Las últimas decisiones de la Fiscalía de Nueva York han dejado a Donald Trump en una situación insostenible y que le acerca irremediablemente al impeachment, es decir, el proceso de destitución de un presidente de los Estados Unidos. El Artículo Primero de la Constitución garantiza que los altos funcionarios puedan ser procesados por mandato de la Cámara de Representantes a causa de delitos graves. Una vez que el Congreso abre el proceso, es el Senado quien se encarga de llevar a cabo el juicio. Para condenar al acusado son necesarias las dos terceras partes de los votos de los senadores. Este eventual castigo consiste en la destitución del acusado y su inhabilitación para desempeñar otros cargos públicos. Sólo dos presidentes han sido juzgados por este procedimiento: Bill Clinton y Andrew Johnson. Fueron absueltos.

Sin embargo, Donald Trump lo tiene complicado puesto que los presuntos delitos de los que le acusa la Fiscalía son muy graves y se convierten en la excusa que estaban esperando muchos congresistas republicanos para apoyar a los demócratas en la solicitud del impeachment.

Los presuntos delitos por los que la Fiscalía de Nueva York acusa a Trump son muy graves

Por un lado, los fiscales declararon que Trump, sus empresas y su campaña estuvieron involucrados en un plan para silenciar a dos mujeres que afirmaron que mantuvieron relaciones sexuales con Trump. Los pagos que recibieron aquéllas fueron ordenados por el propio presidente y se hicieron para influir en los resultados de las elecciones. Además, los reembolsos se disfrazaron de manera fraudulenta como honorarios legales y fueron aprobados por los ejecutivos principales de la organización. A la luz de estas revelaciones, la probabilidad de que la empresa y la campaña de Trump se enfrenten a cargos es ahora alta.

Por otro lado, la implicación del presidente de los Estados Unidos en la connivencia con Rusia para manipular el resultado de las elecciones de 2.016 está cada vez más clara. La Fiscalía de Nueva York detalla nuevas pruebas de connivencia con Rusia, incluida una conversación telefónica no informada previamente en noviembre de 2.015 entre el abogado de Donald Trump, Michael Cohen, y un ruso anónimo que afirmó ser una «persona de confianza» en Moscú. El ruso le explicó a Cohen cómo el gobierno ruso podría proporcionar a la campaña de Trump «sinergia política» y «sinergia a nivel de gobierno», ofreciéndose a organizar una reunión entre Trump y el presidente Vladimir Putin.

Se han conocido más conversaciones de personas del entorno más directo de Trump con representantes del gobierno ruso

Los fiscales también revelaron una serie de declaraciones falsas que Paul Manafort, el ex director de campaña de Trump, presuntamente realizó a los investigadores federales en violación del acuerdo de cooperación que firmó después de su condena por fraude financiero y posterior culpabilidad.

Algunas de las mentiras parecen implicar al presidente y sus allegados en posibles delitos de colusión y obstrucción. Cabe destacar que Manafort está acusado de mentir sobre sus contactos con la administración Trump.

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