Lo del Partido Popular en la Comunitat Valenciana no tiene nombre. Mientras Isabel Bonig critica al Gobierno del Botánico por ser los demonios con cuernos, o más peligros aún, resulta que sus compañeros de partido han utilizado el dinero público para ponerse cachondos y, quién sabe, si ejercer actividades manuales o de otro tipo. El Juzgado número 1 de Ontinyent ha imputado al ex-alcalde y tres altos cargos más del Partido Popular por utilizar los teléfonos móviles de la corporación municipal de Benigànim para usos particulares.

Los presuntos malversadores e investigados serían Juan Puchades, ex-alcalde, Javier Sala, ex-concejal, Andrés Moscardó, ex-concejal, y José Murillo, asesor municipal. Estas cuatro personas se gastaron el dinero público en la utilización de sus teléfonos móviles para usos diferentes a los propios del cargo, según consta en los informes y facturas que ha recopilado el instructor del caso. En los plenos del Ayuntamiento, los concejales socialistas inquirieron al alcalde y los concejales a dar una explicación por el elevado gasto, pero al no responder de forma apropiada, en el seno del PSPV decidieron presentar denuncia a la Fiscalía. En ese momento adujeron los políticos conservadores que se trataba de los “típicos errores” de las telefonías móviles. Pero resulta que no.

La Fiscalía ha podido comprobar los enlaces y gastos de los teléfonos y ha descubierto que: Puchades se gastaba el dinero descargándose videojuegos, politonos y fondos de pantalla a 4,8 euros la conexión; Moscardó se había suscrito a servicios de entretenimiento y a un canal de contenido sexual, a lo que hay que añadir más de 800 mensajes a lugares de contenido sexual; Sala facturó en esos años más de 7.000 euros a servicios de telefonía sexuales; Morillo también estaba suscrito a diversos canales de entretenimiento. A esto habría que añadir 7.000 euros en teléfonos de última generación que no aparecen en las dependencias municipales y que no se entregaron al salir del gobierno.

Estas cuestiones se añaden en la Comunitat Valenciana al despilfarro por la visita del Papa, la Fórmula 1, los dineros que no pagaron a diversas entidades públicas por la utilización de sus instalaciones, los dineros en pistas de pádel pagadas a precio de oro, los colegios que no se construían y se cambiaban por barracones, el pitufeo y demás robos del dinero de las arcas públicas durante los más de veinte años de patrimonialismo del partido conservador. Ahora, los señores del PP necesitaban de servicios eróticos para sus placeres privados, ya que la erótica del poder debía ser que no les bastaba. Sumémosle, eso sí en Palma, las prostitutas y las drogas que también han utilizado.

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