio que Ciudadanos no servía para frenar a la izquierda, sacaron al bicho de las tres cabezas neofascista. Y como demuestra que se critique a las personas por su forma de vestir, como ha dicho el anteriormente citado respecto “a los sucios, coletas y asquerosos de izquierdas”. Es una forma de inocular odio al contrario y demuestra el elitismo de quien lo profiere. Para estos neofascistas la única tradición es que ellos sigan en la élite española por derecho divino. Así, Beatriz Talegón, como es de izquierdas, es la “Lewinsky” de Puigdemont. Y las suyas son mujeres perfectas que obedecen al hombre (“como debe ser”). No defienden, ni quieren defender al pueblo, ni quieren una sociedad mejor, sólo forrarse y aplastar a ese pueblo. Y usted que lee esto es el siguiente.

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