COMUNIDAD DE MADRID Foto: D.Sinova

Obviando por un día a Pablo Casado, quién no ha podido resistirse a un discurso primorriverista aunque no sea consciente de eso –aunque nunca llegará a ganar a Lambán y su “tocada por los dioses del socialismo”-, hay que volver la mirada hacia Isabel Díaz Ayuso y su despropósito educativo. Con total seguridad, en su visita a la virgen de la Paloma del otro día, se encomendó a la divinidad porque no tienen ni la más mínima idea sobre qué hacer con la vuelta al colegio. Eso sí, críticas furibundas a los sindicatos por querer ejercer el muy constitucional derecho a la huelga. Unas críticas que, como se verá, demuestra hasta qué punto están desprotegidas las criaturas madrileñas. Ni de seguridad, ni de educación saben. Y ante esto ni todas las divinidades son suficientes.

IDA se ha lanzado contra los sindicatos sin percatarse de que estaba dando la razón a los mismos en sus quejas. No le pidan más porque donde no hay… Dice en su mensaje en redes sociales: “Presentaremos próximamente nuestra estrategia, sin embargo ya tenemos la huelga pertinente”. ¿Próximamente? El curso escolar comienza el 8 de septiembre y ¿presentarán próximamente la estrategia? El consejero ha comentado que el jueves que viene. Justo a una semana de comenzar las clases informarán a claustros, progenitores y alumnado la estrategia para implementar, se supone, “cagando leches” que diría un madrileño de Chamberí. Se quejan de una huelga y no tienen aún la estrategia a implementar. O son tontos, o las personas les importan poco. La gran estrategia es que no haya recreos para que no se junte la chavalería…

El consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha ido un paso más allá y ha acusado torticeramente a los docentes de querer comer. Vamos que tienen suerte de comer, un techo que les protege y luz y agua. “Cuando estuvieron confinados, les gustó comer y tener luz, ¿no se dieron cuenta de que había gente trabajando por ello?, ¿y ahora cómo les pagan, diciendo que no hay seguridad cien por cien? No la hay, todos corremos riesgos, pero yo creo que es una traición, hay gente que se ha jugado la vida todos los días”. Al igual que los trabajadores de otras ramas, dice el consejero, los trabajadores de la enseñanza tienen que asumir riesgos para no ser unos traidores –de clase, le ha faltado decir-. Obvia que durante el confinamiento todos los docentes han trabajado más de lo estipulado para que el alumnado prosiguiera con sus clases. Entre otras cuestiones, ya que los compara con los trabajadores de supermercados, no ha tenido en cuenta una gran diferencia, mientras en los supermercados el contacto con los clientes es leve, en las aulas el contacto es permanente y en un sitio cerrado. Una salvedad que parece una minucia pero no lo es. Aun así, asumiendo ese riesgo, la realidad es que ni PP, ni Ciudadanos tienen claro que comience el curso. Y, aseguran, seguro que no será completamente presencial al ciento por ciento. Siguen dando la razón a los sindicatos aunque no se den cuenta.

La diputada Almudena Negro ha señalado que los sindicatos en realidad son unos luditas, unos antiprogreso, porque no quieren modernizarse en consonancia con la tecnología existente. Hay un análisis marxista sobre los cambios en las relaciones de producción y la tecnociencia que encajaría aquí perfectamente, pero es mejor señalar las contradicciones del propio mensaje. “Educación online”. ¿Saben en el PP el cambio de paradigma pedagógico que supone de lo presencial a lo online? No tienen ni idea. Esto es como cuando se decía hace muchos años que se modernizaba la administración pública porque habían puesto ordenadores. Eso mismo es lo que hacen ahora puesto que van a comprar 85.000 ordenadores y con eso todo solucionado. Pues no. Lo primero es que infantil, primaria y los dos primeros cursos de la ESO son imposibles de impartir online. Hay cuestiones pedagógicas, de personalidad, de edad y de capacidades que impiden la educación online, de forma provechosa y no al tuntún como durante la pandemia, para las personas de 3 a 14 años. Si hubiesen escuchado y/o leído a un pedagogo como Manuel Area Moreira sabrían de qué se habla con educación online.

La educación online no es educación a distancia donde se mandan unas lecturas, unos vídeos o cualquier otro recurso pedagógico y que se las apañen –el modelo UNED, por ejemplo-. No, se necesita una preparación del cuerpo docente que ¿cuándo la ha programado la Consejería o piensa hacerlo? Nunca. Se necesita que el cuerpo docente tenga los recursos didácticos necesarios para interactuar online. ¿Ha entregado la Consejería cámaras de PC, programas de realización de video, los propios PCs, una cartera de recursos online acorde a las materias? No saben no de qué se está hablando. Realmente no es que los sindicatos no se quieran modernizar, es que en el PP no tienen ni idea sobre la modernización pedagógica que supone el cambio de presencial a virtual. En el PP han descubierto el programa Zoom y piensan que con eso está todo arreglado. Por cierto, ¿piensa la Consejería de Educación pagar la línea de internet al profesorado? Que son tan listos que igual hasta les cargan los medios de producción a su cuenta. Normal que hagan huelga, tanto en Madrid como en otros lugares.

Pero no se preocupen porque dicen en la Consejería que si la pandemia sigue desdoblarán las aulas y contratarán 8.500 profesores y profesoras. “Si la pandemia sigue” ¿Piensan que la pandemia desaparecerá como por arte de magia? ¿Creen que la virgen realmente eliminará la pandemia de aquí a dos semanas? Si no son tontos, piensan que los demás sí lo son. Y tienen la cara de insultar a los sindicatos de clase, de la clase trabajadora, y señalarles como quintacolumnistas del gobierno. Si lo extraño es que hayan empezado a protestar ahora y no desde hace tiempo. Y son los sindicatos del gobierno que, en boca de todos los peperos habidos y por haber, actúan así para ocultar la incompetencia de Isabel Celáa. La ministra de Educación puede ser muy competente, no se niega esa posibilidad, pero hay que tener más cara que espalda de reclamar al ministerio un protocolo, una guía o una simple reunión cuando son las Comunidades Autónomas, esas que gobiernan los trifachistos, las que tienen las competencias de gestión. Es responsabilidad suya, de IDA, Alfonso Serrano u Ossorio, lo que pase en los colegios, institutos y universidades. Que para llenar de dinero a los colegios religiosos mediante los conciertos y las cesiones gratuitas de suelo público para negocios privados bien que piden esa autonomía. Pretenden tomar el pelo a las buenas personas, como hizo Elías Bendodo –más conocido como “el pantorrillas”- en Andalucía que un día afirmó que tenían el mejor plan y al otro acusaba al gobierno de los males de la educación.

Lo dicen sin sonrojarse, convencidos de que quienes les escuchan son estólidos como Casado y no se enteran de lo que les cuentan. Si ya IDA perpetró un atentado contra la humanidad en las residencias, la que espera en colegios, institutos y universidades va a ser casi de exterminio, como se contó en estas páginas no hace muchos días. Mienten, sabiendo que mienten, o son completamente ignorantes, que es casi peor. No saben ni por dónde salir y lo suyo sería reconocerlo, pedir ayuda a todas las partes y tener conciencia de lo pedagógico y lo familiar. Porque, en todo este jaleo, ¿con quién se van a quedar las chicas y chicos que afronten parte del curso online? Madres y padres estarán trabajando o ¿deben dejar sus trabajos para que las señoras y señores que gobiernan la comunidad no muestren su incompetencia? ¿Pretenden Ossorio e IDA aumentar la pobreza de las familias para que su plan salga adelante? El problema es que todo esto… ni lo han pensado.

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