Si en Andalucía se quejan porque no existe aire acondicionado en las aulas, en Madrid el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos ha pedido a los alumnos que se fabriquen abanicos de papel como solución a los golpes de calor o vómitos. No todo lo soluciona el aire acondicionado porque puede “provocar alteraciones en los ojos o los brazos”. Así que lo mejor recurrir al antiguo remedio, el abanico de papel. Algo que quiere vender como “una terapia ocupacional que puede ser muy importante para ellos”.

No sólo pretende que se eviten los calores sino que, además, las niñas y niños van a aprender un mecanismo que en el futuro podría darles un futuro mercantil. Que aprendan a hacer abanicos y empresas antes que otras cosas parecen deducirse de las palabras del consejero. La última ocurrencia de Sánchez Martos que tiene acostumbrada a la ciudadanía con cosas parecidas. Eso sí, por el camino, los problemas de la Sanidad madrileña en muchos aspectos quedan detrás de un abanico.

Las diputadas y diputados socialista han sacado al inicio de la sesión del Pleno de la Asamblea abanicos de papel como modo de protesta por lo que entienden como una nueva salida de pata de banco del consejero. Enrique Ossorio, portavoz de PP en la Asamblea, ha querido salir al paso manifestando que el “abanico es un método muy tradicional en España”. También lo fue el garrote vil y, por suerte, ya no existe. Ha continuado el portavoz afirmando que él “que es de Badajoz y estoy muy acostumbrado al calor lo prefiero al aire acondicionado”. Habrá que pedir a los servicio de mantenimiento de la Asamblea que quiten el aire de su despacho para que pueda volver a los orígenes.

Todo ello el mismo día que se conoce que la deuda de la Comunidad de Madrid ha crecido un 3,9% situándose en los 31.667 millones de euros. Días antes de que el propio consejero Sánchez Martos tenga que comparecer en la Comisión de la Deuda y explicar la amortización de los hospitales externalizados. Y justo en el momento en que Francisco Granados ha señalado a Cristina Cifuentes como brazo derecho del ex-presidente y actual residente de los servicio estatales de prisiones, Ignacio González.

“El único que ha mandado en la Comunidad de Madrid y en el partido ha sido Ignacio González, teniendo durante muchos años como mano derecha a Cristina Cifuentes” ha declarado a OK Diario. Esto contradice las continuas conversaciones en las que altos dirigentes del PP afirman sin esconderse que era Esperanza Aguirre la que controlaba hasta el color de las paredes. ¿Son los abanicos una cortina de humo para tapar otra cortina de humo como la de Granados? ¿Es una estrategia para tapar el mal dato de endeudamiento de la Comunidad de Madrid? O simplemente ¿es una de las ocurrencias del consejero?

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