Cada vez que se publica un sondeo electoral, que cabe recordar es una foto de un momento concreto y muy condicionado por diversas variables si se hace por teléfono o no, todos los partidos tienden a minimizar las consecuencias, si les vienen mal dadas, o a exagerar los números si les benefician. Así desde el PSOE se insiste, cuando no les gusta que el PP les adelante, que los sondeos están manipulados y que sólo es bueno el CIS; por su lado, el PP afirma que España se está dando cuenta de la incapacidad de Pedro Sánchez o, cuando no son tan buenos, que todo se decide en las votaciones. Lo curioso es el caso actual que están transmitiendo los medios de comunicación de derechas (casi todos) y uno de los encuestadores habituales: la culpa de la caída del PP es por los problemas internos.

Esto hay que analizarlo porque, así, de primeras, pareciera que están a leches todos los días y con la faca presta a ser clavada por la espalda. Los primeros en disparar el “lema” del conflicto interno fueron los arúspices de ABC. En un artículo donde se dice lo siguiente: “Las peleas internas son siempre penalizadas por el electorado, sobre todo en un momento con graves problemas nacionales, como la pandemia o la crisis económica, pero también cuando se comprueba que el principal partido de la oposición, en vez de hacer frente al ‘sanchismo’, está ensimismado en sus propias rencillas”. Lo de hacer frente al sanchismo en un artículo no de opinión tiene lo suyo, pero remarcan la pelea interna y el ensimismamiento. Lo mismo puede leerse en un artículo de análisis de El independiente días después (“El PP se frena en las encuestas por la ‘estrategia perdedora’ de las batallas internas”) donde se insiste en que el electorado de derechas se desmoviliza por las leches que se vienen dando dentro del PP y, por lo tanto, deberían dejar de hacerlo y ponerse a descabalgar a Sánchez. Argumento que sostiene el sociólogo Narciso Michavila, el cual en ningún momento dice que ha investigado eso mediantes preguntas, sino que lo piensa por ciencia infusa.

¿Qué está pasando en el PP para que caiga en las encuestas? ¿Está Pablo Casado peleado con Juan Manuel Moreno? ¿Está Casado peleado con Alberto Núñez? ¿Está Casado peleado con cualquier otro presidente regional? No. No está peleado con ninguno de esos dirigentes. Otra cosa es que alguno igual preferiría que no siguiese como presidente pepero, pero esta es otra historia. Resulta que el conflicto interno es porque prefiere que sea José Luis Martínez Almeida el presidente del PP madrileño antes que Isabel Díaz Ayuso. Ese es todo el conflicto. Lo curioso es que en el PP nadie se molestó cuando laminó al presidente regional, Ángel Garrido, para unas elecciones que perdió en realidad. Resulta que ahora tiene que ser Díaz la presidenta del PP porque así lo quieren los demás y posiblemente los afiliados. Con ser un conflicto interno ¿piensan que eso les importa a los votantes de fuera de la Comunidad madrileña? Ni se han enterado.

Lo que pasa en Madrid, por mucho bombo que tenga en los medios de comunicación, no interesa fuera de las líneas de demarcación. Conocen a los dirigentes pero les trae al pairo si es una u otro el presidente pepero. Es un conflicto que no traspasa ni la barrera del PP. Si alguien en Madrid no quiere votar ahora al PP no será por la peleilla Casado-Díaz-Almeida. Para demostrarlo nada mejor que cada cual pregunte a un amigo o conocido que vote al PP y le pregunte, seguramente ni se han enterado. Además es una gran mentira que las peleas internas perjudican a los partidos. Si es una pelea ideológica suele fortalecerles, si es por cargos no. Ejemplos. El PSOE en 1986 tenía una batalla interna bastante más fuerte que la del PP actual. Por un lado estaba la izquierda no atlantista quejándose del giro en el referéndum de la OTAN. Por otro lado, estaba la izquierda sindicalista quejándose por la reconversión industrial y lo que se avecinaba en ajustes para cumplir con la Comunidad Económica Europea (algunas veces coincidían personajes en la causa antiatlantista y en la sindicalista). Felipe González, pese a bajar (algo normal después de conseguir 202 diputados en 1982), venció con solvencia y mayoría absoluta en las elecciones. En Podemos se pelearon por cargos, en realidad, y se quedaron en un suspiro. Como ven hay dos claves del conflicto interno.

De hecho si la estabilidad interna da votos ¿por qué no aumentan los apoyos al gobierno de Sánchez ahora que es el amo y señor absoluto del PSOE? ¿Por qué Unidas Podemos no aumenta sus votos cuando ya no hay broncas? ¿Por qué Ciudadanos…? Vale tampoco hay que pasarse. La lógica del conflicto interno hay que estudiarla en detalle porque si no se dicen vaguedades y clichés. Casi nadie está prestando atención a la pelea madrileña pero si tuviese alguna influencia, ¿por qué un señor de Ciudad Real, de Brugos, de Jaén, de Murcia, etc., iba a dejar de votar al PP a causa de algo de lo que no tiene noticias o son difusas? Ya se comentó en estas páginas que el ayusismo inilustrado sólo tenía sentido en Madrid. Otros han intentado hacer lo mismo y lo han dejado por ridículos. No hay un ayusismo, como quieren dar a entender en los medios de la capital del reino de España, extendiéndose por España (de hecho Díaz que iba de vencedora en Cataluña hizo mucho daño al PP), de hecho ese desprecio constante hacia el mundo rural/provincial hace más daño del que se piensa en el PP.

Igual la caída en las encuestas es por otras cuestiones más materiales (poner palos en las ruedas para los fondos europeos), más personales (Casado como un chisgarabís al que sólo le ha faltado tirarse de cabeza a la lava del volcán), más distintas a la simple pelea por un cargo que a nadie interesa en realidad. No sería la primera vez (ni la segunda) que toda la tropa mediática sale a hacer propaganda de Díaz Ayuso por los intereses pecuniarios que tienen con la Comunidad de Madrid. Por eso cabe preguntarse si este apoyo, mediante la perversión de los datos y el lenguaje, que están haciendo los medios de derechas no está en la línea del dinero. Señalar, y quién sabe si hasta mentir con los datos (u ofrecerlos correctamente, que también puede ser), que la culpa del derrumbe en las encuestas es de Casado porque no deja a miss euro ser presidenta del PP de la Comunidad de Madrid, no puede ser gratuito. Es evidente que hay algún interés detrás de ello y más a días de la Convención nacional del PP que Casado quiere utilizar para proyectar su imagen (es lo que pretende, otra cosa es que lo consiga, no miren así). Por ello cabe preguntarse ¿cuánto dinero van a costar (a los madrileños especialmente) estos análisis y la bajada del PP en las encuestas? Porque igual en términos electorales es mayor por insistir en ello.

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