Fuente: Vox

Vox ha sido alimentado por la clase dominante como confrontador del antiguo Podemos y en vista de que Ciudadanos había salido mal. Populismo contra populismo. Esto no quiere decir que las gentes de Vox, como pasa en el PP, sigan al dedillo las indicaciones de esa clase dominante. No son un grupo de personas que deban tocar temas que el PP no tocaría y quedarse en una minoría a la derecha de aquel sin aspirar a más. Los dirigentes de Vox son claros, les gustaría ser mayoría, apuestan por ello pero… igual no llegan nunca porque son muy torpes a nivel estratégico. Una suerte para el PP y para Pablo Casado.

La influencia de Bannon les perjudica

No es ningún misterio que Steve Bannon, el otrora tejedor de Donald Trump, ha asesorado y apoyado a Vox durante un tiempo. Pero mientras les ha proporcionado un saber hacer en redes sociales, no les ha sabido transmitir un saber ser. O lo que es lo mismo, no ha sabido dotarles de un discurso coherente –todo lo coherente que se puede en estos tiempos- porque Bannon es incapaz de comprender cómo funcionan  los arquetipos movilizadores españoles y europeos.

En Vox tienden a centrarse en el peligro que suponen los extranjeros (bueno, los extranjeros pobres), centrándose en los MENAs y en los yihadistas. Admiten, por el contrario, que venga mano de obra de forma legal para ejercer de ejército industrial en la reserva, algo que no hacen sus colegas europeos. Si por un lado consiguen votos “racistas”, no los ganan de la clase trabajadora en sí. Es un voto muy concreto de clase media asustada ante un peligro de violencia, no de pérdida de prestaciones sociales y laborales.

En el resto de Europa se critica la llegada de inmigrantes por un global y por un problema de reemplazo. En Vox son más liberales, más cobardes en este sentido y más caciquiles. Como el PP y por ello no le hacen daño. Si se atreviesen a mirar lo que sus colegas europeos proponen, Casado debería echarse a temblar porque le podrían quitar un tercio de los votos con facilidad.

La España periférica

El PP se mantiene como alternativa de poder gracias al voto asentado que posee en la España periférica. En esas circunscripciones pequeñas y medianas donde se obtienen muchos escaños sin hacer casi nada. Pese a haberse mostrado como personajes rurales, defensores de la periferia y muy mucho españoles, la realidad es que Vox no penetra realmente en esas zonas. Santiago Abascal montado a caballo es más un señorito andaluz que el hombre que salvará la agricultura, la industria láctea o la de la caza.

Al final Vox está actuando como el próspero hombre de negocios que se va al campo los fines de semana. Al terrenito para hacer barbacoas o contra batallas de migas y guarrillo comido en un sitio secreto. Los votos a Vox son muy urbanos, incluso dentro de la periferia, y no suelen acercarse mucho por esas zonas. Si acudiesen cada fin de semana a ciertas provincias y ciertas ciudades/pueblos, el PP debería echarse a temblar. Como no saben a dónde, ni cómo, Casado duerme tranquilo… de momento.

¿Mienten las encuestas respecto a Vox?

Algún politólogo, como Juan José Domínguez, advierte que las encuestas están siendo manipuladas para otorgar más votos al PP y menos a Vox para frenar la sangría del partido preferido de la clase dominante. Según sus análisis –que tienen la misma validez que los demás- Vox sería ya casi segunda fuerza política. Sin llegar al extremo de la manipulación consciente, sí es cierto que la mayoría de sondeos no pasan de 1.500-1.700 entrevistas telefónicas y eso perjudica la valoración. Este tipo de encuesta se queda corta para valorar el reparto general de escaños y el voto real en muchas provincias.

Si se comparan las encuestas regionales con las nacionales hay datos que son divergentes. Mientras Vox se mantiene o baja un poco en las encuestas nacionales, teniendo un candidato más apreciado entre los votantes de derechas, en las regionales no sólo se mantienen –en el CIS y otras encuestas tienen un 89% de lealtad- sino que aumentan sus votos. ¿Cómo es posible que eso no se transmita, cuando en estos momentos el ciudadano medio no distingue de un tipo de votación a otro, a los datos generales? Sin duda Vox puede tener mucho voto oculto pero menos del que podría tener a costa del PP.

La reválida de Vox: ¿comerse o no al PP?

No sería de extrañar que andando el tiempo, la clase dominante llegue a frenar a Abascal y los suyos para que no devoren al PP si cambiasen de estrategia. Si en Vox fuesen más conservadores y más antiliberales (que no iliberales) seguramente acapararían mucho voto en la periferia que hoy es casi propiedad del PP. Eso no empece para tener un discurso urbanita para ciertas cuestiones. De hacer eso disputarían a los peperos las provincias medianas y pequeñas. Y ahora con la condena por trapaceros del PP tienen algo con que increparles.

¿Quieren hacer eso? Esta es la gran pregunta. Abascal ha dicho por activa y pasiva que no tienen prisa, que su camino es más largo, pero los tiempos actuales devoran partidos y personas a mayor rapidez de lo que sucedía antes. Fíjense que el Reagrupamiento Nacional (lepenismo) está siendo desplazado por un tipo reaccionario como Éric Zemmour. Las verdaderas izquierdas han desaparecido o son el número detrás de la coma de la política. Por suerte para el PP, y algunos dirán que para España, Vox tiene unos estrategas completamente inútiles si su proyecto es sustituir al PP. Ahora bien, si su proyecto es quedarse en minoría políticamente incorrecta sólo les queda ir para abajo.

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