Rosa Díez a un paso de Vox

Cualquiera puede comprender que con la edad algunas personas pueden ir moderándose o haciéndose más conservadoras, de hecho lo extraño el camino contrario. En el caso de Rosa Díez no es que haya una moderación sino que a más mayor más odio destilan sus palabras y sus reflexiones. Desde que se pegó un batacazo enorme en sus deseos de ser secretaria general del PSOE en 2000 comenzó una deriva hacia posiciones extremistas de derechas que nada tenían que ver con su vida política anterior. Desde que se afiliase al PSOE del País Vasco y a la UGT en 1976 estuvo saltando de cargo en cargo hasta su portazo en 2007, cuando fundó UPyD. Hoy parece más cercana a Vox que a cualquier posición más socialdemócrata.

Lo último ha sido defender al partido neofascista y calificar de inconstitucional a Pedro Sánchez: “Pues el más inconstitucional es ese señor que se llama Pedro Sánchez y vive en la Moncloa, para que su mujer y las niñas puedan pasar las Navidades en Moncloa. Porque él quiere cambiar la Constitución y particularmente el artículo 2, que es inviolable porque consagra la libertad para todos y la unidad de la nación española”. Estas palabras las firmaría cualquier persona que se sitúe más allá de esa imaginaria frontera del centro. De hecho es lo mismo que dicen a todas horas Pablo Casado o Albert Rivera, aunque igual se denota mucho más odio por parte de la pensionista vasca. Ella que estuvo en un gobierno con el PNV y no quiso que el PSE lo abandonase a pesar de estar negociando el Pacto de Lizarra. Luego intentó vender que lo que ella quería decir es que con los nacionalistas no se podía ir a ningún lado. Poco más le faltó decir que Redondo Terreros se había vendido a ETA o algo así. Pero a la señora no le gusta que España pueda ser plurinacional, justo ella que es vasca y ve en su día a día a personas que no se sienten españolas. Ahora el PNV es un peligro y todo porque pacta con Sánchez, como pueden ver en el tuit de abajo.

Es lo que tiene analizar la política desde el odio al otro. Rosa Díez hoy no es mejor que lo que pueda criticar, se sitúa a la misma altura en el sentido de inoculación del odio. Tan irracional su españolidad como la catalanidad de Torra. Lo curioso que es que alerte de una posible Guerra Civil culpando al PSOE, en concreto, culpando a Sánchez, a quien asemeja a Largo Caballero. Y claro ella pide un Besteiro para el PSOE porque se supone que era el moderado de los dos. Era el no leninista más bien. Aunque habiendo abandonado el PSOE hace tanto tiempo a ella qué le importa lo que haga el partido, o que sigue teniendo resquemor porque las bases le dijeron que no la querían (hoy la dicen cosas más graves). Pero no deja de ser éste el mismo mensaje que lanzan los neofascistas por las ondas radiofónicas, el PSOE como culpable siempre de los males de España, de la desunión y la sangre. Lo que se levantan y los que pegan el tiro esos no son culpables parece decir Díez. Esto es lo que le acerca más Vox que a otra posición política.

Si no se da cuenta de que sólo le hace caso la extrema derecha mediática, tiene un problema. Incluso se permite ejercer de analista política. Nos ha descubierto que los andaluces y andaluzas han votado pensando en sentido estatal, no en Andalucía. Y lo dice con la misma firmeza de quien no tiene ni idea de lo que es Andalucía. Suponer que las personas no han ido a votar a Susana Díaz (la candidatura más votada habría que recordarle) por la cuestión catalana, justo contra la persona que más ha atizado a los secesionistas, que más se ha envuelto en la bandera española, que más ha defendido la Constitución, es intentar llevar el análisis no a la realidad sino al tema de tu odio. Es no conocer lo que se ha hecho los últimos cuatro años en Andalucía. Pero esto da igual, Díez quiere insultar a Sánchez de alguna forma y lo hace mediante la utilización torticera de las elecciones andaluzas.

Sus mensajes sólo están destinados a atacar al PSOE. Ora Tezanos, ora Celaá. Da igual, son todos malos malísimos, guerracivilistas, frentepopulistas, en resumidas cuentas, el mal hecho política. Y ella debe ser que tiene la verdad y sólo la verdad. Que no le votasen las personas es también culpa de las personas que no saben ver que ella es quien tiene la verdad. La podredumbre intelectual de quien se dice liberal, republicana y laica pero apoya la monarquía, ataca al Islam y no admite el pluralismo político y vital queda plasmada en todos esos mensajes de odio. Le pasa a todas esas personas que se quedaron sin ETA (por suerte) y no saben ahora contra quien lanzar todo su odio, aunque no maten. Mientras los terroristas segaban la vida de personas tenían en algo en lo que concentrar su odio personal, hoy es en Pedro Sánchez. Porque la verdad es que España les importa bien poco, les importa su idea de España, la España ideal que desean y en la que sobra más de la mitad de los españoles y españolas.

Y cuando se aburren de Sánchez, tienen a Podemos para concentrar la otra parte de sus odios y sacar sus vísceras políticas a pasear. “¿Os imagináis qué ocurriría si un partido “de derechas” dijera que no reconoce el resultado de unas elecciones y llamarán a las gentes a echarse a las calles? Pues es lo que dicen y hacen los socios del Gobierno de España, tan ‘de izquierdas’, tan ‘progres’… y no pasa nada” escribió. El problema de la frase es que es mentira, en Podemos no dijeron que no reconociesen los resultados. Así es como este tipo de personas, que claro ellas no siempre los demás, alimentan el monstruo del autoritarismo. Díez ha hecho más porque el problema catalán sea más grave que los que han intentado el diálogo, pero eso es incapaz de asumirlo porque le hierve el cuerpo de odio. Tanto como para considerar a las personas que votan a Unidos Podemos bolivarianos, lo que no sólo es falso sino un insulto.

La verdad es que Rosa Díez es la musa verdadera de Vox y de todos los inoculadores de odio que están por los distintos medios de comunicación. Blanqueando el neofascismo porque siempre serán peores personas que defienden posturas de izquierdas. Personas que defienden la deliberación son peores que las que quieren enfrentamiento. Personas que prefieren el odio son peores que las que intentan comprender. Personas que blanquean son mejores que las que señalan ese blanqueamiento. Personas que prefieren que los ricos se hagan más ricos son mejores que la clase trabajadora defendiendo sus derechos. Esto es lo que piensa Díez y la gente como ella. Se dicen demócratas pero realmente no lo son. Eso sí pero con escolta pagada no se sabe muy bien por qué, pero gracias al PNV por cierto. Vox le espera con la puertas abiertas… y el frenopático también.

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