Lo veníamos advirtiendo hace tiempo, nos íbamos a divertir mucho con las boutades de Isabel Díaz Ayuso, a la sazón, candidata del PP para la Comunidad de Madrid. Si el CIS le pronostica que podría quedar delante de las demás fuerzas de la derecha, al ritmo que habla va perdiendo votos y podría llegar al 26 de mayo con los de la familia y los 132 candidatos de su lista. No hay día en que la candidata demuestre que está ahí por amistad con Pablo Casado, porque más capacidades no ha demostrado. Si ya sabemos que el presidente del PP a nivel estatal es un mitomaníaco, que demuestra no tener los estudios que dice tener y que sufre de soberbia, la amiga, con menos currículo eso sí, tampoco añade una gran capacidad intelectual.

 

Díaz Ayuso hizo un completo de boutades en el día de ayer. Junto a Constantino Mediavilla ha tenido la ocurrencia de afirmar (ver video adjunto) que le parece mal que se diga basura a los “trabajos basura” pues hay personas que “están deseando tener ese trabajo basura”. No es nueva esta idea de alabar la precarización en el discurso de la candidata. Ya advertimos hace un tiempo que los empleos en el sector comercial los quería precarios, casi de semiesclavitud, y sus palabras de ayer sólo hacen confirmar que el empleo precario es lo que gusta en el PP. Parten de la máxima de la libertad gracias a cualquier trabajo, como si el trabajo fuese un elemento de liberación y autonomía en todos los casos. Es esa máxima de mejor un trabajo esclavo que permita a los empresarios enriquecerse a costa de no innovar, ni generar valor añadido. Thatcherismo y calvinismo en vena. La autonomía que genera libertad no existe en su cabeza, eso es casi de comunistas (aunque esté en el proyecto liberal de verdad).

La exigencia mínima para quien se dice liberal y defensora de la libertad es que sepa expresar qué significado tienen esos conceptos. En la parte liberal aún no sabemos realmente por dónde van los tiros pues dice ciertas cosas que son más bien reaccionarias que liberales. Respecto a la libertad debe ser que se sitúa cerca del anarcoliberal Nozick que defendía el individualismo máximo y que las personas se devoren entre ellas, negando la existencia de esa estructura que es la sociedad como un mecanismo impuesto por ciertos grupos. En esto estaría más cerca de los neofascistas de Vox. Al final, no es más que un discurso demagógico que toma de aquí y allá conceptos sin hilvanar y que los va soltando según avanza la campaña. De ahí que muestre cada vez que habla el peligro que supone dejar en sus manos el gobierno de la Comunidad o de cualquier cosa que tenga que ver con vidas humanas de por medio.

Una persona que pide el voto de los marxistas cristianos sin conocer lo que son no demuestra tener mucha lucidez. Claro que, en cuestión de trabajos, la patita del establishment aparece siempre como cuando se puso de parte de las VTC y contra el Taxi. Tambièn es la persona que calificó a Pedro Sánchez de peligroso extremista, mientras afirmaba que Vox era un movimiento democrático, ahora que su jefe los llama de ultraderecha igual no los ve tan democráticos, aunque sigue pensando que Ciudadanos son unos socialdemócratas (de mierda le falta puntualizar). También es la persona a la que le parecía mal que pidiesen 3 años de prisión a Cristina Cifuentes por fraude académico, mientras, metiendo la pata porque no se había enterado bien, a la asesina de Julen le pedían lo mismo. Y no es porque le pareciese poco lo del niño, sino lo de Cifuentes.

 

Y para rematar la faena suelta una frase que tiene un olorcillo homofóbico que apesta. Resulta (como pueden ver en el video adjunto) que la propuesta de Vox de llevar el Orgullo Gay a la Casa de Campo le parece mal porque allí los fines de semana hay familias que pasean. Rápidamente el PP ha sacado un video donde dice que es una fiesta madrileña y que debe estar en el centro donde se celebra, pero la impertinencia y la frase asquerosamente odiosa queda. ¿Insinúa Díaz Ayuso que los gais no se pueden juntar con familias que hacen deporte? ¿Insinúa Díaz Ayuso que es mejor que se queden en el centro para tenerlos controladitos?  El subconsciente sale a la superficie en cuanto la mente se relaja. Sale porque, o bien está ahí por propia aceptación de ese rechazo, o bien porque todas las personas de su alrededor están todo el día diciendo “estos maricas” o “los maricones me tienen hasta las narices”. Igual como quiere recuperar el voto de los opusdeístas y de los kikos se ha dejado llevar la candidata. A la que el lobby gay, sin tardar, se le ha lanzado al cuello.

De seguir en esta senda el PP igual decide volver a esconder a su candidata. No la llevan a los debates porque saben que, salvo ser amiga de Casado, no hay más de donde sacar. Le han puesto a David Pérez de número dos para que haya algo de sesera durante la campaña, pero ni por esas logran encauzar a la candidata. Las campañas electorales, por mucho que diga el CIS, pueden mover un 5% del voto a favor o en contra y en el PP de Madrid se están temiendo que de seguir así podría ser en contra. Por suerte el efecto Vox está despareciendo y retendrán buena parte de su voto, pero la abstención puede ser criminal con una candidata que no sólo miente todo lo que puede y más; no sólo hace propuestas descabezadas; no sólo habla como si el PP no hubiese gobernado jamás en Madrid y eso que llevan casi tres décadas de asalto y derribo, más una deuda de 33.000 millones de euros, que supone el 165% del presupuesto madrileño; no sólo todo eso sino que demuestra una incapacidad total para tener en sus manos lo público. Dificultades y “trabajos basura” es lo que le traería la vida laboral si la tuviese, porque es otra de las que lleva viviendo años de las mamandurrias y los chiringuitos del PP.

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