Los acontecimientos actuales están demostrando que la Monarquía vive absolutamente de espaldas a su pueblo y, por lo tanto, no es asumible como institución que ocupa la Jefatura del Estado. La petición de un referéndum donde todos y todas las ciudadanas de este país puedan elegir democráticamente el modelo de Estado ya ha alcanzado a los grandes medios internacionales como, por ejemplo, el artículo publicado por The New York Times, titulado La monarquía española necesita un referéndum.

En este momento histórico en el que el pueblo está despertando tras sufrir las consecuencias de la crisis económica más salvaje de la historia de la humanidad, crisis en la que la Casa Real estuvo ausente (o en África cazando elefantes), viene a la memoria una frase dicha por José María Aznar en el Congreso de los Diputados y que fue el principio del fin del gobierno socialista: «¡Váyase, señor González!». Teniendo en cuenta la situación actual de la Monarquía española, ha llegado el momento de que todo el pueblo español grite unido «¡Vayase, señor Borbón!».

La imagen de la Casa Real se puede resumir en los cuadros que están colgados en los museos: fotos, imágenes, poses, pero sin aportar nada a los ciudadanos. ¿Dónde estaba Felipe de Borbón mientras su pueblo estaba sufriendo las consecuencias de las políticas austericidas impuestas por la Unión Europeo? ¿Dónde estaba Letizia Ortiz en el día de ayer mientras las mujeres llenaban las calles reclamando el fin de la violencia machista? ¿Dónde está la Casa Real en los miles de desahucios que se producen cada mes? Esa es la pregunta que más se repite el pueblo español: ¿dónde está la Casa Real? Porque, desde luego, junto a la gente, no.

La insensibilidad demostrada por la Monarquía hacia la gente que estaba sufriendo las consecuencias más graves de la crisis, los casos de corrupción en los que estuvieron algunos de sus miembros, la falta de implicación en la búsqueda de soluciones a los problemas reales, el giro ideológico hacia las ideas más conservadoras, entre otras cosas, ha bajado los niveles de aceptación de la Monarquía de tal forma que ya ni el CIS pregunta sobre ello en sus encuestas. El pueblo no quiere reyes, y mucho menos aquellos que fueron puestos en el trono por la gracia de un dictador.

El pueblo está despertando y reclama lo que no se le permitió decidir en la Transición. Las consultas populares se extienden por toda España. El día 2 de diciembre, varias localidades, barrios y universidades tienen convocados nuevos referéndums en los que se espera una alta participación. En los que se han celebrado hasta ahora como, por ejemplo, el del barrio madrileño de Vicálvaro, donde pudieron votar cerca de cuatro mil personas de las cuales un 83,4% lo hizo en favor de la República.

Un Jefe de Estado no puede permanecer en su puesto cuando el pueblo no le quiere o, al menos, poder decidir a quién quiere, como ocurriría en cualquier democracia. Por eso, y ante el creciente descontento de los ciudadanos y ciudadanas con la Monarquía, no queda más que repetir «¡Váyase, señor Borbón!».

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