Foto: Irene Lingua

No hay evidencias físicas, tampoco las hay en base a relaciones y acciones como sí sucede con el caso de Álvaro Uribe, Mario Vargas Llosa o José María Aznar, tampoco existen fuertes rumores en los mentideros habituales de la capital española, pero cada día que pasa comienza a ser más que evidente que la ministra de Igualdad trabaja para la CIA en favor del imperio capitalista. Ayer se conoció una entrevista de la interfecta con el recientemente nombrado director de Infolibre, Daniel Basteiro, que supone una clara demostración de que Podemos eligió el ministerio Igualdad para acabar con el feminismo como movimiento impugnador. Tanto del patriarcado como del capitalismo que lo sustenta. Normal que, hace más de un año atrás, la vicepresidenta Carmen Calvo no quisiese, haciendo de ello casus belli, que las huestes podemitas se aposentasen en Igualdad. Era plenamente consciente de que se perderían años de lucha de las mujeres en favor de una mezcla de elementos mágicos, posicionamientos acientíficos, irracionalismo y mucha subvención que repartir a “les amigues”. Sabía la andaluza que se perdería el valor de la Igualdad para ser el ministerio de Igual-dá.

Irene Montero, cuyas biografías “oficiales” muestran como la más inteligente y capaz de las mujeres que hayan estado alguna vez en política –tanto como para haber empezado y abandonado su tesis doctoral antes de haber comenzado y terminado los cursos de doctorado-, es el claro producto de la posmodernidad vestida de progresía y que ha venido a enterrar cualquier atisbo de lucha social de base. Han hundido cualquier alternativa política a la izquierda del PSOE y ahora caminan hacia la destrucción del movimiento feminista. El gaycapitalismo y la revolución ecocapitalista están a salvo. No es comprensible que una ministra, que dice haber cursado unos cuantos años en la Universidad, no sea capaz de distinguir lo científico de la magufada. No se le pide –se sabe que sería incapaz- que analice con meridiana claridad el movimiento histórico de las fuerzas productivas y sus implicaciones para la lucha social, pero siendo ministra de Igualdad es exigible que, al menos, sepa distinguir el sexo del género, los biológico de lo social. Porque para proteger los derechos individuales de un movimiento que no va más allá del 0,01% de la población, no es necesario acabar con el 52% de la población… no es necesario salvo que se trabaje para la CIA (como símbolo del imperio capitalista).

Ante la pregunta de Basteiro sobre la futura ley trans (El debate está siendo feroz en algunos ámbitos y alude a la esencia propia de qué es ser hombre o mujer ¿Existen los hombres y las mujeres más allá que como un concepto o un sentimiento al que uno se puede adherir?), la respuesta de la ministra de Igual-dá ha sido la siguiente: “Respeto mucho el debate. Y voy a entrar en él, pero quiere dejar claro que la existencia de las personas trans es una realidad. El género que se les asignó al nacer no es con el que se identifican. Eso no está sujeto a debate y, por tanto, mi obligación como ministra es garantizar sus derechos. ¿Existen los hombres y las mujeres? ¿Qué es ser hombre y mujer? ¿Cómo se conceptualiza en las distintas teorías el binomio sexo-género y cómo se traslada a los derechos y políticas públicas? ¿Cuál es el nivel de hormonas que tenemos que tener para ser hombre o mujer? ¿Cuánta talla de pecho tenemos que tener para ser hombre o mujer? ¿El sexo son sólo los genitales externos o es también el nivel de hormonas tradicionalmente consideradas por la biología masculinas o femeninas? ¿Es el sexo algo genético? Ese debate es muy interesante. No es nuevo en el movimiento feminista, pero quizá nos aporte una visión poco útil a la hora de diseñar políticas públicas. Lo cierto es que todas las mujeres, por el hecho de ser mujeres, sufren discriminaciones propias que no sufren los hombres”. Ningún asesor de inteligencia habría sido capaz de crear tamaño despropósito con la función de que fuese creíble. Ningún conspiranoico ha sido capaz de negar la biología de las personas como ha hecho una ministra de Igualdad.

Los genetistas deben estar asombrados pues una simple psicóloga ha sido capaz cambiar, sin pruebas –ni falta que le hacen a ella, pues menuda es-, toda la ciencia en un sencillo párrafo. No existe lo biológico y lo social se asigna al espermatozoide y al óvulo. “XX” y “XY” no existen, son una ficción de los científicos. Los cromosomas que hacen que alguien sea hombre o mujer son una invención de las revistas científicas. ¡Hay que ser muy inculta o mala persona para hablar de hormonas y negar toda la genética! ¡Hay que ser una persona con una mentalidad muy débil como para renunciar a lo racional y entregarse a propuestas acientíficas! ¡Ni el terraplanismo o el creacionismo llegan a ese nivel de sectarismo! No es un problema de derechos de las personas transexuales, es un problema de irracionalismo contra las mujeres. Un problema de intento de borrado de las mujeres. Esto no tiene nombre, salvo que mañana mismo el presidente del gobierno Pedro Sánchez debería cesar a la ministra pues es un peligro público para las mujeres. Es que llega a ser tan estúpidamente inconsciente que en la última frase habla de “discriminaciones propias de las mujeres” cuando ha venido negando la existencia de las mismas y confundiendo género con sexo. La primera parte es su pensamiento real, la segunda el eslogan que hay que soltar como loros para aparentar.

Podemos fue promocionado por Atresmedia para lanzar al PSOE a la gran coalición y dejarle reducido a lo mínimo; para acabar con la IU verdadera y dejar los restos en manos del garzopodemismo; para que los procesos de independencia contasen con un grupo de izquierdas potente en el parlamento; para generar un movimiento populista que, al final, asustase pero no tocase la estructura básica del sistema, salvo aquellas partes que interesasen a sus promotores europeos y estadounidenses. Salió mal porque buen parte de la izquierda comunista/socialista está en su casa sin votar, no han acabado con la socialdemocracia –la han llegado a reforzar- y ahora no son más que un meme de sí mismos. Pseudointelectuales del plan Bolonia que trabajan bajo los parámetros de diversos y potentes lobbies económicos y sociales, pero que desconocen la realidad o el espíritu histórico presente. En todo ven un acontecimiento histórico o revolucionario que acaban desaprovechando porque ello supondría tener que dejar la mamandurria. ¿Han dicho algo del anuncio del presidente sobre no tocar ningún tipo de impuestos a las clases pudientes o empresas hasta que pase la crisis económica? No ¿Por qué insisten en el tema republicano? Porque lo que se busca no es la caída de la monarquía en sí, sino la salida de Cataluña de España (de Cataluña y de quien quiera apuntarse). Trabajan para la CIA o para George Soros, que es lo mismo al final, o son muy ineptos. Elijan ustedes la opción.

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