Desde que Pablo Iglesias convenciese a Íñigo Errejón para que fuese candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, los poderosos han visto un hueco por el que poder meter una cuña dentro de Podemos. Ya se decía antes de Vistalegre II que Errejón era “el bueno” e Iglesias “el malo”. O que eran como Epi y Blas los más amables. El temor que generó la llegada al hemiciclo de la carrera de San Jerónimo de la formación morada entre el establishment, tanto como para potenciar antes de ese desembarco a la derecha naranja, provoca que hoy, cuando las primarias de Madrid están en juego, ese bloque en el poder se ponga del lado de Errejón.  Con tal de hacer daño a Podemos, a Iglesias y al poder movilizador de la formación política aprovechan y le dan sitio en sus diferentes medios. A él, a su número dos y a alguna más.

Desde que se negoció una lista unitaria, sin los “anticapis” que dijeron que no participaban de este proceso tan dirigido, el establishment ha volcado sus esfuerzos en apoyar a Errejón y atacar al “pablismo”. No fue fácil convencer a muchos y muchas activistas de Podemos de que Errejón era bueno para el movimiento en Madrid. Y justo cuando la gente acepta a regañadientes, el apoyo “carismático” a Iglesias es obvio, apareció el famoso documento de Carolina Bescansa. Lo que supuso, no sólo que Iglesias se reuniese con Errejón y Ramón Espinar para acordar la lista, sino tener que convencer otra vez a muchas personas. Y para colmo sitúa como número dos a Tania Sánchez, más diálogo y tratar de convencer… hasta un límite como veremos. Y mientras los poderosos encantados, dos piezas que les vienen genial para intentar amaestrar a Podemos. Convertir a la formación morada en la IU de Llamazares o Lara, con una versión más juvenil con Errejón.

Tampoco ayuda el propio candidato con su “competición virtuosa” que consiste en no asustar a los de arriba mucho, en llevarse bien con los demás partidos del hemisferio izquierda y en dialogar para que los comunicantes vacíos puedan utilizarse entre varias formaciones y generar un proceso hegemónico. O dicho en cañí: “ser un socialdemócrata (de mierda)”. Algo que encaja con lo postmoderno y liberal de El País, lo molón de El Independiente, lo contingente de Onda Cero y así hasta llegar a OK Diario (realmente, aquí ya no se llega porque este medio nació para acabar con todas las versiones de Podemos por mandato del Ibex-35).

Desde hace unas semanas casi todos los medios del establishment, también los más a la izquierda como Público (el Granma de Podemos) o eldiario, no hacen más que alabar y sacar en su portada a Errejón y copartenaire Tania Sánchez. Hasta una entrevista en La Sexta Noche que provocó no pocas malas reacciones dentro de Podemos porque, parafraseando las palabras de Ortega y Gasset, “esto no es así”. Es más, si las bases moradas se movilizan para sacar adelante a los candidatos más pablistas, desde el establishment actúan denunciando esas operaciones, como sucedió ayer en El Independiente (muy errejonista últimamente) con el artículo “Un sector de Podemos se moviliza para ‘excluir’ a Errejón de la lista para Madrid”. Que hay un sector, más o menos pequeño, que desea eso es cierto, pero dar a entender que está siendo dirigido es más incierto. Eso sí, desde la supuesta “oficialidad” sí se mueven para que sus candidatas y candidatos estén más altos en la lista porque saben que habrá movimientos. O al menos esperan que los haya si se incluye a IU, Equo, movimientos sociales e, incluso, a algún “anticapi”. Nada nuevo y que no sea habitual en los partidos políticos.

Monedero a frenar las intenciones del establishment.

Frente a ese poder del establishment y esa blandura de la competencia virtuosa ha surgido la figura de Juan Carlos Monedero. Sabe el profesor de Teoría del Estado cómo se las gasta el establishment, y sabe cómo se juegan las partidas de cartas en el seno de los partidos, por ello ha decidido, de forma velada en algún caso, tomar parte desde la distancia. Cuando Errejón comenzó a ir hablando de su candidatura a la Comunidad de Madrid, Monedero le hizo alguna recomendación en su columna de Público. Veía bien el perfil menos combativo, o radical, de Errejón “siempre y cuando no se parezca excesivamente a Gabilondo […] ¿cómo que Podemos no quiere molestar a los de arriba?”.

La última advertencia la ha hecho durante su programa La Frontera y la reproducción del monólogo en Público el día 10 de mayo de 2018 (ver vídeo adjunto). Al final de la reflexión que hizo, afirma Monedero: “Porque si Podemos le ríe las gracias al PSOE, aunque sea virtuosamente, ¿quién demonios va a construir una ciudadanía crítica? ¿O vamos a tener que hacerlo todo entre El Informal, Broncano y La frontera?”. Hablaba el profesor sobre seguir la lucha contra un PSOE, diciéndole que casi no es de izquierdas como mecanismo de movilización, porque si se ríen las gracias, si se llega a la competición virtuosa de Errejón, el camino es caer en una derrota tremenda frente a la derecha, que últimamente está muy crecida con los sondeos. Y para ello hace falta una ciudadanía activa. La cual difícilmente se activará con el proyecto sosainas de Errejón. Podemos tiene que ser Podemos, venía decir, esté Íñigo o esté Lorena. Un primer toque de advertencia para que Errejón y los errejonistas no crean que el proyecto de Madrid es sólo suyo. Y un aviso a navegantes de los medios de comunicación para que sepan que se estará vigilante.

Claro que Errejón tampoco es que ayude mucho en ese empecinamiento del populismo laclauiano. En una reciente entrevista en otro de los medios fuertes del establishment, Onda Cero, decía el madrileño: “Cada vez los españoles tienen más dificultades para situarse en el eje derecha-izquierda”. Le faltó decir, por eso hay que hablar de pueblo que incluye a todo el mundo para lograr la hegemonía frente al establishment. Que eso de la casta parece que se ha ido olvidando. Una cosa es que haya multitud de posible identificaciones, identidades diversas y personas multidentitarias, pero de ahí a decir que las personas no saben situarse en el eje derecha-izquierda va un trecho. Como se suele decir, si dice que es de centro (como Albert Rivera) es que es de derechas. Confundir sujeto de transformación (que puede ser plural) con autoubicación en el eje no es propio de Errejón. Para ganar a gentes de la derecha de Podemos, utiliza los significantes vacíos para que quepa mucha gente, el problema es que la propia pluralidad de enfoques pueden hacer que el significante pase de vacío a inútil. Ante esta deriva es la que acude Monedero.

Y también para apoyar a personas que él considera como muy competentes y que, producto de la paciencia y las ganas de no hacer una batalla inútil de Iglesias, han quedado por debajo en la lista. Al ser un sistema extraño que premia a los que están más arriba al votar, Juan Carlos Monedero (ver tuit) quiso apoyar a Maby Cabrera Sevilla (que se patea las calles bastante); a Ana Domínguez Rama; a Dina Bousselham (colaboradora de vez en cuando de Diario 16 y defensora de las mujeres racializadas); a Elena Sevillano; a María Espinosa (a la que el PP quería sancionar por decirles la verdad); o a Carolina Alonso. “Confío mucho en las mujeres de Podemos que quieren tanto salir del PP que no dan cheques en blanco. No sumamos si no somos nosotros mismos. Adelante” escribió Monedero. Segundo aviso indicando que si se giraba hacia posiciones más blandas (como el soft power que intentan vendernos para enmascarar el imperialismo), Podemos perdería la esencia de lo que es. Y no puede haber proyecto válido sin esencia, sin esa garra de dar miedo a los de arriba, como vienen haciendo las mujeres en España.

Pues este tuit molestó a los errejonistas que salieron corriendo a decir de todo a Monedero. Desde patético hasta cosas más fuertes. Lo gracioso es que algunos y algunas de los que le atacaban no hace mucho estaban en el PSOE, sección aparato. Pero bueno, convertidos los quiere el señor. El caso es que se quiere ver como una maniobra perpetrada desde la dirección contra Tania Sánchez principalmente, cuando realmente no hace falta animar mucho a las bases para que no la aprecien, especialmente en Madrid. Monedero, en lo que pueda influir, lo que pretende es que mujeres con las que comparte calle muchos días no se queden debajo de la lista por mor de negociaciones de despacho. No es la primera, ni la última, vez que Monedero ha dicho que a votar y lo que digan las bases, que esto es democrático y hay que aceptar la victoria y la derrota. Así que es normal que haga campaña por “las suyas” y no por las demás. Ya hay medios de comunicación que promueven (¡Qué raro!) libros de otras candidatas a la que no hacían caso no hace mucho. Todo para que Errejón tenga su equipo y así dañar a Iglesias. O eso pretenden, porque la gente de Podemos es más inteligente de lo que piensa el establishment. Eso sí, igual se cobran sus venganzas, es así de terrible la democracia.

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