El debate televisado en la Sexta con los tres candidatos que se disputan la Secretaria General del PSOE, y que el 21 de los corrientes los afiliados van a decidir con su voto, me ha sabido a un buen debate, a pesar de que la candidata Susana Díaz no ha expuesto ningún programa. Supongo que, por no tenerlo, y que algún día lo dará a conocer.

No creo sinceramente, que, por este debate, importante debate, se vayan a producir decantamientos del voto que los afiliados ya tengan pensado emitir en las urnas el próximo domingo.

Porque desde el 1 de octubre, donde la Reunión del Comité Federal acabó con la dimisión de Pedro Sánchez y la formación de una Comisión Gestora, los afiliados han podido constatar el error político adoptado con la abstención a la Investidura de Mariano Rajoy, y el acierto del ¡NO! es ¡NO! que ha venido defendiendo Pedro Sánchez.

Desde entonces, aunque ya es historia se han ido definiendo las necesidades de la regeneración política del PSOE, por Pedro Sánchez y un importante número de socialistas que han elaborado y presentado un importante documento “Por una Nueva Socialdemocracia” que es el, intento más serio y socialista de la regeneración política del PSOE en una etapa caracterizada por el declive electoral de la socialdemocracia en Europa.

En cierta medida, creo sinceramente, que el escenario ofrecido por cada candidato en sus actos, entre los encuentros multitudinarios, entusiastas e ilusionantes de los afiliados, de Pedro Sánchez en todos ellos, y los de Susana Díaz, con las espectaculares sillas vacías y sin explicar “su Programa”, y por toda explicación ha dicho el “Que quiere ganar y que el PSOE gane”, ya han venido a configurar cual va a ser la decisión de la inmensa mayoría de la afiliación. De los que avalaron o no avalaron, que ya saben a estas alturas, que un PSOE debe de ser de izquierdas y no ser subalterno de un Gobierno de derechas como el de Mariano Rajoy.

Sin embargo, quisiera expresar en estas líneas, la impresión que me han causado cada uno de los candidatos con sus intervenciones.

En primer lugar, me ha parecido tremendamente escandaloso y de una falta total de respeto que Susana Díaz, haya ido al programa sin ningún proyecto.  Ni de partido, ni de modelo de sociedad, ni mucho menos de que medidas propone para incentivar la demanda y el consumo, para la reactivación del empleo, la igualdad y el desarrollo de la situación económica en el país. De eso nada de nada, Susana ha sido una perfecta mudita.

Susana Díaz tan solo se ha dedicado a utilizar críticas ficticias contra Pedro Sánchez, y por lo demás, ha empleado un “bla, bla, bla”, con más de un  “bla” envenenado contra Pedro Sánchez. Y esa ha sido para mí, la lamentable y triste intervención, de quien no ha tenido reparo de no exponer su proyecto, porque no lo tiene o en todo caso quizá lo ha ocultado para no perder en estos días, los apoyos electorales de quienes aun no conocen “Su programa”.

Resumiendo con el mantra de que quiere un  “PSOE unido y ganador” Susana Díaz ha venido a demostrarnos, que aún no ha descubierto, que eso es lo que queremos millones de españoles. Me ha dado la impresión que con esa afirmación se creía que descubría el Nuevo Mundo. Pero lo de “Unido y ganador” eso no es posible con ella al frente del PSOE. Para eso hace falta talla política y honestidad, dos valores de los que ella tiene grandes carencias.

La intervención de Patxi López, no se extralimitado del discurso que ha venido dando en sus actos de campaña. Llamando a la Unidad del PSOE y postulándose a ser el “Espíritu Santo” que hará el milagro para conseguirlo.

A mí me ha sorprendido que Patxi con sus “Intervenciones de arbitraje electoral” que ha mantenido durante toda su intervención. No haya  entendido que la “Unidad del PSOE”, es solo un factor determinante y muy importante para la efectividad de la acción política del partido en la sociedad. Pero la Unidad se cimenta sobre la base de un programa político compartido y defendido por sus militantes, que lo han aprobado con sus decisiones, y se fortalece con los éxitos de los resultados obtenidos en  los  comicios electorales y el apoyo social que se recibe.

Y Patxi, como si no se quisiera enterar, de lo que está pasando en el PSOE, del declive de la socialdemocracia en Europa no se ha posicionado sobre qué modelo de PSOE quiere. Y con esa pobreza argumental de sus palabras, solo repite “Que no hay que pelearse entre socialistas” y si él sale elegido conseguirá la unidad. “Y fueron felices por que comieron perdices” le ha faltado añadir.

La Unidad no se vota, lo que se vota son los proyectos políticos, y esos hoy en el campo de la socialdemocracia recomiendan, el “renovarse o morir” de los partidos socialistas. Esa es la cuestión, y no se resuelve con palabras como las empleadas por Patxi.

La unidad en el PSOE, se resuelve exponiendo proyectos, escuchando a los afiliados y que estos decidan si lo aprueban y quienes quieren que sean sus dirigentes. Capaces y honrados socialistas, eso es como se resuelven los problema de la falta de Unida hoy en el PSOE.

Porque lo que hay son dos modelos radicalmente diferentes de PSOE, el proyecto que defiende Pedro Sánchez, y es aclamado por miles y miles de afiliados.

Y el modelo de PSOE, que hoy pretende que la estabilidad política en España pasa por un social-liberalismo en clara connivencia con los gobiernos de la derecha.

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