No era broma lo que escribimos hace unos cuantos días en estas mismas páginas sobre la extensión del odio y la violencia por parte de Ciudadanos en la localidad navarra de Alsasua. Igual pensaban nuestros lectores que exagerábamos y que Albert Rivera no es tan estúpido para provocar altercados en Navarra. Más que nada porque no le gusta que le llamen neofalangista, postfascista, ultraderechista, populista o extremista al servicio del Ibex-35. Ahora resulta, sin embargo, que los neofascistas le acompañarán a Alsasua con la intención de no dejarle solo ante un infundado peligro. Sumar mercenarios para hacer de la violencia una fórmula electoral. Si en Ciudadanos buscan un muerto o un herido (¿recuerdan los falsos agredidos en Cataluña?), en Vox están igual de deseosos de tenerlos en sus filas para legitimar su propio discurso del odio. Se juntan dos partidos marcados por el odio al que opina diferente y la quieren liar en Alsasua.

Como pueden comprobar en el tuit que acompaña esta información, Santiago Abascal, ese chaval que cae tan bien a José María Aznar, el dirigente ultraderechista afirma: “En Vox reconocemos la valentía. Por eso aplaudimos y apoyaremos la convocatoria de España Ciudadana en Alsasua. Hay que derrotar a la violencia y al miedo. Y apoyar a la Guardia Civil. Hay que estar unidos en lo esencial. Estaremos encantados de acompañaros en Alsasua”. Como buenos hermanos de sangre (neofascistas y neofalangistas) se unen para apoyar a los cuerpos de seguridad del Estado que recibieron una tunda por pasarse con las copas en un bar y liarla. Como buenos camaradas de camisa parda o azul (bordada en rojo ayer), van a apoyar a los que fueron golpeados por pasarse dos pueblos. Los fascistas son así, defienden a los suyos en todas las peleas. Por eso hablan de apoyar la valentía, como si en Alsasua cundiese el terror al que piensa distinto, como Ciudadanos y Vox hacen cada día.

No es extraño que ambos tengan en Jusapol a sus “camisas pardas”, sus fuerzas de choque para el enfrentamiento violento. Porque es violencia lo que van a provocar en Alsasua. No hay intención de confrontación democrática entre antagonistas, al contrario, lo que desean es bronca y buscar la violencia. Un viejo truco de los fascistas como es provocar la violencia para luego pedir mano dura, para afirmar que al gobierno de turno se le ha escapado de las manos la seguridad, para justificar razzias contra los otros por el mero hecho de ser otros (los opuestos a ellos sin más) y para intentar conseguir “votos del miedo” que los fascistas mismos han provocado. En Alsasua hoy, como ayer, se vive tranquilamente, pero Rivera y Abascal quieren montar una algarada y generar conflicto donde no lo hay.

Cuando Rivera habla de defender la igualdad en todo el país y la dignidad de Navarra con el acto de Alsasua ¿a qué se refiere? Que se sepa en Alsasua no tienen más derechos que el resto de ciudadanos y ciudadanas de España. Alsasua no es una indignidad para Navarra, porque Navarra no es indigna por ningún motivo. Lo único es que Rivera y Abascal no quieren que se pudiese unir en un futuro a Euskadi, pero eso es algo que deberían decidir los navarros y navarras. Que igual deciden recuperar el reino y poner a un carlista en el trono (al fin y al cabo defienden el socialismo autogestionario) y mandar a los Borbones a paseo. ¿Quiénes son Rivera y Abascal para decidir por los navarros y navarras? Lo que de verdad quieren es que hay algún tipo de enfrentamiento para acabar con los fueros históricos navarros. Rivera trabaja para los señores del dinero y éstos no quieren más fueros, ni más clase trabajadora que lucha día a día por sus derechos. Con la algarada de Vox y Ciudadanos podrían meter mano a ambas situaciones.

No es de extrañar que Vox sea el partido al que vayan los votos que pierde día a día Rivera por la derecha (por el centro el PSOE le arrebata unos cuantos también), los que se ilusionaron con la mano dura del dirigente naranja y ahora le ven como un mojigato acobardado se marchan a la ultraderecha. Y los que puede perder aún porque en Ciudadanos, esa secta naranja de machos-alfa, hay mucho falangista camuflado. Ahora sus colegas populistas y extremistas se les unen para quitarle protagonismo (es más inteligente Abascal que Rivera) e intentar ser víctimas de no-se-sabe-bien qué peligro en Alsasua. De hecho, frente a los fracasos de Ciudadanos en Sevilla y Barcelona, donde no consiguieron reunir a las masas, Vox sí apuesta por llevar autobuses de cualquier parte de España. Eso sí, no se espera que Ortega Cano conduzca ningún autobús, ni que Arévalo cuente chistes durante el trayecto. Pero seguro que no van con ganas de comer tortilla con pimientos, sino algo muy distinto. Fascistas todos en busca de justificación de sus posiciones inoculadoras de odio. ¿Sacará Abascal su Smith & Wesson en Alsasua?

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