«Un golpe de Estado financiero dado desde dentro». Así definen fuentes financieras consultadas por Diario16 lo ocurrido con el Banco Popular y su resolución. Estas mismas fuentes ponen como ejemplo lo ocurrido con el número de títulos en préstamo desde el inicio de la rebelión de Antonio del Valle y Reyes Calderón, pasando por la presidencia de Emilio Saracho. En concreto, se pasó de tener 95,27 millones de títulos en julio de 2016 a 506 millones el 26 de mayo de 2017, última fecha pre-resolución de la que este medio tiene datos.

Sin embargo, el inicio del incremento no se produce sólo por responsabilidad de Saracho, ya que fue el ejecutor de una operación que se inició con la rebelión de Antonio del Valle y Reyes Calderón que, entre otras cosas, consiguió la paralización del Plan de Negocio tras el cambio de presidente para, de este modo, intentar que el mexicano se hiciese con el banco a través de una OPA, tal y como se ha señalado en estas páginas y en el libro de Manuel Domínguez Moreno Banco Popular, una operación diabólica.

El incremento de títulos se produce a partir de la reunión mantenida por Reyes Calderón con Ángel Ron en el mes de julio de 2017, un encuentro que, según los peritos del Banco de España, duró más de 3 horas. Hasta el mes de diciembre se pasó de 95,27 millones a 381,91 millones, es decir, que se incrementó en un 380% y, a partir de que Saracho toma las riendas del Popular se llega a disparar hasta los 506,14 millones el día 26 de mayo, precisamente el día en que Elke König dio su entrevista en Bloomberg donde señaló que el banco estaba bajo la vigilancia del BCE.

Casualmente, tras la resolución, el número de títulos en préstamo bajó casi en 100 millones, en concreto, 410,03.

Este incremento del 500% supone que, teniendo en cuenta que el precio medio de cada título en ese periodo era de 1,023 euros, esto sólo se consigue cono aportaciones de 500 millones de euros, lo que indica que, con la información interna del banco con la que contaban, pasaron, de manera voluntaria o involuntaria, a actuar con bajistas. Este hecho es algo que no pudieron haber pasado por alto los responsables de la supervisión ni, por supuesto, el FROB.

En consecuencia, tal y como hemos indicado en estas páginas, el Banco Popular fue víctima de un golpe de Estado interno que tuvo como principal consecuencia la ruina de más de 305.000 familias.

Con su permiso: señor Pérez Renovales, secretario general del Santander…

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