El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha criticado la campaña del Instituto de la Mujer (IAM) de la Junta de Andalucía #NoSeasAnimal durante una entrevista concedida en Onda Cero. Se desmarca de esta forma el dirigente naranja del apoyo de sus compinches andaluces que hasta el momento no han expresado crítica alguna. Para Rivera los piropos si son respetuosos y “no ofenden a nadie” cuentan con todo su favor. Entiende que no todo debe ser regulado, que hay que dar margen social, se entiende, para que la moralidad se abra camino per se.

Hace un día que la campaña #NoSeasAnimal fue lanzada por la Junta de Andalucía para luchar contra “una forma de violencia de género socialmente aceptada, que normaliza el papel de las mujeres como objetos sexuales, y que en algunos contextos deriva en las agresiones y abusos sexuales” como ha reconocido Elena Ruiz, directora del IAM. También ha querido recalcar que el acoso callejero no deja de ser una práctica abusiva en la que “el hombre hace uso de su conducta machista para creerse en el derecho de tratar a las mujeres como objetos sexuales, normalizando así una situación de vulnerabilidad que a veces deriva de agresiones y abusos sexuales”. Por ello, ha añadido Ruiz, la campaña “pretende concienciar sobre ese machismo, más propio de los animales que de las personas”.

Sin embargo, Rivera ha querido justificarse al comparar el piropo con cuchillos, al decir que estar contra el piropo es “como estar a favor o en contra de que existan los cuchillos, si son para matar a alguien no y si son para cortar la carne, sirven para algo”. Y ¿para qué sirven los piropos? Para halagar según el dirigente de Ciudadanos: “si los piropos son para halagar y respetan a todo el mundo no se me ocurre cómo se pueden prohibir y si son ofensivos me parece bien que se puedan denunciar”.

Para Rivera, al final todo se reduce a un problema de educación más que de regulación, así espera “que la gente tenga mucha más educación y respeto, para que cada uno pueda hacer lo que quiera y si ofende se pueda utilizar la ley para denunciar”. Olvida la propia paradoja de sus palabras el presidente de Ciudadanos. Si puede denunciar es que existe una regulación para ello. Pero es más, ¿en qué punto cabe la ofensa o sentirse halagada? No lo explica porque, en el fondo, tiene una concepción carpetovetónica del piropo. Una concepción machista que, como quieren prevenir en Andalucía, está inoculada en la cultura patria y que da poca importancia a la cosificación de la mujer como un objeto sexual más. Una cosa a la que se puede piropear igual que se la puede comprar su vientre para tener hijos.

Alguien que defiende los vientres de alquiler, que son la mayor explotación mercantilista y cosificadora de la persona, llevándola a una completa alienación social, es normal que vea en el piropo algo bello y hermoso. La cacería de la mujer mediante el piropo defiende Rivera. Pues, contra lo que lucha la Junta, es contra esa parte machista que tiene poco de adulación o halago y que es la manifestación del poder del hombre sobre la mujer por tratarla como una cosa más a poseer. Igual que un coche o un traje. Es posesión patriarcal lo que se esconde detrás del piropo, caiga bien o mal a la persona contra el que va dirigido. Y esto en Ciudadanos, como atestigua su presidente, parece que no lo entienden.

“Si uno es liberal hay que compartir ambas cosas, el derecho de las mujeres y también el derecho a la libertad de hacer lo que a uno le dé la gana; no me gusta prohibir las cosas, me gusta pensar que vivo en un Estado de Derecho que solo prohíbe lo que es delito y el resto se puede hace” ha querido terminar Rivera. Una falsa libertad que invade el derecho de la mujer a no ser vista como un objeto de caza que es lo que denuncia el IAM. Pero ya es conocido que en Ciudadanos sólo ven la vida como una pura mercantilización, por ello son los nuevos apadrinados del establishment.

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