Los servicios de inteligencia anti-yihadista que funcionan en España están entre los mejores del mundo. Gran parte del personal que luchó contra el terrorismo etarra ha pasado a trabajar contra el terrorismo yihadista. Además, se ha formado a numerosos agentes de los cuerpos de seguridad del Estado en esta materia, incluso aprendiendo árabe, para poder tener controlados a los posibles terroristas. De hecho, se han producido cientos de detenciones de presuntos comandos yihadistas durante lo que se lleva de año.

Son conocedores en los cuerpos de seguridad que frente a un lobo solitario todo se vuelve más complicado, pero frente a células preparadas y con planes de acción, se tenía una mayor seguridad de poder interceptarlas. Por eso, según cuentan fuentes de Interior, ha habido cierta sorpresa ante el atentado de Barcelona y su réplica en Cambrils. Desde dentro del Ministerio se han puesto a trabajar tanto en la captura y ramificaciones del atentado como en analizar qué fallos de seguridad han podido ocurrir para que una célula se les haya escapado.

La operación, según se van recopilando datos, estaba preparada para causar más muertes e impacto mediante la utilización de bombas de fabricación casera. Se quería explosionar la furgoneta, u otro vehículo según nos indican, para causar mayor daño. Esta situación hace preguntarse a los expertos de Interior cómo es posible que una célula tan grande se haya podido escapar a ojos de los distintos servicios de inteligencia que operan (Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra). No es posible que las órdenes a la célula, que aún han de verificar si es una o dos (Barcelona y Cambrils), se hayan transmitido sin poder haberla captado antes. Y si esto fuese así, “es urgente” verificar qué canales y qué personas son las implicadas en ello.

Nos cuentan que Barcelona siempre ha estado entre los posibles lugares de un atentado terrorista del Estado Islámico y que las cuestiones relativas a bolardos o parapetos se habían discutido pero que no son, en sí, el gran problema. Se temen que la coordinación de los distintos servicios de información haya fallado por “alguna de las patas”. Quieren valorar perfectamente dónde se encuentra el error para que no se saquen conclusiones políticas. “La seguridad nunca puede ser garantizada al 100%”, afirman esas mismas fuentes, pero si el fallo se ha producido en la coordinación e intercambio de información se estaría ante una quiebra de seguridad “muy grave”.

Con el telón de fondo del proceso independentista que existe en Cataluña, se quiere desde el Ministerio de Interior ir con paso firme pero con cuidado. Entienden que el terrorismo es una lacra pero no quiere provocar, de ningún modo, una disputa política entre distintas administraciones y que ello pueda ser utilizado políticamente. Lo primero son las víctimas y luego verificar el fallo de seguridad que se puede haber producido. Por ello han destacado en Cataluña a destacados miembros del contraterrorismo yihadista para trabajar en coordinación con todos los cuerpos de seguridad.

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