Fuente: ATM SAD

En el entorno del Atlético de Madrid, dentro de la subjetividad de cada cual, hay “tontos” a paladas –incluso para los lectores quien esto escribe puede serlo-. En menos cantidad que entre los vecinos o los de la ciudad condal probablemente. Entre otras cosas porque la prensa del régimen duopolístico genera más borregos (en el sentido de Friedrich Nietzsche, véase La gaya ciencia), más personas a las que se inocula el veneno de no saber pensar por sí mismas. Pero que hay tontos, los hay.

La prensa que cubre la información del Atlético de Madrid, no la gente de la prensa que es del Atleti (que es distinto), sabe desde hace tiempo que con el fürher Gil no se juega. Se puede criticar al entrenador (hay veces que lo apoyan desde altas instancias); se puede criticar a los jugadores (especialmente si se desea venderlos y hay que hacer campaña de desprestigio entre la masa social rojiblanca); se puede cualquier cosa menos tocar al dúo prescrito. Salvo excepciones porque no pueden controlar todos los medios, no son FloPer.

Ahí entran a saco y presionan para echar a la calle al que ose enfrentarlos. Ya ha ocurrido en alguna ocasión que se ha paseado el cadáver (es decir, se ha publicitado por lo bajini para que sepan a qué atenerse) y los plumillas saben lo que se juegan. Por eso las informaciones que llegan son las que son. La deuda es una cosa misteriosa que está ahí y nadie la ha generado (1.000 millones que han debido aparecer por casualidad y no por causalidad) y la gestión es casi perfecta. Aunque este verano han aparecido grietas en el sistema totalitario y se han atrevido a criticar alguna cosa que otra y publicitar el enfado de la hinchada.

No es casual que haya tenido que redoblar esfuerzos Gonzalo Miró en televisión y que haya aparecido un nuevo ser para contrarrestar esas grietas sistémicas. Al igual que todo lo de CR7 puede ser parte de una fórmula para enfrentar a la afición (y hacer un favor a Jorge Mendes y a Don Mingos), no sería de extrañar que el fürher haya recurrido a un coleguilla para contar las bondades de su gestión –ahora que no le dan premios de gestión-, justo en el año que más dificultades está encontrando la directiva para hacer un fichaje simple o vender a algún jugador (aunque ya ha salido alguno a decir que del Atleti no se quiere ir nadie).

En Prensa-Atleti hay de todo, como en la viña del señor que diría el padre Zorzales. Periodistas con alma de escritores de novela. Periodistas que dan una primicia de un fichaje justo cuando se está haciendo oficial por otro equipo. Amanuenses obligados a lanzar el discurso oficial. Becarios con ilusión. Y sobre todo profesionales que hacen lo que les dejan… como en el resto de la prensa española. Pero nunca habían llegado al nivel de peloteo del último fichaje. Algo que no encaja ni con la labor periodística, ni con el entorno rojiblanco (eso es más de los teleñecos de la noche y su amado Florentino Pérez), ni con la mínima dignidad humana.

La lamida de cimbel realizada ha sido tan enorme y efectuada con tanto placer, fruición  y deseo que hasta la esposa de Gil Marín se ha puesto celosa al ver los ojos en blanco de su marido. Y lo peor de todo es que se hace mintiendo y ocultando la verdad de todo. No se dice que en 2004 el fürher Gil Marín fue condenado a un año y medio de prisión por un delito de estafa contra el Atlético de Madrid; ni que, pese a haber prescrito, Cerezo y Gil se quedaron con el equipo sin poner una sola peseta; ni que es la gestión de Gil Marín la que ha generado la deuda de 1.000 millones de euros que pende sobre la cabeza de la SAD como si fuera la espada de Damocles.

Si el Atleti está como está no es por aguantar el carácter del Cholo Simeone, sino porque el Cholo Simeone ha puesto al equipo donde debía estar, pugnando por los títulos. Que igual el viento de levante, ese que dicen afecta a las cabezas, no le ha permitido enterarse de todo. Sin el Cholo hoy el Atleti estaría donde antes de él, con algún buen jugador (que se iría al poco bien vendido) y el resto remiendos de colegas representantes.

La economía del Atleti no es magnífica, ni buena. El estadio no se sabe realmente si está pagado o se ha diferido la deuda (esa que se prometió eliminar para destruir el Vicente Calderón). No es coyuntural -a causa de la pandemia- que no se pueda fichar, es producto de la mala gestión del dúo prescrito, porque los jugadores han logrado lo que se les pide y quien hace los contratos con salarios imposibles es Gil Marín. Quitar el escudo y cambiarlo por un logo porque se iba a vender mejor… ha sido un engaño. Vestir camisetas que son verdaderos adefesios porque el marketing y China es mentira. Casi todo es mentira con Gil y Cerezo. De hecho existe precaución con la futura Ciudad Deportiva –que sí está bien pensada, salvo por el centro acuático- porque ya son muchos años. Y nadie se cree la futura venta porque ¡¡¡llevan veinte años con el rumor!!!

Si el Atleti no está como el Valencia de Peter Lim es gracias a Simeone y una afición que no se rinde ni en las malas. Si se fijan, desde la directiva siempre se traslada que tal o cual jugador (especialmente si no va a ser producto de chanchulleo como Berterame) ha sido pedido por Simeone –cuando en una entrevista reconoció que él no tiene ni idea de fichar-, como podrían decirlo de otro entrenador, para que si sale mal se lo encasquetan como falta y si sale bien “¡Qué buenos son Berta y Gil!”. Gil y Cerezo nunca pierden y ahora se les suma el pelota mayor del reino que quiere hacerse hueco en la capital del mismo.

De momento no admite críticas y va bloqueando a todo el mundo en redes sociales. Se le va a gastar el dedo. Le echaron de su anterior trabajo por insultar y parece que ha llegado al nuevo haciendo lo contrario… De verdad, que no caben más.

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