Para comprender el contenido de esta carta hay que recordar que al día siguiente, 6 de Junio, el Popular fue declarado inviable y en la madrugada del 7 se le entrega al Banco Santander, bajo instrucciones técnicas y jurídicas del despacho de Uría y Menéndez a Saracho (documento publicado por Diario16 y entregado oficialmente en la Audiencia Nacional al juez Fernando Andreu el día 2 de noviembre de 2.017).

Emilio Saracho hace referencia a la conversación telefónica mantenida con Danièle Nouy el viernes anterior, 2 de junio. En su tono arrogante habitual, le dice a la presidenta del MUR que, de resultas de esa conversación, ir a Frankfurt el día 6 no sería «una buena utilización del tiempo», lo cual es increíble. Volveremos más adelante con esta cuestión, no precisamente anecdótica.

Después de hacer alusión a las comunicaciones con la JUR, informa a Nouy que la cuestión más crítica a la que se enfrenta el Banco es la liquidez. Es increíble que Saracho plantee esa cuestión en ese momento: es definitivo respecto a su responsabilidad en el final del Banco porque Saracho sabía que el banco estaba desangrándose y era cuestión de tiempo que acabase entregado al Santander por un euro si no se activaban medidas de liquidez de emergencia. Pero Saracho se contradice permanentemente.

Saracho hace ese comentario a Nouy el día 5 de junio, después de que el Popular hubiese perdido alrededor de 12.000 millones de euros que habían salido en abril y mayo, reduciendo por debajo de 3.000 millones el límite de reservas de liquidez que el banco se había autoimpuesto.

Después de las declaraciones de Elke König, la presidenta de la JUR a finales de mayo, la salida de depósitos se intensificó en los primeros días de junio hasta 9.000 millones, de los que 6.000 millones fueron retirados por las Administraciones Públicas españolas.

Sorprendentemente, el Banco no solicitó, pese a ser solvente y reunir los requisitos para ello, la línea de liquidez de emergencia hasta el día 5 de junio. Hemos conocido ahora con el levantamiento del secreto por parte de la Audiencia Nacional, que el Banco de España (BdE) dijo que no se aportaron garantías suficientes, pero que el día 6 todavía había 600 millones en caja y el Popular podía solicitar 4.000 millones más. ¿Se entregaron por Saracho los edificios construidos por el Banco Popular durante dos años finalizados a finales de 2.016 y que tenían como destino la nueva sede del Banco? Hoy son activos del Santander.

Hay que recordar que, sorprendentemente también, en el acta del consejo de 18 de mayo –sólo dos semanas y media antes-, Saracho llegó a decir que había que prepararse para solicitar la ELA, pero que creía que ese día no había llegado, ni iba a llegar, y que la remisión de documentación a la JUR entraba dentro de lo normal y que la JUR no estaba preparada para intervenir un banco solvente y con liquidez. Volveremos más adelante para contrastar las cartas de Saracho a König y a Nouy, con las actas de los Consejos de mayo de 2017, coetáneas a las cartas.

La carta sigue con una explicación sobre las medidas tomadas por el Banco respecto a la liquidez y los efectos causados sobre la actividad crediticia del Banco, que había sido reducida a lo mínimo posible, según Saracho. Sin mencionar que había sido aquel mismo día, Saracho confirma que ha pedido una línea de liquidez de emergencia al BdE –ELA: emergency liquidity assitance– y que el Banco de España había sido muy colaborativo.

Hay que recordar mis artículos anteriores y cómo el Gobierno del PP retiró miles de millones de liquidez entre los días 5 y 6 de junio con información privilegiada.

Teniendo en cuenta que al día siguiente declaró la inviabilidad del Banco, llama la atención el tono con el que Saracho se refiere a las gestiones realizadas. Advierte que, de esas gestiones con las autoridades, los montos de liquidez que ha recogido el Banco no son suficientes. Añade que, además, el Banco sigue con las medidas especiales de generación de liquidez que había acordado el 18 de mayo y que el equipo especial encargado de la liquidez mantenía permanentemente informado al Comité de Dirección. Hay que recordar que eso sucedía el día anterior a la declaración de inviabilidad por falta de liquidez que llevó a la resolución inmediata del Popular y su adjudicación por un euro al Santander. Aunque se advertía a Nouy de que la situación de liquidez era grave, nada se decía respecto a la inmediatez de un desastre provocado por la inacción previa. ¿Cómo es posible que se espere al día cinco de junio para pedir la línea de liquidez de emergencia? ¿Cómo es posible que un banco solvente, merecedor de recibir una línea de liquidez de 9.500 millones de euros, se resuelva al día siguiente pagando un euro?

Mañana, «MÁS POSIBLES».

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