Texto de la resolución consesuada

Desde que en 1969 se produjeran los disturbios de Stonewall (Nueva York), que marcaron el inicio del movimiento de liberación LGTBi, la comunidad mundial celebra cada 28 de junio una jornada de reflexión con objeto de visibilizar la igualdad, el respeto, la diversidad, la libertad y la no discriminación.

El Día del Orgullo quiere transmitir a toda la sociedad una verdad incontestable que es la dignidad intrínseca al ser humano sin importar su orientación sexual o identidad de género. Los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos sin distinción alguna.

Es preciso recordar que, a pesar de los enormes avances que se han producido en cuanto a la consecución de los derechos del colectivo LGTBi, lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales, hoy en día la diversidad sexual sigue siendo objeto de prejuicios y estereotipos sociales que llevan a una brutal intolerancia y discriminación, en diferentes formas y manifestaciones. Así lo ha denunciado el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en diferentes resoluciones como las del 17 de junio de 2011 y 26 de septiembre de 2014, entre otras.

En nuestra sociedad, las situaciones discriminatorias, fruto de la LGTBifobia, adoptan en muchos casos formas violentas y agresivas de odio, pero en otras ocasiones adoptan formas silentes y ocultas, igualmente lesivas de derechos y atentatorias contra la dignidad humana porque conllevan la estigmatización del colectivo e incluso pueden llevar, en sus formas más extremas, a la exclusión social.

Ninguna persona debería avergonzarse por lo que es, cualquiera que sea su sexo, orientación sexual o identidad de género. Vivimos en una sociedad llena de prejuicios atávicos que produce formas múltiples, interrelacionadas y agravadas de violencia y discriminación. Ante esta realidad la ciudadanía debe decir, de una vez por todas, basta. Todas las personas tenemos derecho a la igualdad, a la libertad y al respeto.

Por eso, desde los poderes públicos debemos avanzar hacia el reconocimiento y protección universal de la diversidad sexual, desarrollando políticas públicas inclusivas e implementando servicios que aseguren la igualdad efectiva de todas las personas LGTBi y sus familias, como elemento esencial para una convivencia armónica, para el progreso y el desarrollo social.

Debemos, además, jugar un papel clave para garantizar la convivencia ciudadana y la tolerancia con la diversidad, procurando concienciar a la sociedad en general para que las personas que integran este colectivo y sus familias puedan ejercer, sin miedo, con respeto y sin cortapisas, todas las facultades y derechos que les corresponde como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho.

Fruto de esta preocupación, el Gobierno valora de forma muy positiva que los grupos parlamentarios Socialista y Podemos Andalucía presenten un texto conjunto, al que se ha unido el grupo de IULV-CA, para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBi y sus familiares en Andalucía. Esta ley diseña una respuesta amplia y eficaz para abordar los retos, en materia de integración, ciudadanía y disfrute de derechos humanos de las personas LGTBi, incluyendo entre sus medidas un régimen sancionador que dota de coherencia al texto que atiende a necesidades específicas de las personas LGTBi y sus familias, en el ámbito social, educativo, familiar, de la salud, laboral, cultural, de ocio y turismo o deporte, entre otros.

Esta concreción legislativa significará un paso adelante y decidido en Andalucía en la consecución de la integración y no discriminación de las personas que se consideran LGTBi y de los niños y niñas que forman parte de una familia homoparental.

Por todo ello, en el Día del Orgullo, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía:

  1. Reafirma que todos los seres humanos tienen los derechos y libertades proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, sin distinción alguna.
  2. Manifiesta su absoluto rechazo a toda forma de LGTBifobia (homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia), intolerancia o discriminación contra las personas, en razón de su orientación sexual o identidad de género.
  3. Reafirma su compromiso con el principio de igualdad efectiva entre las personas, del que forma parte la diversidad sexual, así como la no discriminación de las personas por su orientación sexual o identidad de género.
  4. Manifiesta la necesidad de continuar en la promoción de actitudes que favorezcan la concienciación social para un definitivo cambio de mentalidad que erradique las actitudes LGTBifóbicas y el rechazo a las mismas.

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