Hablando con unos cuántos atléticos de pro, que son la mayoría, ha surgido la duda sobre la actuación de la dirigencia histórica del Atlético de Madrid (excluidos Idan Offer y el fondo que entró el año pasado). El artículo que se publicaba ayer mostraba el nerviosismo y las contradicciones en las informaciones que ha filtrado el CEO interesadamente. La necesidad de deshacerse de algún jugador no rentable (Griezmann) y la rebaja salarial cuando se han firmado jugosos contratos de publicidad en camisetas y estadio confunden a la masa social. ¿Qué puede haber detrás de ciertas prisas o cuadres de cuentas?

La realidad es que Miguel Ángel Gil Marín podría estar intentando vender, si no la tiene apalabrada ya, su parte del Atlético de Madrid. El periodista Pedro Morata, que se ha convertido en los últimos tiempos en el vocero oficioso de la dirigencia, ya advirtió en julio que el CEO pretendía vender sus acciones (bueno, las de la familia Gil en realidad). Enrique Cerezo no se sabe qué haría, pero no sería de extrañar que igual que llegó del brazo del padre se vaya del brazo del hijo. Los nervios que parecen haberse instalado en la cúpula dirigente ¿están propiciados por esa venta que puede ser mucho anterior a lo que se pensaba?

La ciudad deportiva como activo

Cualquier atlético que esté al tanto de las novedades que van más allá de lo meramente futbolístico, pensó en su momento (junto a la noticia del periodista Morata, no le vayan a confundir con el jugador) que el acuerdo con Civitas, que incluye la construcción de la ciudad deportiva en los alrededores del Metropolitano, marcaba la fecha de despedida. Con las obras terminadas, mayor patrimonio y mejor precio de venta. Es un desarrollo que ya cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento de Madrid y que se podría poner en marcha (el dinero de CVC se destinaría a ello) en breve. Por ahí ningún problema y un acierto del CEO.

Dos o tres años y fuera, pensarían los bienintencionados (los que llevan escuchando a la familia Gil que venden desde hace más de veinticinco años se lo creen menos). Pero entonces, dado que hay problemas económicos (reflejados por la petición de rebaja salarial), ¿por qué no vender algún jugador entre las ofertas jugosas que han llegado? En otras ocasiones han sido capaces de “ayudar a decidirse” a otros jugadores. Mantener una plantilla con valores altos sirve para no entrar en quiebra, concurso o para no devaluar uno de los mayores activos de la SAD con miras a su venta.

¿Se van al Zaragoza?

No son los únicos movimientos que pueden hacer intuir que quieren salir del Atleti antes que después. En Zaragoza hay cierta sospecha de que el equipo maño estaría en manos de Gil Marín mediante persona interpuesta, Pablo Jiménez de Parga, y con la ayuda de un fondo de inversión (como bien cuentan aquí). Estaría la familia Gil moviendo sus preferencias hacia Zaragoza ¿por qué va a vender el Atleti pero quieren seguir en el negocio del fútbol que tan ricos les ha hecho? Con el Cádiz tuvieron una aventura mala, lo bajaron a Segunda B y con números de quiebra, utilizando también personas y empresas interpuestas. Ahora saben algo más y han cedido a chavales de la cantera al equipo zaragozano (Simeone y Mollejo).

Hay numerosos movimientos del CEO rojiblanco en los últimos tiempos que vistos por separado pueden parecer una gestión errática (la habitual en él); una crisis económica galopante en el Atleti; un deseo de hacer chanchullos (algo que tampoco sería anormal después de hacerse con el Atleti sin poner un euro y llevándose los de quienes sí lo pusieron); y/o la preparación de una venta dolorosa en el último momento a algún equipo inglés. Pero si esas mismas actuaciones no se observan deslavazadas sino como un todo ¿no se podría pensar que están adecuando todo para vender ese porcentaje que tienen todavía en la SAD?

¿Una venta antes de la salida de Simeone?

Esa minoría mayoritaria suponen muchos millones de euros que igual dentro de unos años no son tanto. La marcha de Diego Pablo Simeone está más cerca de lo que parece y no se vislumbra un entrenador que pueda sustituirle y garantizar lo que ha garantizado el Cholo (10 años entrando en Champions con fichajes extraños y ventas de estrellas). Parece, por tanto, que la venta tiene que ser ahora o nunca para tener al equipo en la mejor situación deportiva y como activo para una venta. Sólo sí se entendería que, habiendo problemas financieros, no se haya vendido a ningún jugador por las ofertas que nos cuentan ha habido.

De ahí que cada cual se puede preguntar ¿cuán rápida será la venta del Atleti?

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