Es mentira cada palabra, cada sonido por gutural que sea, que sale por boca de cualquier cargo político de Ciudadanos. Evidentemente, quien más mentiras dice es Albert Rivera, de ahí su manía de tocarse la nariz, pero el resto no le va a la zaga. Si uno mira  a las conspiraciones inventadas verá a Juan Carlos Girauta defendiéndolas sin sonrojarse. Si es sobre acuerdos económicos verá como Toni Roldán aparece para intentar colarnos que el despido libre beneficia a la clase trabajadora, perdón clase media-trabajadora. Si es una mentira organizativa saldrá José Manuel Villegas para impertérrito decirnos que es lo más normal del mundo. Y claro, si hablamos de Andalucía, Juan Marín dice mentiras cada vez que habla. El caso es que se ríen de los andaluces (y los españoles) todo lo que quieren y les dejan los medios del establishment.

Rivera y sus jefes de cuadrilla en la secta naranja no están intentando vender un pacto mentiroso, porque no se puede llevar a cabo en la mayoría de sus propuestas, que va a regenerar Andalucía y lo primero que hacen es subirse el sueldo entre un 20% y un 50%. Acusaban a Susana Díaz de despilfarrar y ellos comienzan poniéndose las botas. Piensen que las putas de Faffe costaron unos 15.000 euros y la subida de sueldo de estas personas costará algo más de 20.000 euros de media por persona. Alguno, con poca ética eso sí, podría pensar que salía más barato para el bolsillo del andaluz de a pie lo otro. Porque la verdad es que sí que van a salir más caros, y con la misma indignación ética, los acuerdos entre Ciudadanos y PP para gobernar la Junta de Andalucía. Por mucho que digan que van a reducir la administración paralela un 50%, como intentan colocar vilmente desde algún periódico cavernario como El Mundo, la verdad es que han dicho que sólo quitarán aquello que estimen oportuno. Puede ser que un 50% o un 10%, especialmente si tienen mucha gente que colocar. Y haberlas haylas. Se ríen de los andaluces con las típicas mentiras, casi fake news, que colocan en los medios de comunicación amigos (casi todos).

Lo mejor ha sido la pillada que ha realizado The Cádiz Post a Marín, Elena Sumariva (la antigua empleada de la joyería de Marín), Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo en la estación de Jerez debatiendo sobre… la presencia de Adelante Andalucía en la mesa del parlamento andaluz. La semana pasada apareció Rivera, bien que presionado desde Europa no motu proprio, diciendo que jamás pactarían con populistas. Ni de derechas, ni de izquierdas. Y ahí lo tienen. Los “peligrosos populistas bolivarianos iraníes comunistas rojos de mierda” de Adelante Andalucía negociando con los dirigentes de Ciudadanos. Algo que, según nos confirman, sabían perfectamente en la calle de Alcalá. Por tanto, ser ríe de España en general Rivera porque sí pacta con los populistas cuando le interesa. ¿Será esto un paso previo al pacto con los neofascistas de Vox? Posiblemente porque si es una estrategia para doblar el brazo al PSOE-A, con quien ya han tanteado cargos en la mesa, no saben con quién se están jugando los cargos. No va a ceder Díaz así como así pudiendo esperar a que se estampen.

Se ríe Rivera pero como de política entiende poco, sabe mucho de sectas y de controles aeroportuarios, le hacen gracia las amenazas de Santiago Abascal. No entiende Rivera, porque no hay meninges suficientes, que Vox no tiene nada que perder y mucho que ganar si se repiten elecciones en Andalucía. Ellos no van a ser culpables porque nadie ha querido negociar y pueden acusar al PP y a Ciudadanos de ser unos traidores a España, con bastante razón por cierto dentro de los parámetros de la derecha. Como sucede con el PSOE-A, Abascal no tiene porqué apoyar la candidatura de Juan Manuel Moreno Bonilla y el acuerdo con Cs de forma gratuita. No hay ninguna razón lógica, pues su programa es corto pero claro, para hacerlo y no sacar ningún beneficio. Y como parece que le van a aplicar el cordón sanitario, pactando con los “rojos” de Adelante Andalucía, Vox puede llenar la buchaca de cientos de miles de votos más. Ya lo ha advertido en Twitter.

Sabe Rivera que tiene un mullido colchón mediático que le protege de todas las estupideces que hace y las sandeces que dice, pero también es verdad que Vox tiene sus acólitos en la prensa más rancia y cavernaria de donde Ciudadanos se ha nutrido bastante bien. Había medios de comunicación que tienen, o tenían, prohibido hablar mal de la formación naranja a sus redactores. Igual eso cambia y es seguro que muchos, que llevan aguantando muchas tonterías demasiado tiempo, se la devuelven a Rivera y su elenco de corifeos. Vox es claro en sus planteamientos, siempre lo han sido los grupos fascistoides, y se pueden reír de Rivera y Marín porque saben que ganarían más que perderían. Porque, de repetirse las elecciones, quitarían aún más votos a PP y Cs en Andalucía. Con tanto blanqueamiento en los medios de comunicación ya se han roto, en algunos casos, los ascos a meter en la urna el voto de Abascal.

Lleva mucho tiempo en la formación cuñadista riéndose de los españoles e inoculando el odio y el mal. Si Rivera hubiese leído a Hegel sabría cómo funciona la dialéctica. Pero como no lo ha hecho, ni lo hará en su vida pues no tiene esa capacidad, pues no aprecia la negatividad de su postura, esa antítesis que les estallará en las narices cuando menos se lo espere. Girauta a lo mejor sí lo leyó, pero como era para ligar tampoco parece que lo entendiese, ni a Hegel, ni a Feuerbach para aprender el otro movimiento dialéctico que les afectará. Pues al ser ellos como secta política lo negativo, el mal, deberá ocurrir algo que sea la antítesis positiva que acabe por anular ese odio. Vamos que ni con la dialéctica negativa, ni con la positiva tienen salida. Así que más vale que dejen de reírse porque, aunque ellos no lo sospechen, España les tiene mucho asco en general. Por mentirosos, cuñados, chulos, malas personas y cansinos. E igual la primera en la frente se la dan los andaluces a los que tanto daño hacen y de los que se burlan día a día.

Propuesta 85 sobre personas transgénicas

(Y cuando creíamos que lo habíamos visto todo, PP y Cs nos sorprenden con la defensa de las personas transgénicas, esto es, mutadas genéticamente. Igual han estado viendo alguna película de mutantes y les ha dado pena… porque para las cúpulas dirigentes la realidad no existe en sí. Viven en sus paranoias, Eso o que son estúpidos y como no saben del tema querían poner transgénero y no saben)

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