Cuando no se sabe de lo que se habla acaba ocurriendo que la elección de una cita da pie a pensar en algo distinto a lo que el locutor pretendía decir. Eso es lo que cabría pensar de Pablo Casado utilizando a Winston Churchill contra el presidente del gobierno. Como todo el mundo es consciente de que la capacidad intelectual del pepero es la que es –más bien escasa- igual no se ha percatado de lo inmanente de las palabras que ha pronunciado. Pero en realidad, haciendo, como ahora se hará, un análisis sereno de la cita utilizada, Casado estaba amenazando a Pedro Sánchez, y al resto de españoles, con un golpe de Estado que desembocaría en una guerra. Como en 1936, con alguno de los disfraces que tanto le gustan, eso sí, sin los condicionantes contextuales que en aquellos infaustos años.

Casado ha recuperado al Churchill del debate posterior a los acuerdos de Múnich por los cuales Adolf Hitler consiguió arrancar a las democracias europeas la anexión de los Sudetes checoeslovacos con la promesa de no lanzarse a una contienda militar. En aquel momento, el diputado británico, que no se fiaba ni de los fascistas, ni de los soviéticos, pronunció contra Neville Chamberlain –primer ministro británico- la famosa frase que ha utilizado Casado: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor y ahora tendréis la guerra”. Como predijo quien ocuparía el 10 de Downing Street poco tiempo después, los nazis siguieron su expansión (ese lebensraum tan germánico) y provocaron la II Guerra Mundial. En ese contexto tienen sentido las palabras de Churchill, pero ¿en la España del siglo XXI y respecto a Cataluña las tienen?

Aquí es donde la constante estolidez de Casado hace que retomar esa cita provoca un sentido distinto. ¿Están capacitados los secesionistas catalanes para emprender un conflicto armado contra el Estado español? Si lo hubiesen estado lo habrían hecho con Mariano Rajoy que estaba a por peras. Pero carecen de armamento y de valor para hacerlo. Por eso la republiqueta duró 15 minutos. Si los secesionistas no van a declarar la guerra ¿ha cedido Sánchez el territorio a alguna potencia extranjera? No parece que conceder unos indultos a un grupo de secesionistas –que tampoco es que pongan mucho de su parte- sea permitir una anexión, ni una amenaza de guerra. Puede ser poco honroso según la interpretación de algunos –otros pueden ver que no es la forma-, pero de ahí a tener una guerra parece que no. Entonces ¿de dónde viene el discurso belicista de Casado?

Si eliminamos, de momento, su incapacidad intelectual, sólo queda a la vista la pulsión sangrienta y dictatorial, sin estética, ni honor, cabe añadir, de un grupo de meritorios de un aparato de partido que tienen numerosos traumas mentales. Esa pulsión golpista –ven golpes de Estado por todas partes porque desean provocarlo o que haya guerra (entendiendo que ganarían y sería todo para ellos)- está ahí, cuando las cosas no salen como desean siempre España va mal y se recurre al espadón (o la amenaza de él). En realidad Casado ha acabado amenazando a Sánchez con un golpe de Estado y/o una guerra civil por unos indultos. Si antes de ayer se pasaba al austromarxismo de forma sorprendente, ayer volvía a su ser guerracivilista.

En realidad lo que ha sucedido es que habrá buscado en internet citas de deshonor y ha escogido la de Churchill porque es, más o menos, de su cuerda. Ni ha pensado en la cita, ni en el contexto, ni nada. Quería decir que el presidente del gobierno ha actuado con deshonor a España con los indultos pero se ha metido en un jardín de flores venenosas. Es tan inepto para estas cosas que ha amenazado con guerra no sólo a Cataluña, sino a los propios españoles que dice –sí, eso dice- son los que realmente le preocupan. Queriendo ser el más populista, el más nacionalista, el más constitucionalista, el más europeísta, el más demócrata, el más…, acaba siendo el más inepto de todos los políticos que han pasado por la presidencia del PP. Más que Hernández Mancha, algo que parecía complicado. Sabe que se acerca el día en que la soga política abrazará su cuello y ya va dando bandazos y soltando frases sin sentido. Y lo peor de todo es que lo llevaba apuntado…

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