El presidente del gobierno de España no hace más que alabar los datos macroeconómicos, unos datos que presentan un crecimiento mayor que los de la zona euro pero que esconden una gran falsedad sobre la acción de gobierno. Las políticas públicas implementadas desde el Consejo de Ministros no han servido más que para disfrazar una cruda realidad y hacer trampas financieras en las cuentas estatales. Ni se crea empleo en las mismas condiciones que antes de la crisis, ni se han bajado los impuestos, ni la Hacienda Pública funciona, ni nada de nada.

El crecimiento, fruto de cierto viento de cola que favorece el carácter de servicios español, se debe en gran parte al riesgo asumido por empresarios y ciudadanos en general. Visto que en España no hay negocio posible muchos empresarios se han arriesgado con las exportaciones en busca de océanos azules y huyendo de la quema en España. Ha crecido como nunca la venta en el exterior como consecuencia de un mercado interior que sigue sin despegar. No hay más que ver los problemas del otrora buque insignia del comercio, El Corte Inglés, o cómo siguen cerrando empresas día tras día. Los datos macro son buenos pero no ha llegado a la microeconomía esa bonanza que se vende. Y todo ello es culpa del equipo económico de Rajoy que, según las noticias de las últimas semanas, está compuesto por incapaces.

Cristóbal Montoro

El superpoderoso Ministro de Hacienda y Función Pública está sufriendo en sus carnes los peores momentos de su mandato. Todo el entramado que ha venido vendiendo a los españoles se descompone poco a poco. Informes, filtraciones, sospechas y un Tribunal Constitucional que le ha enmendado la plana se encuentran detrás de verdadera faz, la de un bon vivant de la política que se ha servido de su cargo para acosar a personas, traficar con influencias y servir a los poderosos. Un tribunal tan cauto como el Constitucional ha manifestado que la amnistía fiscal que se llevó a cabo, a oscuras y de tapadillo, vulnera los derechos fundamentales de la Carta Magna. Las anteriores habían pasado por el trámite de la ley, ésta se hizo de tapadillo y asegurando un ahorro a los defraudadores del 90%. Nada de pececitos que se podían escapar. Más bien le ha valido un poco de cedazo para las arcas patrias y que sigan con los suyo los que no pagan impuestos.

Porque en España los ricos no pagan impuestos, ni las grandes empresas. Se fríe a los medianos y pequeños empresarios a impuestos, pero a los grandes se les permite tributar por el 4% en vez del 20% o más. Se persigue a los autónomos con cambios constantes en los criterios de recaudación, pero las grandes fortunas ocultas en Sicavs siguen pagando un 2%. La reforma tributaria de Montoro sólo ha beneficiado a la facción hegemónica del bloque en el poder. A sus amigos.

Tampoco el proceso de incompatibilidades de los funcionarios del Estado se está respetando. Los grandes despachos de conseguidores de contratos tienen en nómina a gran parte de las altas instancias de la función pública española, en especial de los ministerios que reparten dinero. Nada ha hecho Montoro por cambiar la situación porque sería poner en peligro los grandes beneficios de sus propios equipos económicos. Por eso presionaba a Soria a fin de que Abengoa no perdiese los beneficios de las energías renovables. Por eso le presentaban al ministro de Energía los Decretos Ley ya redactados desde las propias empresas. Como sucedía en tiempos del franquismo y la UCD.

Y también la utilización de los ficheros de Hacienda para perseguir y acosar no sólo a Soria, sino a medios de comunicación, periodistas y colectivos rebeldes al gobierno del Partido Popular. Por todo ello le ha reprobado el pueblo español constituido en Congreso de los Diputados. Una gestión nefasta porque en España, como dicen diversos informes de la OCDE, hay personas que no pagan impuestos, y no son los pobres precisamente. Y se penaliza el consumo con sueldos míseros. Esa es la gran reforma fiscal de Montoro. La misma que se muestra incapaz de recaudar más.

Luis de Guindos

El ministro de Economía, Luis de Guindos, al no tener Hacienda bajo sus manos parece que no tiene culpa de nada de lo que ocurre en España. Que sólo está para ir de cafés por Europa y hacer un poco de marketing en el resto del Mundo. Sin embargo, sí que hace y podía hacer mucho más. Aunque lo que hace siempre tiene el visto bueno de JP Morgan, Goldman Sachs, Blackrock o Banco de Santander (BBVA o Caixa). En especial cabe destacar lo que se viene contando en estas páginas sobre la venta del Banco Popular por un euro al Banco de Santander. Aunque haya sido la UE la propiciadora de la venta, sin embargo, el aroma putrefacto a De Guindos se respira en cada punto de la operación.

Ante la operación bajista de Emilio Saracho, los accionistas mexicanos y algún fondo buitre, el máximo responsable de la Economía española permitió que hundiesen el banco en bolsa, algo que no se ha permitido con Liberbank por cierto. Todo para intentar colocárselo a buen precio a algún pardillo español. Lo intentó con BBVA y Santander al principio, luego con Caixabank y finalmente con Bankia. Es más, al ser éste un banco nacionalizado, las presiones sobre Goirigolzarri fueron tremendas para que aceptase quedarse por unos miles de millones con el Popular. Pero el vasco, amamantado en Neguri, no picó porque ya tiene su gran exposición al ladrillo y porque ya había aceptado quedarse con el BNM.

Al final, recurriendo a los amigos de Europa y en pago a los Botín de favores del pasado se justificó la venta por un euro al Santander. Doble beneficio porque se queda con un mercado de PYMES que carecía y pone a la venta con urgencia el ladrillo con una rebaja del 40%. Al final, la ampliación de capital se pagará sola. Y el Estado ayudará en los ERE que ya se han anunciado. Los perdedores, los de siempre, los pequeños ahorradores. Aunque es un proceso, con las demandas que se van a presentar, que podría salpicar de lleno al titular de Economía.

No sólo lo del Popular demuestra el estilo de gobierno de Luis de Guindos, que al fin y al cabo no es más que un mandado de los poderes fácticos del capital especulador, sino también el informe que se ha conocido del Banco de España donde se afirma que con el FROB los españoles no van a recuperar jamás 60.000 millones de euros. Es una muestra más de su nefasta gestión. Él que prometía, junto a Rajoy, que se iba a recuperar todo el dinero o el 80% del mismo, ya no habla de esa situación. Calla porque sabe que los señores del dinero seguirán ganando y no pagarán ni un euro de lo que se les ha prestado.

Si a esto sumamos que todas las políticas públicas que han implementado desde su ministerio con el fin de activar la economía o bien han fracasado, o bien sólo han servido para bonificar aún más a las grandes empresas. Tenemos un panorama muy distinto al que nos quiere vender el propio gobierno. En otro informe de la “izquierdista” OCDE se llama la atención sobre el exceso de bonificaciones que reciben las empresas y el poco impacto sobre la calidad de los empleos, la incorporación juvenil o el enganche de los mayores de 45 años. Un fracaso que se salva en los grandes números porque los españoles se hacen autónomos para poder sobrevivir.

Fátima Báñez

Sin duda la ministra de Trabajo es la que tiene la cara de cartón más grande de los tres. Ofrece datos y datos, día tras día y lo hace sin sonrojarse. Báñez tiene la caradura de mentir a los pensionistas españoles al decirles que les suben cada año la pensión. Por cierto gastando en cartas más dinero que el que les supone la subida a los pensionistas. Y es cierto les sube un 0,5% cada año. La inflación, que actualmente se encuentra en un 1,5% aproximadamente, se come esa subida y provoca que las pensiones pierdan en realidad un 1% de poder adquisitivo. Lo que en cuatro años supone perder 4 puntos y empobrecer a los pensionistas.

Afirma que se están creando miles de puestos de trabajo, pero aún no se han alcanzado ni de cerca los datos de antes de la crisis. Es más son los pobres españoles quienes se están buscando la vida mediante el uso de la figura del autónomo para poder llevar unos ingresos aceptables, que no suficientes, a sus casas. Los datos demuestran que por cada empleado que sale del paro se firman cuatro contratos. Esto quiere decir que existe una altísima temporalidad que se suma a la precariedad laboral de salarios que nos retrotraen a los años noventa. Ahora ser mileurista es casi un privilegio. Y si a ello sumamos que las inspecciones de trabajo no funcionan, que cada semana mueren uno o dos trabajadores en el tajo y que los horarios suponen esclavizar realmente a los empleados, no hay medalla que se pueda poner la ministra, salvo la de la virgen del Rosario claro.

Y como colofón de su gran gestión aún no ha explicado cómo y por qué se ha vaciado el fondo de reserva de las pensiones. No lo ha explicado pero sabemos perfectamente que se ha dedicado el dinero de los españoles y españolas a comprar deuda soberana, la misma que se utiliza para pagar el FROB que nunca devolverán, porque ningún banco, ni país se arriesgaba con España. Por tanto es curioso que los pensionistas sean los mayores acreedores del Estado español. También se ha utilizado para ir tapando agujeros. Pero es un dinero que no se puede tocar salvo para pagar pensiones. Aunque eso poco o nada le importa al PP.

Ahora salen afirmando que el sistema es insostenible, porque ellos lo están haciendo insostenible con sus sustracciones permanentes para otros menesteres como pagar las autopistas fracasadas o el Castor de Florentino Pérez. Todo bajo una estrategia clara, como han denunciado en Podemos, de derivar la mayor cantidad de recursos a los fondos privados de pensiones que, precisamente, gestionan los mismos fondos buitre que indican al gobierno la política económica que deben realizar. Ineptitud en la ministra Báñez sin duda.

Álvaro Nadal

De los tres anteriores es, sin duda, el recién ascendido. Aunque ha pasado muchos años en los puestos medios de las administraciones conservadoras, demostrando mucho trabajo y poca eficiencia, el actual ministro de Energía debe sumarse al fracaso de los otros tres más veteranos. El chico para todo de Soraya Sáenz de Santamaría quiere potenciar la Industria española mediante la creación de páginas web, aplicaciones móviles y robots. Todo ello mediante la utilización de energía derivada de combustibles fósiles, nuclear y un agua de la que carecemos. Porque Álvaro Nadal sigue los mandados de arriba respecto a las energías renovables y el ecosistema: “Eso son mentiras de los rojos”.

España ha pasado de ser puntera en las energías renovables a quedarse por detrás de Alemania. En sólo cinco años de gobierno conservador se ha destrozado toda una industria energética y Nadal no escapa a esa catástrofe. Los poderosos españoles ganan demasiado con la energía tal y como está, en especial con la subasta energética que es una engañifa para vender la energía a precios mayores que los de explotación. Y el señor Nadal no quiere contrariar a la coalición dominante.

Además Nadal ha sido el máximo cerebro en la sombra de la economía española desde La Moncloa. Como Director General de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno ha controlado todos movimientos económicos que ha venido dando el PP durante los años de gobierno de Rajoy. En claro contubernio con su benefactora Sáenz de Santamaría.

Porque si algo tienen en común los miembros del equipo económico es que son sorayos, son partidarios de la vicepresidenta del Gobierno. Y siguen al pie de la letra los dictados de su jefa. Apoyo a los grandes grupos mediáticos, que no suelen atacar a Soraya, apoyo a las grandes empresas, apoyo a todo lo que beneficia el grupo de los sorayos y perjudica a España y gran parte del PP. Que la economía española esté en manos de estas cinco personas supone un grave riesgo de crisis perpetua porque desconocen la realidad de España y su posición real en el Mundo. Sólo piensan en términos de poder y de patrimonialización del Estado.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here