Fuente: ATM SAD/Ángel Gutiérrez

Sabemos que puede llegar Nahuel Molina, bien. Sabemos que hay mamoneo con Cristiano Ronaldo, bien. Sabemos que Oblak y Lemar han renovado, bien. Sabemos que han llegado Witsel y Lino, bien. Sabemos que están entrenando mucho, bien. Sabemos que los fichajistas (esos seres que tienen mil contactos y nos cuentan que se ha preguntado por este o aquel, o cien mil más) siguen en su salsa, no tan bien. Pero realmente, con tanta tontería ¿sabemos cómo está siendo la pretemporada del Atletico de Madrid?

En esto tienen culpa, en parte como verán, los periodistas que están cubriendo los entrenamientos del equipo rojiblanco en Los Ángeles de San Rafael. Nos dicen, el Cholo Simeone ha ensayado con este once o con aquel otro; Morata ha metido dos goles y casi se desmaya; el equipo ha fichado a una psicóloga deportiva; o el profe Ortega está destrozando la carrera de tres o cuatro. Eso está pasando sí, pero ¿nos hablan de fútbol en sí?

¿Qué ha cambiado en el periodismo?

Todos los periodistas que se han desplazado hasta allí ven los entrenamientos, muchos muy aburridos (se sabe por experiencia propia de otros años) pero hay otros que no tanto. En otros tiempos se narraban (que se le ha visto hacerlo a Patricia Cazón, por ejemplo, por no irnos muy lejos en el tiempo) los cambios de sistema, las jugadas de este o aquel pelotero o simplemente las sensaciones que iba dejando el equipo al plumilla de turno. Algo subjetivo siempre, esto último, pero bastante jugoso y suficiente para despertar la imaginación del lector.

Esta temporada, y no es que sean los becarios solamente quienes han ido a donde Cristo perdió la boina, la mayoría de crónicas son planas e insulsas. Y aquí es donde cabe preguntar retóricamente si es algo impuesto por los distintos periódicos. Unos directores o redactores jefe que hayan dicho, no escribáis mucho sobre fútbol que se lee menos. O se gastan muchos bytes. O el SEO no sale bien si se escriben más de 1.000 palabras. Si ustedes se fijan bien, los artículos (como este también) no suelen tener muchos párrafos, ni palabras y sintetizar lo futbolístico es complicado en dos frases. De ahí que no toda la culpa sea de los periodistas en sí.

Información, nada más y nada menos

Lo curioso es que ese tipo de artículo analítico no tiene competencia con las redes sociales. En redes se puede ver a Lino fundido después de correr una maratón, pero no se puede sentir la evolución de lo futbolístico. Muchas personas seguramente echen de menos esas crónicas de verdad. Especialmente las personas que nacieron en el siglo pasado. Hacerse ilusiones sobre algún hecho, por mucho subjetivismo que haya en la crónica.

Pensar cómo se deshizo de tres compañeros João para meter un gol por debajo de las piernas de Grbic. Esa jugada que asombró al entrenador. Cómo hace para colocar la defensa Nelson Vivas. La buena competición en el lanzamiento de faltas entre Carrasco y Griezmann. ¿Qué hace Gustavo López realmente? Si hay piques en el campo. Lo que es fútbol de toda la vida. Se llega al partido de auto-homenaje de los prescritos sin saber algo futbolístico. Algo más que “ha ensayado con este, este y aquel”. Luego vendrán las sorpresas contra el Numancia.

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