Se ríen de la calificación de macho alfa que se hace de Iglesias. Acusan a diestro y siniestro por no llegar a su pureza ética. Una pureza impostada, como venimos denunciado en Diario 16, que les lleva a cometer numerosos errores y a vivir con la contradicción permanente. Cuando se afirma que es el partido de los cuñados, gran parte de la crítica tiene que ver con ese posicionamiento de saber todo, entender todo, de sólo ellos tener en su mano el bálsamo de Fierabrás de la democracia española. Y una de esas contradicciones en las que incurren ha salido a la superficie en las últimas fechas. Son un partido muy macho, donde las mujeres parecen más artículos de lujo que representantes con los mismos derechos de la ciudadanía.

En la localidad de Alcorcón ha habido un cambio radical de toda la ejecutiva local. Un cese en el tiempo de Alfonso Reina, el famoso concejal acosador de discapacitados, y de todos los concejales. Para ello se recurre a la figura de la incompatibilidad de cargos, algo que no se produce en otros ámbitos y en otras localidades. El relevo se ha producido generando una ejecutiva compuesta totalmente por hombres. Esta cuestión ha sido afeada por la ex-concejala socialista Marta Bernardo, quien ha puesto el dedo en la llaga de la falta de una mínima paridad. Tan sólo tuvo que preguntar por la ausencia de mujeres para que los trolls naranjas atacasen a la socialista.

En efecto, Ciudadanos tienen un carácter machista y son muy macho alfa, aunque lo quieran esconder. Sólo hay que ver que la gran mayoría de los portavoces estatales y regionales son hombres, sólo hombres. Si se quita a Villacís y a Arrimadas, que son como la excepción que confirma la regla, el resto son hombres. Puros machos. Provoca risa observar cómo la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, se mofa del manspreading de Ahora Madrid, pero calla ante una ejecutiva de su región compuesta sólo por hombres. Ignacio Aguado y César Zafra, los machos alfa de Madrid, tampoco dicen nada. Callan ante lo que supone un vulneración de los principios éticos de la democracia española. Dirán que en Getafe y Fuenlabrada hay mujeres. La excepción como siempre.

Después de pasar un año siguiendo sus actos, queda claro que las mujeres en Ciudadanos son un mero acompañamiento. Recuerdan a cuando Aznar colocaba en lugares simbólicos a mujeres pero quienes mandaban eran ellos al final. Se decía en aquella época que Aznar colocaba barbies para esconder su machismo y su catolicismo. En cierto sentido lo mismo es achacable a Ciudadanos en la actualidad. Como afirman off the record dirigencias de los demás partidos. Girauta, Gutiérrez, Carrizosa, De Páramo, Garicano, Aguado, Zafra, Roldán, Marín, Villegas, son todos apellidos de dirigentes importantes que tienen en común ser hombres.

Pero no sólo demuestran su machismo en la composición de los órganos políticos sino también en lo ideológico. La constante apuesta por los vientres de alquiler, como summum de la mercantilización del cuerpo de la mujer, es una clara demostración de todo en esta vida puede ser pasto de compra/venta, incluso los derechos de la mujer. Si fuesen los derechos del hombre, igual ponían alguna pega, aunque seguramente también ofertarían lo que fuese. Porque son el paradigma del radicalismo capitalista. Y en ese tipo de ideología, el más fuerte es el que vence. Una lógica machista que se traslada al comportamiento de interno de Ciudadanos.

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