Cuando Göran Therborn escribió su famoso Cómo domina la clase dominante no podía sospechar, pese a ser sociólogo, que podría añadir un capítulo sobre los sondeos electorales como mecanismo de dominación. Si reescribiese el libro hoy en día podría escribir una adenda con lo que sucede en España. Cada medio, al menos los más potentes, tiene su encuesta y cada partido tiene sus medios, todos ellos controlados por las fracciones económicas de la clase dominante. No hay mayor enjuague en la actualidad política que las encuestas/sondeos electorales.

Si ustedes analizan las encuestas, salvo el CIS, ninguna les ofrece el número de entrevistas realizadas y la forma de realizarlas, datos importantes porque con 1.200 llamadas telefónicas no se aciertan los resultados de provincias periféricas. Luego dicen que tienen mucho material de sondeos anteriores y que van sumando. Muy bien, pero ¿cómo van a analizar el cambio que se puede estar produciendo entre, por ejemplo, PP y Vox en muchas provincias? Con el tipo de encuestas que se hacen a lo sumo se pueden marcar las tendencias y, con mucha precaución, advertir qué porcentajes de voto podría haber.

Encuestadoras con datos afines a su medio

Se parte de la base de que las encuestas ya pecan desde el momento de realizar las entrevistas de un error de base. Al que se puede añadir que, como la mayoría de llamadas son a teléfonos móviles hoy en día, la estratificación por barrios, regiones y provincias se va por el sumidero y es un factor de corrección primaria de los datos a recibir. Claro que preguntan dónde se vive, la edad y los ingresos (si se hacen bien, claro) pero sin más dato que un teléfono sólo cabe esperar que quien conteste diga la verdad de sus datos privados. Eso es incorregible e introduce sesgos en la recepción de los datos.

Tras eso está la tendencia de las encuestadoras a vencer los datos hacia la posición política del medio que les paga. A ajustar los resultados que ofrecen a los intereses editoriales del medio o los medios que les pagan. Paradójicamente, algo que aquí se ha denunciado, son los “sondeos libres” y del espectro progre los que indican que Vox está aumentando sus votos (algo que escuchando a Pablo Casado es comprensible), mientras que los conservadores les siguen dejando a en 40-50 escaños. ¿Tan mal recolectan los datos esas encuestadoras? Pues igual no, pero sí que en la “cocina” guisan para quien les paga.

Medios de partido

Todas las personas son conscientes que El Mundo, La razón, Abc, Vozpopuli o El debate son periódicos del PP. Como lo son algunos canales televisivos tipo Antena 3 o 13tv o radios como EsRadio o COPE. Medios que no suelen hacer ascos a según qué cosas de Vox. Ok Diario cubre a todos según entren dineros o no. En el otro lado, es obvio que todo el grupo que forma Público es Podemos, que El diario reparte según le conviene aunque tiene a lo morado, que El país es PSOE y poco más. En televisión y radio La sexta reparte según le conviene a sus jefes (si hay algo que rascar que depende del PSOE sacan la bufanda sanchista, si no hay que rascar y quieren presionar se ponen la bufanda morada), la SER siempre ha sido PSOE y Onda Cero depende del programa, del día y de la publicidad.

Son medios que tienen más importancia que los militantes en la elaboración de los programas electorales, de las campañas y que utilizan las encuestas, que es de lo que trata el artículo, para cambiar las mentalidades de las personas y que acaben votando a los dirigentes de sus partidos. Una alianza político-económica entre medios y partidos donde el elemento democrático queda completamente marginado. Si el señor que paga la publicidad, y por ende los sueldos, decide que hay que cargar contra Pedro Sánchez se saca toda la artillería. Si hay que potenciar a Feijóo en detrimento de Casado, se hace. Si hay que decir en las encuestas que gana el PP y que Vox no se note mucho, se trafica con las intenciones de voto.

Encuestas para cambiar el voto

Las encuestas actualmente no se hacen para conocer la famosa “fotografía electoral” del momento concreto, ni para analizar tendencias. Se hacen para cambiar el voto o la mentalidad de las personas. Acogiéndose a la supuesta cientificidad del sondeo presentan los datos como casi irrebatibles, como una verdad sagrada, pero la realidad es que ciencia poco, más bien brujería y acción política. En general las encuestadoras llevan años sin acertar –salvo cuando ofrecen horquillas de 20 escaños que eso lo hace cualquiera desde su casa- y algunas ni se han acercado.

Luego venden que una pronosticó que Vox entraba en el parlamento andaluz, cuando todo el mundo lo sospechaba y se equivocó por más de diez diputados. Las encuestas que ahora se ofrecen para Castilla y León van ya condicionadas. Nadie ofrece (salvo 40dB ahora) los datos brutos sino que presentan los datos con la intención de potenciar cierto voto (España periférica, por ejemplo), movilizar al votante del PP y del PSOE y que haya trasvases de votos de indecisos hacia la posición que quieren quienes pagan.

¿No se lo creen? Ayer mismo El país ofrecía datos de la macroencuesta que ha contratado y exponía en el titular lo siguiente: “El PSOE adelanta al PP como mejor gestor de la economía y el empleo”. No es falso pero es tendencioso pues el mayor porcentaje de respuestas era que ninguno de los partidos vale para gestionar la economía. Un desapego que se observa cada vez más pero que se oculta para salvaguardar a sus partidos.

Los datos no cuadran, pero algunos tienen valor

Alguien con un mínimo de cordura sabe que Ciudadanos seguramente desaparezca en todas las elecciones, incluyendo las andaluzas. Cualquiera sospecha que Más País no va a sacar seis diputados ni aunque Errejón vaya ofreciendo billetes de cien euros por las calles. Con ver los porcentajes que sacarán los partidos en Madrid, su núcleo de voto, sabe que el reparto es imposible para ese número (salvo que desaparezcan Vox, Unidas Podemos y al PSOE no le voten ni sus militantes). Interesa que el errejonismo, que es el globalismo y la postmodernidad, siga ahí por si se le necesita para algo.

En general los datos sobre cifras de voto son para coger con pinzas, eso no quiere decir que todos los datos sean irrelevantes. Que los votantes de derechas prefieran a Ayuso o Feijóo antes que a Casado como candidato (encuesta de El español) es algo relevante. Obvio porque no hay político más nefasto e inculto en España, y ofrece más pistas como que Santiago Abascal le supere en valoración. Por cierto, lo de la valoración de los dirigentes políticos es algo que se viene haciendo mal porque se ofrece siempre la media (con el sesgo de los votos muy negativos de una parte hacia otra) y no otras medidas que serían más objetivas.

En general los sondeos suelen ser tendenciosos, si no es por la forma de recogida de datos, lo es por la forma de las preguntas o por la cocina. Hay que ser muy aséptico para que los datos que ofrecen, más allá del voto, sean válidos como una muestra fehaciente de la realidad. Son aprovechables para estudiosos que saben cómo captar la tendenciosidad, pero el público en general es lego en la materia y se las cuelan todas… porque se las quieren colar y son datos que los partidos necesitan para el espectáculo. Lamentable, pero espectáculo.

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