Lo vienen denunciando los vecinos del barrio desde hace años. Usera es un barrio con unas dotaciones limitadas y dejadas de la mano del político de turno. Ningún instituto público, pocos parques para actividades de la infancia y la juventud, suciedad (bueno, esto es algo normalizado en Madrid, salvo donde todo el mundo sabe) y un abandono largo. José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, vista la situación ha decidido otorgarles una dotación que no tenían, casi ningún distrito más, y va a ceder una parcela municipal de 3.500 m2 para la construcción de un ¡¡¡monasterio!!! Está en fase de proyecto pero…

Sí, como lo leen. La gran dotación para el barrio de Usera es un monasterio de la asociación Comunidad de Cordero. Como pueden consultar en su propia página web, la comunidad se fundó en Francia por la hermanita Marie. Los miembros (hermanitas y hermanitos) tienen como principal función orar y hacer de lo mendicante una forma de vida. Suelen recorrer los barrios donde se asientan las pequeñas comunidades pidiendo dinero o comida de puerta en puerta para ayudar al otro. Una labor cristiana encomiable muy influenciada por dominicos y a la que apoyan laicos célibes, familias y sacerdotes. En la actualidad la fraternidad de Madrid tiene su sede en la Capilla del Obispo.

Nadie puede poner en tela de juicio su labor de ayuda, aunque sean pocas personas en el mundo siempre ayuda un grano, pero no parece que el establecimiento de un monasterio en un barrio con carencias dotacionales sea la mejor de las decisiones. El monasterio será construido con las donaciones recibidas en una campaña que comenzaron hace casi dos años para establecer un “oasis en medio de Madrid”. Un oasis al lado de tres parroquias que ya están en funcionamiento y a las que se sumará la capilla que piensan incorporar al monasterio.

Pretenden que sea un lugar, dicen las hermanitas, “donde cambie el corazón” y “ofrecer la belleza de nuestra liturgia monástica”. También pretenden abrir sus puertas a “todos, creyentes o no, ofreciendo gratuitamente a pobres y ricos la hospitalidad de nuestra mesa abierta, y gustar juntos la alegría de la amistad y la comunión”. Una actitud loable, sin duda, pero igual los niños y niñas del barrio preferirían un parque donde poder jugar, corretear, ya que la comunión la pueden encontrar en las parroquias de Usera.

Nuevamente el PP, y esto es lo más grave, acaba haciendo empréstitos de lo público de a alguna asociación cristiana o judía, en detrimento de necesidades de la población. Y no porque esa dotación sea una carencia, pues hay iglesias suficientes para la labor pastoral, sino por no se sabe bien qué motivos. Bueno cuando son cesiones para colegios sí es obvia la intención, pero un monasterio es algo novedoso dentro de una capital y en un barrio más allá de la M-30. Un barrio bastante multicultural, con mayoría de chinos, a los que quizá quiera evangelizar el señor Almeida. Venderán que es una cesión por cuarenta años y adiós. Nunca llegarán a pagar los millones que vale la parcela.

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