Henchido de gloria porque el Supremo dice que el máster se lo regalaron pero no pueden juzgarle, algo que no ha comprendido que tiene un componente ético y no legal, pero en el PP son seres amorales. Recapitulemos. Henchido de gloria, Pablo Casado se ha lanzado a sentar cátedra, sin tener titulación eso sí, sobre la democracia y los caracteres de las personas que habitan en distintas regiones. En este caso se ha centrado en Andalucía donde ya se huelen elecciones regionales en breve. Por ello ha acompañado a la ejecutiva de Juan Manuel Moreno Bonilla y les ha ofrecido un discurso sorprendente.

“Llevamos 40 años con un gobierno socialista, algo que es inédito en todas las regiones europeas (Creo que hay otras dos regiones que en el último cuarto de siglo no han conocido otro partido). Esto es una anomalía. La democracia representativa se basa, en uno de sus pilares, en la alternancia política. ¿Qué pasa que los andaluces sois de peor condición? ¿No tenéis la capacidad aunque sea de equivocaros, experimentar, probar otras siglas políticas, otras ideas…?” ha expresado Casado. Y lo ha dicho sin rubor y sin pensar. Y ahí está el problema, que el señor Casado cuando no lleva el discurso escrito desde casa (Génova), no piensa y suelta lo primero que se le ocurre. Aunque lo que se le ocurra sea insultar a la ciudadanía andaluza.

Para Casado los andaluces son de peor condición porque no han cambiado mayoritariamente de voto en favor de una gran mayoría del PP. Recordemos que Arenas sí logró ganar unas elecciones, pero no alcanzó la mayoría absoluta y gobernó una coalición PSOE-IU. Por tanto, los andaluces sí han cambiado su voto, pero no todos los que Casado querría. Pero de ahí a afirmar que la ciudadanía andaluza es de peor condición, aunque sea mediante una pregunta retórica, que por mor de ser retórica es una afirmación, hay un gran trecho. Y ese trecho es el del insulto, la zafiedad, la mendacidad del presidente del PP. Un personaje amoral que va dando lecciones de ética, porque de estética no puede, mediante el insulto.

Luego acude el mamporrero de turno, que en el caso andaluz es Juan Manuel Moreno Bonilla (que pasó de sorayista a casadista en media hora), a decir que el conservador no ha mentido. Así le manda a la presidenta de la Junta de Andalucía que “no entrecomille palabras que Pablo Casado no ha dicho. Eso es mentir. Intuía que no le iban bien las cosas, pero no que iba tan a la desesperada”. Pues no señor Moreno Bonilla, el entrecomillado de “peor condición” sí lo ha manifestado su jefe. No puede tapar la grabación que todo el mundo puede escuchar. Y no sólo ha dicho que los andaluces son de peor condición por votar al PSOE, sino que les ha negado tener capacidad de elección. De ser presos del socialismo andaluz. De carecer de opinión propia. Señor Moreno Bonilla, se puede tener un desliz pero si dos frases que van unidas tienen una misma lógica es que hay una intención. Y esa intención en el caso de Casado es insultar a los andaluces. O atizar su amor propio, pero confundiendo los términos y las formas.

Por eso no extraña que haya salido Susana Díaz a defender Andalucía de injerencias que más parecen ser las del señorito madrileño que acude a la finca los fines de semana y que se cree con todo el derecho a caciquear. “Señor Casado, si quiere ganarse la confianza de los andaluces y las andaluzas, empiece por no insultarnos. No somos “de peor condición” por no votar al Partido Popular. Rectifique y discúlpese, pero no con el PSOE, sino con todos los que vivimos en esta tierra” ha dicho la presidenta de la Junta. Pero no obtendrá respuesta de quien carece de moralidad alguna y se piensa que es el elegido de los dioses de la historia para llevar a España a volver a ser imperial o algo por el estilo.

Y no sólo miente Casado sino que carece de conocimientos sobre democracia. Dice en sus frases que sólo hay un par de regiones como mucho que llevan tantos años como Andalucía bajo un mismo gobierno (recordándole que en Andalucía hubo un gobierno de coalición PSOE-IU). Y al menos hay tres con sólo mirar los estados federales alemanes. Baden-Wurtemberg tuvo un gobierno de la CDU, los amigos de Casado, desde 1953 hasta 2011. La CSU (los otros amigos de Casado y conservadores) lleva gobernando Baviera desde 1947. Sajonia está gobernada por la CDU desde la reunificación alemana. Renania-Palatinado está gobernada por el SPD (socialdemócratas) desde 1991. O el Sarre desde 1999 es CDU, como la Comunidad de Madrid lleva siendo gobernada por el PP desde 1995. No suele suceder pero no es tan anómalo como quiere venderlo. Y eso no impide que sea más o menos democrático.

Y no, una de las bases de la democracia representativa no es la alternancia en sí. Al no ir a clase pasan estas cosas, que te suenan las cosas pero careces del conocimiento real. La posibilidad de alternancia, que no la alternancia en sí, es una de las características de la representación. Se puede dar o no. Pero no deja de ser un gobierno democrático. Lo principal es que la mayor parte de las capas de la ciudadanía estén representadas en la cámara. Que hay un reflejo más o menos fiel de la sociedad en la cámara de representantes. Esa es la base y el pilar. Y puede ser con muchos partidos o pocos. Pero esto es como hablar a una pared, si no quiso aprender cuando podía ir a clase y no iba por estar en el trasteo político, ahora va a ser complicado que aprenda. Es de todos conocido que si el PSOE (o cualquier partido de izquierdas) gobierna mucho es porque la democracia es mala, está manipulada, etcétera. Cuando gobiernan ellos y ellas, se llega casi a la perfección aunque utilicen el dinero público para financiarse, pagar campañas electorales, comprar voluntades y demás. Señor Casado discúlpese con los andaluces y andaluzas por haberles insultado de mala manera.

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