Le van a dar el verano. Susana Díaz vive sus días políticos más amargos. Con Ciudadanos subiéndosele a la chepa (ver información en Diario 16 Mediterráneo), ahora la plataforma Adelante Andalucía que han creado Podemos e Izquierda Unida amenaza con asaltarle por la izquierda. La verdad es que la presidenta de la Junta de Andalucía había dejado siempre ese flanco libre pues con dos toques de demagogia y cuatro millones de euros bien gastados impedía su crecimiento. Pero ahora tiene a la formación naranja que también le atacan por la derecha, y estos son sus socios de gobierno. Aunque la presidenta es más cuñada que en Ciudadanos, todo tiene un límite como se ha demostrado a nivel estatal.

Con todo este ambiente, Díaz puede encontrarse con un aliado inesperado, Pablo Iglesias. El dirigente de Podemos es consciente del problema andaluz que tiene en la formación morada. Un problema de autonomía dentro del movimiento que no gusta en la calle Princesa de Madrid por “ir demasiado a su bola”. Como viene contando Natalio Blanco en las páginas de Diario 16, el grano andaluz incomoda a Iglesias y la dirección nacional. No sólo es el reducto de Anticapitalistas, sino que actúan bajo una autonomía “primitiva” de los círculos que se quieren superar para hacer algo más estructural, sin dejar de ser movimiento en Podemos. Pero no tan liviano, algo que se ha analizado como un tanto peliagudo en ciertas ocasiones y en ciertos lugares. Especialmente a nivel municipal.

Por aquello de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, podría darse una confluencia de intereses entre Susana y Pablo y propiciar un matrimonio de conveniencia. En el PSOE-A se siente por Podemos, en realidad por algunas personas de Podemos, especialmente Teresa Rodríguez, un odio íntimo, que en el caso de la presidenta de Andalucía raya lo enfermizo. Da igual lo que diga o proponga Rodríguez en el Parlamento andaluz, parece haber sido obra de Belcebú o alguien aún peor. Para Díaz la dirigente de Podemos representa lo peor de lo peor. Claro que esto es así porque Rodríguez sí es de izquierdas y Díaz está tan escorada a la derecha que se confunde con Ciudadanos. O el Partido Andalucista por su nueva visión liberal-nacionalista-viva-la-madre-que-me-parió verdiblanca de los últimos tiempos.

La nueva marca Adelante Andalucía, por lo que respecta a Díaz, supone quitarle cierto andalucismo al PSOE-A y a la presidenta de la Junta, justo la parte que más estaba proyectando en las últimas fechas visto que la socialdemocracia o el social-liberalismo lo comparte hasta con Juan Manuel Moreno Bonilla. La unión de Antonio Maíllo, uno de los políticos más valorados por los andaluces (curiosamente el malagueño Alberto Garzón también a nivel estatal), y Rodríguez les puede quitar muchos diputados en provincias clave. Almería, Granada, Jaén, Córdoba o Huelva están señaladas en San Telmo como posibles lugares de pérdidas por la unión de ambas formaciones políticas. Pero, paradójicamente, sabe Díaz que va a necesitar a Adelante Andalucía como aliados si quiere seguir gobernando. Justo en el peor momento político de la dirigente andaluza.

Desde el bando morado ha animado a sus gentes en Andalucía a presentar la plataforma Defender Podemos, con Isabel Franco a la cabeza que ha dimitido estos días para encabezarla. Según cuenta Natalio Blanco: la dirigente morada ha dimitido por lo que considera un intento de Podemos Andalucía de ir “más allá de una confluencia, más allá de una coalición”. La diputada de Podemos por Huelva en el Congreso está convencida de que las intenciones de la dirección regional de la formación pasan por “desconectar” Podemos Andalucía para fusionarse con IU “en un nuevo espacio con normas y vida propia”. Se temen en la dirección de Princesa que esto no sea sino un paso de Anticapitalistas para desentenderse de Podemos y lanzarse de forma independiente como Marea Andaluza y así negociar de tú a tú con Iglesias en Madrid. Con esta acción quiere medir la fuerza que posee la dirección estatal de Podemos en Andalucía, pero sin pasarse. Si han de dar el golpe en la mesa que sea con datos seguros en la mano. Saben que el errejonismo también está extendido por la región andaluza y no quieren mentar la bicha.

Realmente la libertad literaria del titular es sólo una posibilidad de coincidencias estratégicas, es difícil que Iglesias llegase a acercarse a Díaz para beneficiarla. Sabe que es lo peor del PSOE, lo más alejado de lo que defienden en la formación morada. Son conscientes de que, si Díaz se humilla y se aviene a reconocer que hay gente a su izquierda (en muchas ocasiones recuerda a uno de sus valedores, Alfonso Guerra que decía: “A mi izquierda el abismo. No hay más. Uno se cae”), tendrían que establecer una alianza de gobierno. Díaz sabe que el peligro le viene más por la derecha naranja, y no vería mal pactar con Podemos, pero agradecería a Iglesias que la quitase de encima a Rodríguez. Y lo más probable es que los dos se queden con las ganas porque la plataforma electoral Adelante Andalucía, de momento, ha caído muy bien y está consiguiendo apoyos poco a poco.

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