No es de ahora sino casi desde el primer día. La suficiencia con la que hablan –cuando se les entiende y no usan el lenguaje podemita-estadounidense-afrancesado–; la cara con la que miran, así, como sorprendidos de que no se entienda lo que dicen; y el creerse en posesión de la verdad hacen creer a cualquier analista en que realmente piensan que los españoles son idiotas. A más, a más, siempre que meten la pata o se produce algún hecho que les incomode acaban utilizando el comodín del machismo, del clasismo (esto lo dicen desde sus mansiones y sentados en sus patrimonios amasados en lo público) o del racismo.

Ayer mismo a la mininistra Ione Belarra le preguntaron en la cadena SER si consultaría alguna de las decisiones que tomase con el anterior secretario general, en este caso la coalición con Sumar. Si la pregunta no hubiese sido incómoda por tener algún trazo de verdad, la respuesta de la actual ocupante de la secretaría general podemita podría haber sido “no”. O “como miembro del partido se le consultará como a otros destacados miembros”. O cualquier otra respuesta coherente. Pero no, como entienden que los españoles son idiotas e incapaces de distinguir el bien del mal, recurrió al comodín del… machismo.

La mininistra adujo a la presentadora de la SER que esa pregunta no se la habrían hecho a un hombre. Que esa pregunta era machista porque ella, como mujer joven, parecía, de esta forma, incapaz de tomar decisiones por su cuenta. Para refrendar la acusación salió al patio de las redes sociales Pablo Iglesias, quien no se puede estar callado ni debajo del agua. Como esta en su batalla contra los medios de comunicación, excepto los de su grupo de confianza, salió a señalar a la periodista como machista. Aunque en realidad acabaría confirmando las sospechas de Angels Barceló.

La actitud paternalista de ÉL sí que es machista. Toda vez que Belarra ya se había defendido ella sola, con un desvío de atención pero ella sola, a qué viene meterse en la discusión. Desde luego porque su soberbia no se lo permite, pero el machismo del que no es capaz de librarse le indujo a salir a defender a la mininistra de las ofensas que supuestamente le habían proferido. Paternalismo machista y mecanismo de señalamiento de la periodista para que las hordas se lancen a por la periodista. Porque, aunque lo intente ocultar, ÉL sigue mandando en la sombra.

Lo curioso es que ese tipo de pregunta no es la primera vez que se hace en España (ni allende las fronteras). A Joaquín Almunia se la hicieron sobre Felipe González. A José Luis Rodríguez se la hicieron sobre González, también. A Mariano Rajoy se la hicieron respecto a José María Aznar. Y a Pedro Sánchez no se la hicieron porque tenía a los anteriores en su contra. Siempre que ha existido un dirigente con autoridad o soberbio, el cual ha designado a dedo a su sustituto, esa pregunta se ha realizado.

Y es de lo más normal pues, al haber sido utilizado el sistema digital en la elección, el periodista intenta sonsacar si se seguirá la senda anterior o se actuará por su cuenta. Nada que ver con el intento de aparentar machismo. Se han hecho antes a señores con “pelos en los huevos” y se hacen a mujeres con hijos encima de la mesa del despacho. Siempre se han realizado ese tipo de preguntas. Rajoy tardó tiempo en mandar a la mierda a Aznar, que le quería controlar desde FAES, pero lo hizo. Si Belarra no manda a esparragar a Iglesias que intenta controlar Unidas Podemos desde Público, por algo será.

Una vez más el podemismo inilustrado intentando engañar a los españoles. Deben acusar a los demás de ser lo peor para deshumanizarles y que la conciencia de sus seguidores esté libre de algún aspecto ético. Si el periodista en cuestión en menos que humano, todo lo que se le diga o haga estará justificado. Y como, además, piensan que los españoles son idiotas porque no se informan correctamente, son casi un lumpen de la inteligencia y son fácilmente manipulables, pues se inventan lo del machismo. Cualquiera con una memoria decente recordará que sí se han hecho esas preguntas a señores jóvenes y mayores. El victimismo como única fórmula para conseguir votos nunca ha funcionado en períodos largos. Y en Podemos llevan llorando desde casi su fundación. Normal que no les vote ni el Pirri.

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