Rafael Ramírez, actual Representante Permanente del régimen chavista de Venezuela en Naciones Unidas e imputado en una decena de causas por presuntos delitos de corrupción vinculados a la petrolera estatal del país caribeño PDVSA, reside en Ávila desde hace varios meses, más concretamente en la suite del lujoso Hotel Palacio de Los Velada, ubicado frente a la catedral de la ciudad castellanoleonesa.

El ex presidente de la estatal Petróleos de Venezuela PDVSA aloja también a su equipo de asistencia y vigilancia en otras cuatro habitaciones del lujoso recinto. Allí recibe protección directa de un diplomático y diputado del Partido Popular, por órdenes directas de Moncloa, según ha podido confirmar Diario16 en fuentes del Partido Popular, en la mañana de hoy.

También el presidente de la Cámara de Comercio de Ávila, David Sahagún, ejerce estas funciones de protección del alto dignatario venezolano de un régimen, el chavista, muy criticado por el Gobierno de Mariano Rajoy, que, tras la liberación este pasado sábado del líder opositor Leopoldo López, ha vuelto a evidenciar la doble vara de medir del ejecutivo español respecto al conflictivo asunto de Venezuela.

Un diputado y diplomático popular protege la estancia del dirigente chavista en Ávila a instancias de Moncloa, durante el tiempo que reside en España ya que alterna residencia en USA

Leopoldo, el padre del líder opositor Leopoldo López, recién liberado por el régimen de Maduro, reside también en España desde hace meses y ha encabezado una campaña mediática a favor de la liberación de su hijo con el claro apoyo del Gobierno de Mariano Rajoy y de otras formaciones como la de Albert Rivera. A día de hoy, se desconoce si el progenitor del opositor al régimen chavista conocía o no la cobertura que el ejecutivo español viene prestando en España desde hace meses al presunto corrupto del régimen de Maduro Rafael Ramírez y su corte de ayudantes y testaferros instalados en Madrid desde el 2014.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela junto a Rafael Ramírez

Los hombres de plena confianza que están moviendo los intereses económicos del dirigente chavista en España, a través del despacho de abogados de Alfonso Garrido, ubicado en la calle Miguel Ángel de Madrid, son inversores, empresas, fondos de capital riesgo y asesores jurídico-financieros instalados en el barrio de Salamanca con los que ya trabajó durante su etapa como ministro de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y que en España están dedicados a sectores como el inmobiliario, el ocio, los medios, deportes o alimentación. Incluso por medio de familiares como Baldo Sansó o Nervis, cuyo nombre apareció citado en el caso del Banco de Madrid por presunto blanqueo de capitales y cuya implicación fue desestimada un año después por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.

Ramírez, a través del despacho de Alfonso Garrido y de diversos testaferros venezolanos (que tienen prohibida su entrada en Venezuela por estar reclamados por la Asamblea Nacional) instalados en España desde 2014, está adquiriendo presuntamente inmuebles en urbanizaciones de lujo como La Moraleja madrileña, con dinero procedente de Hong Kong vía Luxemburgo y destino final en España, una ruta del blanqueo similar a la que presuntamente utilizan otros contratistas venezolanos que remiten también a la petrolera PDVSA, hoy asentados en España e Italia, que igualmente operan con empresas interpuestas ubicadas en Londres y Moscú.

Desde hace unos años, tras la muerte del expresidente de Venezuela Hugo Chávez en 2013, han llegado a España millones de dólares convertidos en euros traídos por antiguos altos cargos y colaboradores del régimen chavista y por empresarios que se enriquecieron al amparo de la “revolución bolivariana”.

Rafael Ramírez y Hugo Chávez

La “espantada” se produjo ante el temor de que Nicolás Maduro quisiera sustituir la “corte” de Chávez por la suya propia. Sus temores demostraron estar bien fundados ya que el heredero comenzó a sustituir personas claves en la organización del régimen por leales suyos capitaneados todos ellos por Diosdado Cabello, un antiguo militar, que representa el rostro duro del madurismo.

El primero en caer fue el hombre que acumulaba más poder tras Hugo Chávez, Rafael Ramírez, quien fue vicepresidente económico y, sobre todo, presidente de la petrolera estatal PDVSA, la enorme fuente de la que manaban millones de dólares que se repartían entre él y sus compinches a su antojo.

Por eso el primer objetivo de los maduristas era tomar el control de la petrolera, para lo que destituyeron a Ramírez de todos sus cargos y le nombraron ministro de Asuntos Exteriores, cargo en el que estuvo apenas seis meses. Luego fue enviado como embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, en Nueva York, lo que le desplazaba absolutamente del poder y del área de influencia del régimen y le otorgaba una cierta protección ante la acción de la ley.

Pero esa circunstancia no ha impedido que varias agencias de lucha contra el crimen de EEUU –FBI, lucha contra las drogas, DEA, Seguridad Nacional y las fiscalías de Nueva York, Washington, Missouri y Texas– le hayan abierto investigaciones, según reveló en su día el rotativo estadounidense The Wall Street Journal.

En noviembre del año pasado la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela (con mayoría de la oposición a Maduro) ya señaló en un informe a Ramírez como responsable político de la corrupción en PDVSA. Posteriormente el Tribunal Supremo, controlado por los maduristas  de ese país declaró nula la actuación.

Destino Madrid

Antiguos chavistas y algunos de sus conmilitones pronto empezaron a dejar huella en España, principalmente en Madrid, donde comenzaron a adquirir inmuebles de alto valor y objetos de lujo, que exhibían sin pudor ni elegancia, y se convirtieron en asiduos de los restaurantes más caros de la capital, en los que destacaron por el elevado consumo de champán francés a ciento cincuenta  euros o más la botella.

Incluso alguno de ellos invirtió en medios de comunicación, en lo que se ha interpretado como un intento de protegerse y de paso como elemento de proyección social.

Esta entrada y circulación masiva de dinero ha alertado a algunos empresarios españoles tras comprobar cómo se alteraban al alza los precios de algunos inmuebles y negocios en venta ya que los propietarios del dinero chavista no empleaban mucho tiempo ni esfuerzos en adquirir lo que les interesaba, rompiendo las reglas del mercado establecidas e incluso generando dumping.

Y todo ello en medio de la gran crisis que sufrían los españoles, principalmente en 2013 y 2014, y que acabó millones de empleos y generando un subempleo ya crónico.

Un banco muy activo

Una de las entidades financieras venezolanas, con vínculos potentes en el gobierno de Maduro y en la PDVSA de Ramírez, más activa sobre todo en movimientos de fondos, es el Banco Activo presidido por José Antonio Oliveros Febres-Cordero, que ocupó el pasado año los primeros puestos de la actualidad al desvelarse vínculos con los Papeles de Panamá una presunta estafa inmobiliaria denunciada por un diputado de la oposición venezolana.

La Tabla

“Banquero tras la «ley-estafa» aparece en los Papeles de Panamá. Uno de los directivos del Banco Activo, señalado por el diputado del PSUV, Elías Jaua, de estar detrás de un plan de estafa a través de la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), aparece mencionado en los llamados «Papeles de Panamá» como accionista de una firma offshore.

Se trata de Giancarlo Pietri Velutini, quien aparece vinculado como socio de la compañía Luxury Group, Inc, creada en la jurisdicción de Panamá en diciembre de 2009, y que actualmente se desempeña como director principal del Banco Activo”.

En los medios de ese país caribeño se reveló el pasado 2016 que el Banco Activo, financió la “campaña voraz de Primero Justicia y Acción Democrática” para las elecciones del 6 de diciembre, y que a cambio ellos (oposición) prometieron entregar los urbanismos de la GMVV.

“El diputado a la Asamblea Nacional Elías Jaua (PSUV, Miranda) – continúa- señaló al Banco Activo de estar detrás de una “estafa” en el contexto de la Ley de Propiedad de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Según ha podido saber Diario16, el presidente de dicho banco viaja con gran frecuencia a España disponiendo ya de una residencia en el barrio de Salamanca. Al mismo tiempo informan a nuestro medio fuentes muy solventes de que es muy bien recibido, en todas sus vistas, en uno de los primeros bancos españoles, muy activo también en los últimos meses.

Antes realizaron estas mismas operaciones en Miami, donde sus movimientos son seguidos de cerca por la organización “Venezolanos perseguidos políticos en el exilio” (Veppex), que hace públicos todos sus extraordinarios movimientos. Incluso un antiguo miembro de los US Marshals, Toby Roche, trabaja ahora como investigador privado para organizaciones venezolanas, del tipo de Veppex.

Estalla Banco Madrid

Y con ellos llegó el primer escándalo: Banco Madrid, una pequeña entidad propiedad de la andorrana Banca Privat d’Andorra (BPA), que pronto llamó la atención del Servicio de Prevención y Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac), dependiente del Ministerio de Economía. Este servicio elaboró un informe que envió a la Fiscalía de allí la actuación de la ley con el resultado de la intervención de la entidad madrileña y su posterior liquidación.

Todo esto produjo inconvenientes y perjuicios a muchos españoles de honrado comportamiento y que tenían sus capitales depositados en Banco Madrid y que tras la intervención vieron perder muchos de sus activos.

Según los investigadores, se había diseñado una completa estrategia cuya finalidad era la de captar fondos procedentes de actividades delictivas y que buscaban en el banco español su blanqueo.

Entre los nombres que la investigación reveló estaban los del cuñado de Rafael Ramírez, Baldo Sansó y su primo hermano Diego Salazar, además de otros ya mencionados en relación con el caso del Banco de Madrid y de ex dirigentes del gobierno de Venezuela como el ex viceministro de Seguridad Ciudadana, Alcides Rondón, o el ex director de Seguridad del régimen, Carlos Luis Aguilera.

Nota: el contenido de este artículo ha sido modificado y enriquecido con la inclusión de una serie de datos contrastados a los que hemos tenido acceso a lo largo de la mañana de hoy.

 

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