No se comprende a la presidenta de la Junta de Andalucía porque en sus perfiles públicos se ha olvidado de Blas Infante, el “padre” de la patria andaluza, su gran influencia junto a Felipe González, según ella misma reconoce. No puede ser que la que pretende ser la encarnación de esa patria andaluza haya olvidado el día de conmemoración del asesinato a manos de las tropas fascistas de Infante. Hasta el PP ha dedicado un tuit a tal acontecimiento. Algo debe pasar el San Telmo para que a Susana Díaz se le olvide enfundarse la verde y blanca.

Igual está enfadada porque Sánchez no la ha invitado a pasearse junto a Angela Merkel. O está tan desconectada en sus vacaciones, unas tan magnas que según El Español los andaluces de a pie no pueden permitirse, que se ha olvidado por completo del mundo exterior. Esto podría ser plausible si no fuese porque sí se ha acordado de felicitar a la granadina María Pérez por proclamarse campeona de Europa de 20 kms marcha. ¿Qué ha pasado entonces? ¿Habrá perdido su fe andaluza en tan sólo unos días? ¿Se ha enterado del aniversario?

Curiosamente su némesis política, como se puede ver en el tuit, Teresa Rodríguez, sí se ha acordado del aniversario del asesinato de los fascistas. Esa misma que está lanzando el movimiento Adelante Andalucía para recuperar la verdadera esencia del andalucismo de Blas Infante. Esa que, según Díaz, viene a hundir Andalucía, esa sí representa el sentir andalucista que la presidenta de la Junta quiere arrogarse para encarnarse en Andalucía. Propuesta farisaica de la socialdemócrata según se observa en sus actos, porque cuidado que hay cosas que se pueden olvidar, pero si te sientes andalucista, quieres a tu patria, del aniversario del fundador de la patria andaluza no te olvidas.

Igual es que las buenas encuestas, que no son más que eso, la animan a dejar ese sentido andaluz impostado. Como le va bien sin ser andalucista se olvida de la verde y blanca. Y eso que le dijo al presidente del Gobierno que no le hiciese coincidir las elecciones andaluzas con las generales porque quería unas elecciones “con acento andaluz”. Pues será por el propio acento de los intervinientes porque parece que el andalucismo que tenía la moradora de San Telmo se ha esfumado de la noche a la mañana. El andalucismo de Díaz es de quita y pon. Lo utiliza para hacer campaña contra Adelante Andalucía copiándoles, o para pedir dinero en Madrid, pero, en realidad no lo lleva dentro.

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