Fuente: Real Betis Balompié

El domingo por la noche y durante todo el lunes la prensa nacionalmadridista ha salido en tromba a señalar a su equipo –por si no se han enterado, es el Real Madrid– como el gran perjudicado de no se sabe qué trama arbitral. Justo unas semanas después de haberse callado, ocultado y mirado para otro lado las ayudas arbitrales para pasar de ronda en Copa del Rey y empatar contra el Atlético de Madrid. Del juego ramplón no hablan, pero de amaño de una liga que “deberían dar ya al Barcelona” sí.

En el partido del domingo, desde los Teleñecos de la noche hasta el más taruguín de los plumillas, pasando por los distintos calvos del arbitraje, dicen que hubo un penalti clarísimo a favor de su equipo y cometido contra Benzemá. Además, el árbitro del partido del Barça habría escamoteado un penalti al Valencia. “Negreirazo” claman mientras echan espuma por la boca. Y podrían llevar razón, aunque vistos otros penaltis no pitados o pitados, puede que no sean. Sin embargo, nadie, pero nadie, ni los periodistas que cubren la información bética han hablado del clarísimo penalti que el árbitro se zampó.

Ni el “sigán”, ni el Juanfe “yo sé más”, ni los calvos del Gol, ni el Itu, ni nadie en los medios de comunicación  controlados por el Sumo Hacedor del fútbol han comentado el emparedado de tres jugadores blancos a uno del Betis dentro del área. Están acostumbrados a que las cargas-empujones de Carvajal sean vistas como legales –vamos que los árbitros no tienen la valentía de pitar, ni el de abajo, ni el del VAR– y que emparedar entre tres jugadores, no dos, tres, sea visto como legal si son jugadores con la camiseta del Real Madrid quienes lo hacen. Finalizando el encuentro, por lo que habría sido casi decisivo, un jugador del Betis (creemos que Pezzella, porque existen imágenes) se escapaba dirección a Courtois. Entre Rudiger y Nacho le emparedaron, mientras Militao le entraba oblicuamente.

Cargar hombro con hombro es legal (no hombro con espalda como hace Carvajal de continuo). Pero si la carga es de dos jugadores del mismo equipo y a la vez, más otro que se cruza por delante sin tocar el balón, ya no es carga es falta. Y las faltas dentro del área son penalti. Ni un solo programa ha sacado la imagen por si cabían dudas. Todos callados porque, de mostrarlas, se les caería el discurso victimista y todos los lloros que vienen derramando a borbotones en programas, redes sociales y periódicos. No permiten que exista el más mínimo intersticio en la ideología dominante que es el nacionalmadridismo. Mientras, el tito Floren acaricia un gato.

Como, de todos es sabido, de raciocinio andan escasos, no se les ha ocurrido que gritar y/o clamar en redes sociales y programas de teleñecos que el Real Madrid lo que debe hacer es abandonar La Liga. Igual Javier Tebas, cuyo chiringuito está montado sobre el duopolio, se puede asustar, pero el resto de equipos han animado al club de la avenida Pío XII (algunos no se han dado cuenta que el ser superior se ha quedado con el equipo sin poner un euro –como los Gil–) a que lo hagan. Que se vayan y bien lejos. Que se monten una liga con quien les apetezca porque igual, si se van, el fútbol en España empieza a ser una competición limpia. Y el periodismo empieza a ser eso, periodismo. Que bastantes amanuenses hay ya. Bastantes que viven muy bien sin saber lo que es dar una noticia, narrar un partido con ecuanimidad o utilizar la capacidad de pensar.

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